Los agentes capturaron a cuatro personas que trataban de alcanzar a nado las costas de Ceuta. Los devolvieron a aguas de Marruecos, les pincharon los salvavidas y se rieron de la situación. Un senegalés pereció ahogado.
Según el informe de la APDH-Andalucía (DERECHOS HUMANOS EN LA FRONTERA SUR 2007) 921 personas han perdido la vida durante el año 2007 en su aventura migratoria hacia España. Pero no es nada exagerado estimar en al menos 3.500 los seres humanos que se han dejado la vida como resultado de políticas de control de fronteras cada vez más represivas y crueles.
El Centro de Documentación contra la Tortura tiene documentadas 104 muertes de personas durante 2007, cuando se encontraban bajo custodia de funcionarios públicos. En lo que va de 2008, son ya 24 las personas que han muerto encontrándose privadas de libertad. [.>http://www.nodo50.org/tortura/spip/article.php3 ?id_article=9270]
Diario ADN, 16 de marzo de 2008
La Fiscalía ordena que se investigue a tres guardias civiles por el homicidio de un inmigrante
Los agentes capturaron a cuatro personas que trataban de alcanzar a nado las costas de Ceuta. Los devolvieron a aguas de Marruecos, les pincharon los salvavidas y se rieron de la situación. Un senegalés pereció ahogado.
EFE Sevilla | El Fiscal General del Estado ha ordenado investigar presuntos delitos de homicidio por imprudencia cometidos por tres guardias civiles de Ceuta que pincharon los salvavidas de cuatro inmigrantes a quienes interceptaron en el mar . Uno de ellos se ahogó porque no sabía nadar.
Los hechos ocurrieron el 25 de septiembre de 2007 por la noche, frente a las costas de Ceuta, cuando una embarcación de la Guardia Civil, con tres agente, interceptó a cuatro subsaharianos -tres hombres y una mujer- que intentaban acceder a nado a la ciudad, procedentes de Marruecos.
Los agentes detuvieron a los inmigrantes, les esposaron y volvieron con ellos a aguas marroquíes, donde a unos cien metros de la costa les empujaron al agua y les pincharon con un cuchillo los salvavidas que llevaban.
Un senegalés de 29 años «comenzó a pedir auxilio diciendo que no sabía nadar, lo que, en principio, tomaron a broma los agentes», que empezaron «a reírse de la situación», según el escrito del Fiscal General del Estado dirigido a la Fiscalía de Cádiz y Ceuta, en el que ordena investigar los hechos por su «posible trascendencia penal».
El escrito precisa que finalmente los agentes «se percataron de la realidad» y un guardia civil se tiró al agua para sacar al inmigrante y tratar de reanimarle, pero fue demasiado tarde.
La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) de Andalucía interpuso la denuncia. Su abogado, Alberto Revuelta, considera que los hechos podrían constituir presuntos delitos de homicidio por imprudencia, además de otras irregularidades, pues lo correcto habría sido detener a los inmigrantes en España e incoarles un expediente de expulsión.
Cuando los inmigrantes llegaron a la costa marroquí de Ben Youness, la guardia de ese país se negó a aceptar al que presentaba «signos claros de agonía». La Guardia Civil entonces llamó a una ambulancia de Ceuta, que tardó casi una hora en llegar, y dos camilleros recogieron al hombre cruzando por la cancela fronteriza, en lugar de hacerlo por la frontera oficial.
El fallecido fue enterrado en el cementerio de Santa Catalina de Ceuta como no identificado, si bien las gestiones de la CEAR determinaron que se trataba de Laucling Sonko, de 29 años, nacido en Samboulandian (Senegal), que tenía una hermana, un cuñado y un primo con residencia legal en Vicar (Almería).
A través de ellos, la CEAR se puso en contacto con los padres del inmigrante y les entregaron sus efectos personales.
Los otros tres inmigrantes eran un hombre de Costa de Marfil y un hombre y una mujer cameruneses, que sufrieron hipotermia, magulladuras y heridas como consecuencia de la presunta acción de los guardias civiles.
En su comunicación, el Fiscal General pide a la Fiscalía de Cádiz y Ceuta que averigüe si existen otras diligencias abiertas relacionadas con estos hechos y que le informe de los progresos en la investigación.
Fuente: Centro de Documentación Contra la Tortura La Haine | EFE