Todo apunta a que se trató de un accidente laboral mientras el trabajador realizaba tareas de limpieza con un volquete junto a una de las naves del polígono industrial
Un trabajador de la empresa municipal Obimace fallecía ayer en torno a las 18.30 horas mientras realizaba trabajos de limpieza en el polígono del Tarajal. Aunque los hechos que rodearon la muerte están aún por esclarecerse, todo parece indicar que se trató de un accidente laboral que se produjo de forma fortuita. Por ello, la Policía Judicial no descarta ninguna hipótesis e investigará todas las posibilidades.
Todo apunta a que se trató de un accidente laboral mientras el trabajador realizaba tareas de limpieza con un volquete junto a una de las naves del polígono industrial

Un trabajador de la empresa municipal Obimace fallecía ayer en torno a las 18.30 horas mientras realizaba trabajos de limpieza en el polígono del Tarajal. Aunque los hechos que rodearon la muerte están aún por esclarecerse, todo parece indicar que se trató de un accidente laboral que se produjo de forma fortuita. Por ello, la Policía Judicial no descarta ninguna hipótesis e investigará todas las posibilidades.

El operario municipal, que rondaba en torno a los cincuenta años y se llamaba Mohamed, se encontraba realizando labores de limpieza en las calles del Tarajal. En concreto, recogía cartones dentro de las labores diarias que realiza la Ciudad para mantener la limpieza en las naves del polígono. No obstante, ninguno de sus compañeros pudo aclarar cómo sucedieron los hechos. Uno de los testigos presenciales comentó que “cuando me volví a mirar ya estaba en el suelo rodeado de sangre”. Inmediatamente, los demás operarios de Obimace que se encontraban en el lugar se acercaron para socorrerle y avisaron a la ambulancia, aunque ya no pudo hacerse nada por salvar su vida. Por ello, se cree que falleció en el mismo momento de golpearse la cabeza debido a que los testigos presentes en el lugar indicaron que “le salía sangre de la oreja y la boca”.

Acto seguido se dio aviso al juez y a los forenses, que se personaron en el lugar para levantar el cadáver y tratar de arrojar luz sobre las causas del fallecimiento. No obstante, habrá que esperar a la autopsia para saber cómo murió el trabajador y se barajan hipótesis tan dispares como una caída fortuita provocada por un resbalón o un posible mareo. El trabajador se encontraba realizando sus labores junto a un dumper [volquete], aunque este se encontraba parado y no estaba volcado, algo que pudo comprobar el juez, por lo que se descartó la hipótesis de que muriera aplastado por la máquina. Además, el forense indicó que el golpe no había sido tan fuerte como para que provocara el fallecimiento, lo que refuerza la teoría del mareo o el infarto.

La consejera de Servicios Urbanos, Yolanda Bel, comentó que “hemos entregado a la Policía Judicial toda la documentación que nos han pedido para que se compruebe que no había ningún problema con este trabajador”. Entre estos documentos se encuentra el contrato de trabajo del empleado municipal. Además, un inspector de Trabajo debe personarse en el lugar de los hechos para corroborar que se trata de un accidente laboral. Se esperaba que este funcionario acudiera ayer mismo al lugar de los hechos pero al cierre de esta edición aún no había llegado.


Fuente: elpueblodeceuta.es