Unas doscientas personas se concentraron ayer frente a los Teatros del Canal para denunciar la salida a Bolsa del 49 por ciento de la compañía, mientras en el interior del edificio se celebraba la inauguración de la nueva sede de las artes escénicas de la Comunidad de Madrid.
Entre los asistentes a la protesta, trabajadores del Canal de Isabel II, representantes de su comité de empresa y las secciones sindicales, que han convocado la concentración con el fin de mostrar «su disconformidad y contundente rechazo a la desacertada decisión» de la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre.
Los trabajadores temen que la privatización del Canal traiga consigo «una reducción de plantilla» y han solicitado una mayor información sobre el futuro laboral de las 2.200 personas que trabajan actualmente en la empresa. Además, los convocantes creen que la medida de Aguirre traerá consigo «a medio plazo» una subida en el precio del agua, lo que afectará directamente a los usuarios.
Los Teatros del Canal abren hoy sus puertas con el preestreno mundial del nuevo musical de Nacho Cano «A» y con la intención de convertirse en «la infraestructura teatral más importante de España», según indicó ayer la presidenta madrileña durante una visita a las instalaciones.
A ambos lados de la alfombra roja desplegada para recibir a los invitados, una decena de curiosos se amontonaban «para poder ver mejor a los famosos y políticos» que acudían al evento.
Detrás del cordón de seguridad, a pocos metros de la entrada, los manifestantes gritaban «El Canal no se vende» y «Esta fiesta ha costado a los madrileños más de un millón de euros», mientras que hacían sonar silbatos.
Aunque el clímax, tanto para manifestantes como para los curiosos se produjo pasadas las ocho y media de la noche, con la llegada de la presidenta regional, Esperanza Aguirre, que fue recibida entre aplausos y silbidos, y que declinó hacer declaraciones. Al acto también han acudido el ex presidente del gobierno José María Aznar y la delegada de Medio Ambiente, Ana Botella.
Ninguno de los representantes y cargos públicos del PSOE invitados a la inauguración han asistido al acto en protesta por la privatización del Canal de Isabel II y por el «despilfarro» que, a su juicio, suponen los 1,2 millones de euros que, según sus datos, cuesta la fiesta.
Fuente: EFE