Que en periodo de dificultades los sindicatos tienen que ser “flexibles” a la hora de negociar un convenio colectivo, es algo normal que todo el mundo entiende, pero cuando éstos significan retrocesos, es algo inadmisible. CCOO y UGT firmaron el 25 de julio el XV convenio de la ONCE y su personal, convenio firmado al más pura estilo de promesas incumplidas de los programas electorales.

Estamos hablando de una empresa supersubvencionada con dinero público, la ONCE recibe todos los años decenas de millones de euros y está exenta, entre otras cosas, del pago de la seguridad social de todos sus trabajadores con discapacidad (más de 100 millones de euros) y el año pasado cerró el balance económico, con un beneficio neto de más del 20%.

Estamos hablando de una empresa supersubvencionada con dinero público, la ONCE recibe todos los años decenas de millones de euros y está exenta, entre otras cosas, del pago de la seguridad social de todos sus trabajadores con discapacidad (más de 100 millones de euros) y el año pasado cerró el balance económico, con un beneficio neto de más del 20%. Pese a ello CCOO y UGT han firmado un convenio salvaje en el que entre dan el visto bueno a: Sancionar incluso con el despido a los vendedores que no lleguen a un mínimo de ventas casi imposible de conseguir, aunque la disminución de esas ventas no sea atribuible al vendedor; congelación salarial para toda la plantilla, no consolidación de trienios (retirada del plus de antigüedad, todo esto mientras salarios y dietas de directivos siguen siendo opacos); se puede cobrar a los vendedores productos que estos no han podido vender; asignación de puntos de ventas y promoción en la empresa sin concurso, sólo a criterio de la empresa; retirada de quioscos de la vía pública; rebaja de un 30% en el salario de todos los trabajadores de nuevo ingreso durante tres años (y de los que lleven menos de 3 años); autorización a la ONCE para que venda sus productos en gasolineras, estancos, quioscos de prensa, Opencor, etc…(más de 1.2000 puestos de venta) lo que significa una competencia desleal y una minoración de ventas para los vendedores; venta directa de todos los productos de la ONCE por Internet; venta de los productos de la ONCE por máquinas de venta; ongelación del plus de ruta desde el 2005…

Todo esto y más es lo que han pactado la ONCE, UGT y CCOO a espaldas de los trabajadores, aprovechándose de la condición de discapacitados que tenemos la mayoría de los trabajadores de la ONCE sabiendo que somos un colectivo muy vulnerable y por tanto fácil “de domar”. No sabemos ni por cuanto, ni por qué estos sindicatos nos han vendido pero con este panorama sindical con CCOO y UGT claramente en contra de los trabajadores y el CSIF “tocando el violín” que ni muerde ni ladra, el futuro de los trabajadores de la ONCE se vislumbra marrón oscuro casi negro. O reaccionamos dando la espalda a estos sindicatos o estamos perdidos. La única y última trinchera que nos queda es unirnos todos a CGT ya que este sindicato sólo se debe a sus afiliados y afiliadas.

Adolfo Martínez Gómez, Vendedor de la ONCE, miembro del Comité de Empresa en Valencia y afiliado a CGT

http://www.cgtpv.org/Adolfo-Martinez-CGT-ONCE-CCOO-y.html


Fuente: Adolfo Martínez Gómez