CCOO y UGT se han unido durante la última semana al fuerzas de seguridad del Estado para romper la huelga de jornaleros, erigiéndose en los mayores defensores de los terratenientes andaluces.

CCOO y UGT se han unido durante la última semana al fuerzas de seguridad del Estado para romper la huelga de jornaleros, erigiéndose en los mayores defensores de los terratenientes andaluces.

La convocatoria de Huelga.

El SOC, CCOO y UGT habían convocado una huelga indefinida en el campo en la provincia de Sevilla que deberia haber comenzado el pasado 5 de Mayo. Estas fechas coinciden con la campaña del melocoton, en la que trabajan alrededor de 30.000 personas a lo largo de la vega sevillana del Guadalquivir.

El convenio vigente corresponde al 2001 y en su firma jugó un papel muy importante el SOC y la acción directa. El Secretarió General del SOC, Diego Cañamero, fue juzgado el pasado mes de Abril por una ocupación realizada durante dicha campaña.

El convenio que plantea el SOC en la provincia de Sevilla, y que quieren hacer extensivo a toda Andalucía, contiene cinco puntos a los que dicen no renunciar, esto es, 39 euros diarios para los eventuales, 27 euros para los trabajadores fijos, una paga más para los fijos de diez días al año, recolección de la aceituna mecanizada 53 euros y un 13 por ciento más a todos aquellos trabajados especializados o de carácter penoso.

La decisión de ir a la huelga se había tomado por la falta de acuerdo con la patronal para firmar un convenio para la presente campaña. Las negociaciones se supendieron en Marzo, y desde entonces se habian convocado dos jornadas de huelga el 31 de Marzo y el 1 de Abril.

Sin embargo, el día antes de que diera comienzo la huelga, a las nueve de la noche, UGT y CCOO desconvocan la Huelga. Anuncian que han firmado un pacto con la patronal y que ya no hay motivos para la huelga. Hasta tres días despues no se conoce el contenido del acuerdo. CCOO y UGT han firmado un acuerdo con Eurofruit, que solo representa a una parte mínima de la patronal, por lo que excluye a cientos de trabajadores, a los que incluye los deja con jornales tres euros/día inferiores a los exigido en un principio y renuncia a un convenio que afecta a 70000 trabajadores del campo.

Los piquetes

Cuando se conoce el contenido del acuerdo, el SOC mantiene la convocatoria de huelga. Sostiene la necesidad del convenio, mantiene las reivindicaciones salariales de 39 euros por jornada y reclama que se permita votar el acuerdo empresa por empresa.
La falta de representatividad de los delegados sindicales en el campo andaluz es notable. Al ser necesarios seis meses consecutivos de permanencia en la empresa para presentarse a las elecciones sindicales y al tratarse de temporeros que cambian de finca y comarca cada pocos meses, es imposible que los jornaleros estén representados. Por el contrario, son los manijeros y los encargados los únicos que pueden presentarse y que salen elegidos como delegados sindicales. El SOC rechaza este sistema de representación sindical, ajena a la realidad del campo andaluz, lo que deja los comités de empresa a merced de UGT y CCOO.

El SOC empieza a piquetear empresa por empresa. Todos los días, desde el 7 hasta el 12 de Mayo, se piquetearon dos o mas fincas de la vega sevillana dedicadas al cultivo del melocoton que tiene su campaña de recogida en estas fechas.

El objetivo era firmar los convenios empresa por empresa. En los pocos días que duró la huelga, al menos en tres fincas de varios centenares de trabajadores, los empresarios se ven obligados a aceptar las condiciones del SOC, 39 euros y 36 horas.

La huelga se rompe

Los propietarios afirman que se han echado a perder unas 700 toneladas de melocotones y los políticos y la prensa local empiezan a difamar al SOC. UGT y CCOO reaccionan cuando se dan cuenta de que la firma de convenios por encima de lo que ellos habían pactado los esta dejando en evidencia ante los trabajadores. Los alcaldes de la comarca de los Alcores, UGT y CCOO se reúnen con el subdelegado del gobierno para pedir más represión policial.

La Guardia Civil aumenta la presión sobre los piquetes. Pero la puntilla la dan CCOO y UGT que comienzan a esquirolear la huelga. Acuden a las convocatorias de los piquetes, organizan a los esquiroles, les ponen pegatinas y los hacen ir al tajo acompañados de decenas de liberados de ambos sindicatos. Los compañeros del campo señalaron que entre los esquiroles se encontraban miembros destacados de CCOO y militantes de Izquierda Unida. Con la inestimable ayuda de la Guardia Civil consiguen romper los sucesivos piquetes y mantener la producción. La tensión aumenta y provoca peleas entre los de uno y otro sindicato y entre los esquiroles y los jornaleros en huelga.

Aunque las fincas en las que se ha conseguido firmar han sido pocas, gran parte de los jornaleros de la provincia han demostrado que son capaces de organizarse, luchar por sus intereses y enfrentarse a los sindicatos mayoritarios, habrá otras campañas en las que luchar.

Sin duda lo mas destacado, ha sido la vergonzosa actuación de UGT y CCOO, utilizando sus liberados para romper huelgas. En el pasado se ha utilizado al ejército o a los falangistas para romper huelgas en el campo, ahora son los sindicatos los que se erigen en los mayores defensores del terrateniente. Los esquiroles pueden ser gente muy necesitada, y los temporeros andaluces generalmente lo son, aunque eso no disculpe su actitud. Los Guardias Civiles tienen un oficio despreciable, pero al menos sirven para dirigir el tráfico. Ahora bien, cobrar de todos los trabajadores para luego dedicarse a romper huelgas, eso si que es despreciable. UGT y CCOO se han creado nuevos enemigos, aún mas, dentro y fuera del campo.

http://www.lahaine.org y La Yesca