El tajo se cobra la vida de otro currante, esta vez un ecuatoriano de 35 años. Murió ayer al caerle encima una viga mientras trabajaba en la reforma de una vivienda en la calle Chocolatero del barrio de Santa Lucía.

El tajo se cobra la vida de otro currante, esta vez un ecuatoriano de 35 años. Murió ayer al caerle encima una viga mientras trabajaba en la reforma de una vivienda en la calle Chocolatero del barrio de Santa Lucía.

Varios vecinos aseguraron que el obrero estaba derribando el muro del primer piso de una casa cuando ocurrió el siniestro, hacia las cinco y veinte de la tarde.
« Hemos oído de repente un ruido muy fuerte y gritos de auxilio. Nos hemos asustado y hemos pensado en lo peor », comentaba Mari Carmen Torres pocos minutos después del trágico accidente.

Dos jóvenes entraron rápidamente al el edificio, intentaron tomarle el pulso al trabajador por si seguía con vida. Inmediatamente avisaron al 112. « Hemos subido por una escalera de hierro peligrosa y en muy malas condiciones. Estaba el obrero y su compañero, que estaba muy nervioso », afirmó Juan Orce, vecino del barrio.


Ecuatoriano de 35 años

« Pensábamos que sólo estaba herido, pero al verlo así nos hemos asustado mucho y hemos llamado a la ambulancia », dijo, aún asustado, José Antonio Santiago.

Los chicos aseguraron que en la obra sólo había dos albañiles en el momento del siniestro. Sanitarios acudieron en una ambulancia medicalizada, pero sólo pudieron confirmar el fallecimiento.

Ante la mirada de muchos curiosos, agentes de la Policía Local y la Policía Nacional acordonaron la zona hasta la llegada del juez de guardia para el levantamiento del cadáver. Ténicos del Instituto de Seguridad y Salud Laboral Investiga lo ocurrido.


Fuente: SUSANA MENDOZA| La Verdad