Carta abierta al cura Ignacio J. Sanchez-Dalp pregonero de la Semana Santa de Sevilla 2006
Fui cristiano y católico ; creía en el Dios del Gólgota y bastante menos en el del Sinaí. Luego, la vida (leer,viajar,pensar..) me hizo renegar oficialmente de esa fe que era, a mi juicio, representación de un mundo de manipulación constante de la Historia ; de cháchara teológica ; de grandes montajes romanos ; de comecocos, etc. etc. En fin : de predicar y dar poco trigo ( el imprescindible para mantener abierto el chiringuito durante veinte siglos ). Hay que reconocer que son Vds. muy listos.
Carta abierta al cura Ignacio J. Sanchez-Dalp pregonero de la Semana Santa de Sevilla 2006

Fui cristiano y católico ; creía en el Dios del Gólgota y bastante menos en el del Sinaí. Luego, la vida (leer,viajar,pensar..) me hizo renegar oficialmente de esa fe que era, a mi juicio, representación de un mundo de manipulación constante de la Historia ; de cháchara teológica ; de grandes montajes romanos ; de comecocos, etc. etc. En fin : de predicar y dar poco trigo ( el imprescindible para mantener abierto el chiringuito durante veinte siglos ). Hay que reconocer que son Vds. muy listos.

El éxito mundano (del otro nadie sabe nada) de esa iglesia o secta multimillonaria radica en que su dimensión cristiana fue hace más de 17 siglos adulterada por la alianza con el poder político/económico ; la iglesia del Santiago matamoros ; la debeladora inclemente de los rojos ; la ausente (con alguna excepción puntual) de la guerra mundial contra el hambre, la guerra y la injusticia.

Admítame, pues, que odie visceralmente esa demagogia que usa usted y sus colegas para pábulo de capillitas confesos, de monjas menopáusicas y de canónigos trasnochados. Un heterodoxo de ese sevillanismo del que usted hace profesión, comprenda que deteste su ciudad narcisista, hueca, “bonita”, sainetera, sentimentaloide y de gracia fácil, imitada tantas veces. Y en estos dias, me vuelven a encocorar el narcótico social de su pregón, de sus orgullosos logros de haber restaurado iglesias, de saberse amigo de un alcalde de misa y olla. Quiéralo usted o no, por mucho que lo disimule se le nota el “pelo de la dehesa” de su nobiliario origen (1) descendiente de un linaje de marqueses,condesas,baronesas, caciques, terratenientes propietarios de las parcelas más feraces de Andalucía (uno de esos parientes lo tuvo muy cerca de su actual domicilio( La Rinconada), con fincas como Chapatales,Matarilla,Casavacas,La Lobera,La Cartuja, Las Duras,etc.) Mas ¿cuánto ha hecho usted y su familia por cambiar esa Andalucía, todavía con el lastre de ese señoritismo de pose o de poderes seculares ?. ¿Cuándo se ha rebelado contra esta situación ?.¿Por qué no incluye en el texto de su florido Pregón lo que ha significado para nuestros paisanos la pervivencia de estas gens ?

En la desaparición de esa sociedad tiene bastante que ver la voluntad de cambio de los detentadores de los paradigmas sociales, culturales y económicos que he señalado. Para los que, la necesaria terapia del Siglo de las Luces pasó, sin huella hasta ahora. Su iglesia, que continua con las claves intolerantes y obsoletas de Trento sigue pujando ; por mucho aggiornamento y clergy-man que pavoneen en su epidermis. Su impertérrita regresión intelectual y moral, en la que siguen instalados, puede servirles un tiempo, para sobrevivir al precio que sea. Aunque hayan arrinconado el cristianismo de las catacumbas, la polémica de los evangelistas apócrifos, la pobreza franciscana. Esa conducta aboca, no se equivoque, a la consunción en un no lejano futuro de su dios y de su profética pretensión salvadora : donde la libertad sin dogmas primará frente a la ideología de un dios mutante (según vayan los vientos), imposible y alienante : que no libera sino ata. La razón y el sentido común convencerán a los que ejerciten, sin coacciones, la libertad de pensamiento en un ambiente de paz. Y sólo se entretendrán con su dios los pecadores” incongruentes” ; los timadores de la estampita que “cura” ; los nostálgicos del yugo ; los servidores áulicos de la superestructura romana, que también se irán al traste.

Llévese consigo a su admirada Cayetana -la gangosa y condecorada duquesa-, a ese lugar donde han de reunirse los seguidores de Torquemada, de Pío X, de Juan Pablo II, de Benito XVI. Y, como ya no nos importará, arrójenos al Limbo (que ya no existe, según el Pontífice) a los secuaces de Copérnico, de Kant, de Darwin, de Voltaire, de Marx, de Freud, de Schopenhauer…Aquí nos desprenderemos, créame, de la guardarropía coaccionadora de tanto cirio mareante, de saetas inanes, de flores de trapo, de ritos alucinadores, de la Pasión de bulla y cartónpiedra…. Será el Nuevo Día, se lo aseguro ; aunque algunos de lo veamos, pero ya lo intuímos

Sin acritud pero sin concesiones, me despido

Fernando Vazquez de Alonso

(1).- Le refresco la memoria con una manifestación de su ascendiente don Miguel al periódico El Sol (12/VI/1931) a propósito de la plácida vida del jornalero en los predios de su pariente : “En 1900, era una delicia : el campesino, dichoso con tres reales de jornal y los avíos : sal, aceite, ajo y vinagre para el gazpacho. Trabajaba sin tregua. Ahora, todo está imposible. Los decretos de Largo Caballero…”(sic)


Par : Cecilio Gordilo



Fuente: Fernando Vazquez de Alonso