Las organizaciones sociales hemos de dar respuesta a la campaña que se lanza en pro del Canon cuyo beneficiario máximo son ciertas organizaciones empresariales.
Dentro de este marco hemos de considerar la carta remitida por Jaume Sisa el 20/03/2008 al periódico el Pais, la cual podemos consultar en : ttp ://www.nodo50.org
Las organizaciones sociales hemos de dar respuesta a la campaña que se lanza en pro del Canon cuyo beneficiario máximo son ciertas organizaciones empresariales.

Dentro de este marco hemos de considerar la carta
remitida por Jaume Sisa el 20/03/2008 al periódico el
Pais, la cual podemos consultar en :
ttp ://www.nodo50.org

Al looby encargado de defender los intereses de las
empresas del sector, discográfico-editorial entre
algunas otras, no les ha mal, que la derecha española
se les oponga sobre el papel, porque en la practica
han mostrado un apoyo igual al del PSOE, aprobando por
consenso la nefasta legislación que tenemos.
Creían simplemente que podrían explotar electoralmente
el filón de los descontentos con el canon (ver firmas
de campaña anticanon).

Y digo que no les ha venido mal porque ahora pueden
hacer un juego dialéctico, en el que se venden de
“progresista” el canon y al ser criticados por la
derecha, tradicional aliada de la patronal, dan la
impresión de no tener ningún interés
económico-empresarial.

Este lobby sabe que cuentan con gran oposición entre
la población joven y no conservadora.
1.Y me da la impresión de que este articulo de
Jaume Sisa, trata de hacer un trabajo
para recuperar la confianza de ese colectivo, tanto
por la forma como por el fondo del escrito.

En las primeras palabras de su texto, ya se
posiciona, alegando lo mal que le sienta que al canon
le llamen así y justifica sin mas que es un derecho de
compensación.

Evidentemente, no explica porque algunos ciudadanos
tenemos que compensar a la SGAE cuando no hacemos uso
de las «obras» de sus artistas, les pagamos por tener
un móvil, por hacer el dvd de fotos de familia, por
comprar un disco duro para mi sistema operativo Linux
libre de Microsoft pero no de la sgae …

Siguiendo con el texto, su estrategia cambia al
victimismo. pero en el cual, no muy sutilmente,
mete de paso la comparación del impuesto
por la gasolina, los márgenes de los intermediarios en
la alimentación, royalties a marcas y patentes, las
operadoras con sus tarifas …
y compara indirectamente el canon diciendo :
«»»pero que estos cantamañanas quieran
cobrar por lo que ellos llaman trabajooo,
¡habrase visto !».

No se si hemos de entender el mensaje como que al
haber tantos impuestos y situaciones de abuso
económico, hemos de asumir el canon como tal al grupo,
o que quieren diferenciar el canon del resto diciendo
que ellos trabajan.

No puedo pasar sin recordarles que el abusivo impuesto
por la gasolina, los márgenes de los intermediarios en
la alimentación, las operadoras con sus tarifas,
aunque abusivos, te cobran por el uso de esos
“servicios” a diferencia del canon. Y si de trabajar
hablamos, también trabajan en las gasolineras,
operadoras y demás, a pesar de que los curritos nos
llevemos una absoluta mínima fracción del beneficio.

El resto del texto, trata de identificar al colectivo
de internautas y demás colectivos contrarios a los
intereses de la SGAE y hermanas con la derecha
española, habla de presiones de lobbies empresariales,
como si ellos fueran un inocente colectivo de
ciudadanos sin ningún interés empresarial en el tema.
Es ahí donde los colectivos sociales hemos de
intervenir y desenmascarar a esta gente y sus
intenciones. Y nunca entrar en el juego de plantear la
temática entorno al canon como una lucha entre
patronales, que de eso ya se encargarán los
interesados.

Si defendemos la injusticia que supone el canon, que
sea por los aspectos sociales, y por la supresión de
todos los cánones, diezmos, impuestos y levas contra
las personas, en favor de poderosas organizaciones .

Volviendo al texto de Jaume, es de agradecer, que el
texto acabe con una declaración totalmente sincera por
parte del autor.

Carlos Bahillo

Grupo Software libre CGT


Fuente: Carlos Bahillo