Juan Diego Martínez, compañero de CGT Metal Valladolid y Sara García, compañera del sector de Telemarketing, han viajado recientemente al campo de refugiados (campo de concentración) de Ritsona (Grecia) para poner en marcha junto con un equipo de voluntarios un programa destinado a que todos los niños del campamento dispongan de un desayuno en condiciones todos los días. Antes de emprender su impactante viaje, se pusieron en contacto con el SP de la Federación Local de Valladolid para explicarnos su proyecto y solicitarnos financiación para dotar a esos niños de material escolar. Lógicamente, el SP aceptó.
Tras su regreso, nos narran en un emotivo e-mail su experiencia:
Llegamos a Atenas, nervios a flor de piel. Habíamos quedado con otros voluntarios a las 18h para ir a Chalkida, donde nos quedaríamos a dormir. Llegamos al punto de encuentro antes de tiempo, ya estaban allí Xabi y Pablo, dos chavales de Pamplona. Conectamos rápido. Para Xabi era su tercera vez en un campo, Pablo estaba como nosotros, era su primera vez. Después de dos horas de intenso interrogatorio a Xabi llegamos a Chalkida, donde nos juntamos con Ana, Paúl, Susana y Saúl.
Llegamos a Atenas, nervios a flor de piel. Habíamos quedado con otros voluntarios a las 18h para ir a Chalkida, donde nos quedaríamos a dormir. Llegamos al punto de encuentro antes de tiempo, ya estaban allí Xabi y Pablo, dos chavales de Pamplona. Conectamos rápido. Para Xabi era su tercera vez en un campo, Pablo estaba como nosotros, era su primera vez. Después de dos horas de intenso interrogatorio a Xabi llegamos a Chalkida, donde nos juntamos con Ana, Paúl, Susana y Saúl. Nos vino buscar con la furgoneta Sofía, una chavala de 23 años que lleva en Ritsona 5 meses, acompañada de otra maravillosa persona, Ari, de 23 años también pero las dos con una fuerza interior que nunca habíamos visto. Llegamos a la casa, allí esperaba Noemí, una gaditana también de 23 años con las mismas virtudes que las dos anteriores. Desde el principio nos volvió locos su manera de ser, una Luz interior que nosotros, a nuestra edad, hacía mucho tiempo que no veíamos.
Ya estábamos todos. Un equipo de 10, por no decir de más. La verdad, podemos decir que ha sido la mejor semana de nuestra vida. Ya de vuelta en casa, con los ojos llenos de lágrimas mezcladas de alegría y tristeza, sólo tenemos agradecimiento para esa maravillosa gente que se ha visto atrapada en una situación que a cualquiera nos puede pasar. Una gran persona nos dijo que la vida en el campo es como una cebolla, cuantas más capas te quites peor lo pasarás. Te involucras, haces amigos y desde luego peor lo pasas al irte. Llevamos dos días llorando a moco tendido. Pero el ejemplo de la cebolla también funciona al revés. Esta puta vida te va poniendo capas hasta el punto que te haces insensible, que es lo que en verdad le pasa a esta sociedad, se nos ha olvidado empatizar. Solo podemos dar las gracias a toda esa gente que sin tener culpa alguna se ha visto envuelta en una guerra injusta. Ellos, desde sus ISO Box, con nada más que lo puesto y los voluntarios nos han hecho volver a las primeras capas, a escuchar, a llorar, a vivir, a sentir y empatizar. Por todo eso os queremos dar las GRACIAS. Os queremos mucho Xabi, Pablo, Ana, Paúl, Susana, Saúl, Noemí, Ari y Sofía. Y por supuesto, a todos los residentes del campo: OS QUEREMOS, RITSONA
Con los ojos aún humedecidos, tenemos que dar las gracias de todo corazón a CGT, por estar siempre ahí, con los más desfavorecidos y colaborar en este proyecto de manera desinteresada.
Os podemos decir que hemos hecho una gran labor, que nuestra ayuda ha llegado directamente a los estómagos de esos niños y mayores que se han visto envueltos en una guerra cruel e injusta, como todas las guerras.
Ahora, desde la lejanía podemos decir alto y claro que nos han ayudado más ellos a nosotros, que nosotros a ellos.
Hemos vuelto a sentir, a vivir, a escuchar, a empatizar y sobre todo a saber acompañar, que a veces, es lo que mas necesitan después de verse en una situación tan injusta en la que no tienen nada más que lo puesto y la compañía de un puñado de voluntarios.
PD: Gracias CGT de corazón, os animamos a todos los compañeros a disfrutar de esta experiencia. Nosotros regresamos el día 26.
El próximo 26 de Noviembre vuelven a Ritsona para continuar con esa labor y acompañar a esas personas que tanto les han marcado. Para más información podéis poneros en contacto con la Federación Local de Valladolid. Si alguien quiere colaborar con ellos, o incluso acompañarles en este viaje, todavía está a tiempo.
Fuente: CGT-Valladolid