El principal lobby biotecnológico español, la Asociación Española de Bioempresas (Asebio), ya tiene nuevo presidente en la figura de José María Fernández Sousa, máximo responsable del laboratorio farmacéutico Zeltia. Como recordarán, Asebio dispone de su anterior presidenta, Cristina Garmendia, como ministra de Ciencia e Innovación del actual gabinete, tras la creación de dicho ministerio por el presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. En el entreacto ha ocupado el cargo de Asebio Regina Revilla, responsable de Relaciones Institucionales en España del laboratorio Merck y antigua directora general de Farmacia.

El principal lobby biotecnológico español, la Asociación Española de Bioempresas (Asebio), ya tiene nuevo presidente en la figura de José María Fernández Sousa, máximo responsable del laboratorio farmacéutico Zeltia. Como recordarán, Asebio dispone de su anterior presidenta, Cristina Garmendia, como ministra de Ciencia e Innovación del actual gabinete, tras la creación de dicho ministerio por el presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. En el entreacto ha ocupado el cargo de Asebio Regina Revilla, responsable de Relaciones Institucionales en España del laboratorio Merck y antigua directora general de Farmacia.

Revilla, según Rafael Chacón, productor del medicamento Bio-Bac (que fue retirado tras una polémica operación policial dirigida por el Ministerio de Sanidad hace cinco años y medio y cuyo juicio aún se encuentra en diligencias previas) fue la protagonista del último intento de adquirir la licencia de Bio-Bac por parte de Merck. Ocurrió poco antes de desarrollarse la Operación Brujo, como se denominó al operativo policial que actuó contra los productores del citado fármaco. Quien telefoneó a Chacón fue Regina Revilla : “Merck volvió a realizar la misma oferta que en una anterior ocasión y que ya el laboratorio Abelló había hecho con anterioridad. Por tercera vez fue rechazada nuestra petición de mantener el producto a un precio razonable si se lo vendíamos”, nos comenta Rafael Chacón.

“Estoy convencido de que entre Fernando García Alonso (por entonces director de la Agencia Española de Medicamentos y Regina Revilla prepararon la campaña de acoso y derribo de Bio-Bac. Se conocen desde hace mucho tiempo pues han coincidido en su trabajo en la Administración. Revilla quería, en nombre de Merck evitar a un competidor. Alonso fue su enlace en la institución con más posibilidades de anularlo, la Agencia Española de Medicamentos. Él inició la denuncia contra Bio-Bac en vez proceder por la vía administrativa, como siempre se hace en estos casos”, explica Rafael Chacón, que ha asegurado que las pruebas las presentará en el juicio cuando se celebre. Si es que se celebra, añadiría yo.

Esto lo cuento en mi libro Traficantes de salud para el que antes de cerrarlo, en diversas ocasiones nos pusimos en contacto con Regina Revilla para recoger su testimonio pero no nos contestó. Si hay juicio algún día seguramente Revilla tenga que ir a declarar.

Como ya lo ha hecho en un juzgado de Madrid, que hace unos meses tomó declaración a la antigua directora general de Farmacia y cuyas diligencias siguen adelante (pese a que a la jueza del asunto la patata parece que le quema en las manos). El motivo es la querella interpuesta por los padres de dos hermanos hemofílicos fallecidos por la contaminación de su sangre con el virus de la Hepatitis C. En la década de los años ochenta y hasta mediados de los noventa al menos 1.600 personas murieron al ser infectadas por el virus de la hepatitis C tras utilizar hemoderivados fabricados con plasma sanguíneo contaminado. La Administración lo sabía y lo permitió, según reconoce ahora Regina Revilla.

José Miguel Ayllón, abogado de los padres denunciantes (que han tardado diez años en poder ver cómo se tramita el caso en los tribunales de justicia), indica que lo sucedido sólo fue posible “porque Regina Revilla no obligó a retirar del mercado todos los hemoderivados y preparados que no habían sido controlados y desactivados mediante técnicas de calor a pesar de que así lo requería la Ley”. Documentos a los que he accedido demuestran que las autoridades españolas fueron advertidas por la Embajada de Canadá de la entrada en nuestro país de plasma contaminado producido a sabiendas por ciertos laboratorios.

En su declaración ante la jueza Regina Revilla intentaría justificarse diciendo que como en Europa había en esa época déficit de plasma sanguíneo para fabricar hemoderivados este se obtenía importándolo de Estados Unidos (ver más info).
Como les contaba, Revilla sólo ha ocupado el cargo de presidenta de Asebio unos meses para sustituir a la anterior presidenta y ex empresaria la ministra Garmendia. Fernández Sousa ha trabajado en multitud de laboratorios y desde 1985 es presidente del Consejo de Administración de Zeltia. Un año después fundó PharmaMar, una compañía de biotecnología líder en el descubrimiento y desarrollo de fármacos de origen marino. En 1990 fundó Genomita, empresa de biotecnología dedicada al análisis de ADN con aplicaciones de diagnóstico y en el año 2000 Neuropharma, bio-farmacéutica centrada en la investigación y desarrollo de fármacos para el tratamiento y prevención de enfermedades del sistema nervioso. De todas ellas es presidente, igual que de Sylentis, como informa PRSalud. Los presidentes de Asebio son personas poderosas en el ámbito de la industria genetista, ya sea de la farmacéutica o de la de los alimentos transgénicos.


Fuente: Miguel Jara