A juzgar por los mensajes lanzados a quemarropa los causantes de esta crisis son los emigrantes, que no vienen a trabajar, ni a malmorir, si no que vienen a gorronear las prestaciones sociales, también son responsables los trabajadores, por perezosos, protestones y arribistas, han querido tenerlo todo, casa, pan, salario.

Son responsables los médicos y de los maestros mejor ni hablamos, también los jóvenes que estudian y estudian hasta convertirse en carne de empleos precarios, los viejos, que tienen la desvergüenza de morirse a poquitos y no de golpe y porrazo. Los funcionarios, los desempleados mayores de 45, los de larga duración, los ahorradores porque ahorran, los despilfarradores porque no guardan, los que se quejan, los que frecuentan las calles y las plazas, los que se atrincheran en la rabia.

Son responsables los médicos y de los maestros mejor ni hablamos, también los jóvenes que estudian y estudian hasta convertirse en carne de empleos precarios, los viejos, que tienen la desvergüenza de morirse a poquitos y no de golpe y porrazo. Los funcionarios, los desempleados mayores de 45, los de larga duración, los ahorradores porque ahorran, los despilfarradores porque no guardan, los que se quejan, los que frecuentan las calles y las plazas, los que se atrincheran en la rabia.

Son responsables así mismo los que se visten con pantalones porque se los bajan, los que se visten con chaquetas, porque se las cambian, las que llevan vestido, abrigo, zapatos o van descalzas.

Es decir, resumiendo, lo que pretenden es que nos mordamos unos a otros, que nos señalemos con el dedo, que sembremos odio donde deberíamos juntos plantar cara.

Porque bien apretados, hombro con hombro, el mundo sencillamente podría estar en nuestras manos.

Silvia Delgado Fuentes

www.kalvellido.net



Fuente: Silvia Delgado & J. Kalvellido