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Donald Rumsfeld en la Prisión de Abu Ghraib

El presidente de EE UU, George W. Bush, ha tenido hoy palabras de respaldo para su secretario de Estado de Defensa, Donald Rumsfeld, a quien amonestó en privado la semana pasada por su responsabilidad en el escándalo de torturas en Irak. "Rumsfeld está haciendo un trabajo notable", ha afirmado Bush durante una comparecencia en el Pentágono.

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Donald Rumsfeld en la Prisión de Abu Ghraib

El presidente de EE UU, George W. Bush, ha tenido hoy palabras de respaldo para su secretario de Estado de Defensa, Donald Rumsfeld, a quien amonestó en privado la semana pasada por su responsabilidad en el escándalo de torturas en Irak. «Rumsfeld está haciendo un trabajo notable», ha afirmado Bush durante una comparecencia en el Pentágono.

En los últimos días se barajaba la posibilidad de que Rumsfeld dimitiera o fuera sustituido al frente del Pentágono. Sin embargo, el presidente de EE UU ha dejado hoy bien claro que el actual secretario de Defensa es «pieza clave» de su Gobierno. «Nuestro país tiene con él una deuda de gratitud», ha afirmado Bush y ha destacado de Rumsfeld que «ha dirigido valerosamente al país durante dos guerras [La de Afganistán y la de Irak]».


La polémica por los malos tratos se ha reavivado esta mañana después de que el ex ministro iraquí de Derechos Humanos, Abdul Basid Turki, afirmara que el administrador civil de EE UU en Irak, Paul Bremer, fue informado en noviembre pasado de que soldados norteamericanos torturaban a prisioneros. Basid Turki asegura, en una entrevista al diario británico The Guardian, que Bremer «escuchó muy bien, pero eso fue todo lo que hizo». El Gobierno estadounidense ha reconocido que tuvo conocimiento en enero de los tratos brutales y vejaciones a reclusos iraquíes.

Acceso denegado

Turki señala que en noviembre pasado pidió permiso para visitar la cárcel de Abu Ghraib, situada a las afueras de Bagdad, precisamente en el mes en el que se tomaron en ese centro penitenciario las polémicas fotos de soldados abusando de presos desnudos. Bremer le negó el acceso a la prisión.

En diciembre, un mes antes de que EE UU abriera una investigación secreta en Abu Ghraib, el ex ministro volvió a telefonear al representante de la Administración norteamericana para expresarle sus quejas por el trato que habían recibido algunas mujeres reclusas. «Se les había negado tratamiento médico. No tenían un aseo apropiado. Sólo se les dio una manta, a pesar de que era invierno», relata Turki.

En la entrevista, el ex titular iraquí de Derechos Humanos, quien dimitió el mes pasado, asegura que en el transcurso de esas dos advertencias, Bremer «escuchó muy bien, pero eso fue todo lo que hizo». Dan Senor, portavoz de Bremer, ha declarado a The Guardian que el administrador sólo tuvo noticia de la «humillación» de prisioneros iraquíes el pasado enero. Según el diario británico, las declaraciones de Abdul Basid Turki ponen en evidencia a la Coalición liderada por EE UU y al Pentágono y, además, sugieren que «ambos estaban al tanto de los abusos generalizados mucho antes de lo que han admitido».