En enero de 2009 pude conocer Caracas y su distrito metropolitano. Afirmo que viajé a trabajo y sin ningún vínculo o gastos pagados por gobierno alguno. Es importante reafirmar la condición del viaje porque, infelizmente, la capital del país de Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora, está sirviendo de lugar de romería para una izquierda latino-americana carente de referenciales y recursos. No es el caso de los anarquistas especifistas políticamente organizados, donde modestamente me incluyo.

En enero de 2009 pude conocer Caracas y su distrito metropolitano. Afirmo que viajé a trabajo y sin ningún vínculo o gastos pagados por gobierno alguno. Es importante reafirmar la condición del viaje porque, infelizmente, la capital del país de Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora, está sirviendo de lugar de romería para una izquierda latino-americana carente de referenciales y recursos. No es el caso de los anarquistas especifistas políticamente organizados, donde modestamente me incluyo.

Una de las razones de ir a Venezuela fue conocer el pensamiento y acción libertarios dentro del movimiento bolivariano. Los objetivos fueron cumplidos. Hicimos contacto con valerosos compañeros, aislados internacionalmente y calumniados por un ala escuálida que se dice libertaria. Existen militantes anarquistas, agrupados en un pequeño grupo que se alinea con el especifismo, pero aún portándose como grupo de afinidad, llamado de Teseracto Bolivariano Anarquista Salom Mesa (Teseracto). Este grupo se relaciona con dos referentes, veteranos militantes que dedicaron sus vidas a la causa ácrata, aunque por veces de forma muy heterodoxa.

Hablo específicamente de dos compas, Floreal Castilla y Mauricio Torres. El primero comenzó en el anarquismo aún los años ’60, luego tras alejarse del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR-Venezuela), organización político-militar que cogió armas en las montañas del oeste. Ya Mauricio tiene una trayectoria que inicia en 1983, siempre con mucha dedicación. Torres fue expulso de la escuela de formación de profesores y por casi veinte años trabajó de forma precarizada. De entre varias actividades, tomó parte del levante cívico de 27 de noviembre de 1992 (lo de Hugo Chávez y Pancho Arias fue en 4 de febrero de aquel año), que intentó por la segunda vez deponer el presidente corrupto Carlos Andrés Pérez.

El vínculo de los militantes del Teseracto, además de compañeros sueltos en movimientos bastante combativos, con estos dos referentes vivos, asegura la continuidad de la ideología en el país. A partir del inicio de los años ’80, el anarquismo venezolano intenta poner la cabeza para fuera de los círculos de ideas y difusión, pero con intentos de inserción social y acción directa. No faltaron errores, pero sobró generosidad política. La falta de modelos organizativos puede haber llevado a varios equívocos, pero nunca el peor error que un libertario puede cometer : la omisión política.
Después de los dos levantes de 1992, la liberación de los insurrectos en 1995 (incluyendo el propio Chávez, indultado por el Congreso) y la elección del teniente coronel paracaidista, el país cambió. La radicalización política vino en un creciente, teniendo como auge, la tentativa de golpe mediático de abril de 2002. Lo muero descendió y la barriada no dejó la derecha retomar el poder político. En las calles, de forma individual o en pequeños grupos, estaban militantes hoy reconocidos como anarquistas bolivarianos, levantando la bandera negra y roja dentro de las bases sociales movilizadas. De común los une una definición de estar junto al proceso de cambio, pero sin se alinear como chavistas y ni ingresar en la legenda oficial, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

El problema es exponer esa posición sin consistir en una alternativa política definida (como el especifismo) y con el ideal libertario contaminado por la desinformación. Construir esta alternativa política es la tarea la cual todos tenemos que ayudar.

Bruno Lima Rocha es politólogo, docente universitario y militante de la FAG

(blrocha@autistici.org / www.vermelhoenegro.org)

Observación : ese texto salió, en forma integral, primero en su versión en portugués en el periódico Socialismo Libertário, órgano de difusión del Foro del Anarquismo Organizado de Brasil (FAO), donde el que escribe estas palabras, modestamente aporta su grano de arena.


Fuente: Bruno Lima