Ayer domingo, hacia las 7,15 de la mañana, ha estallado un artefacto ante nuestra sede de la calle Àngel Guimerà. La bomba, de fabricación casera pero muy potente, estaba colocada entre dos coches frente a la entrada de nuestro local, y por azar no ha afectado a la fachada de nuestra sede, pero uno de los coches ha sido objeto de numerosos daños estructurales, además de la rotura de uno de los vidrios de la entrada de las viviendas vecina del local. La potente explosión ha conmocionado a los vecinos de la zona, registrándose pronto numerosa presencia policiaca, acordonando la zona y recogiendo muestras del artefacto.
A lo largo del día de ayer hemos estado en contacto con la Delegación del Gobierno y la propia Policía, y hemos quedado hoy por la mañana para formalizar las correspondientes denuncias y declaraciones, además de los sistemas de seguridad y protección de los compañeros de CGT y de los trabajadores que cada día realizan actividades en el local.
Este es el tercer atentado contra la sede de CGT de la calle Àngel Guimerà en pocos días. El primero fue una pintada en la misma puerta, consistente en una amenaza con símbolos fascistas. El segundo ocurrió anteayer mismo, apareciendo el local con la cerradura inutilizada, justo el día que estaba prevista (como, de hecho, se hizo) una charla-coloquio. El tercero y más grave es el atentado de ayer, que supone un salto cualitativo, porque potencialmente hubiera podido provocar desgracias personales, que por suerte no se han producido.
Estos hechos suponen una línea de ataques fascistas contra nuestra organización, y las propias instituciones y la Policía así lo reconocen. Hoy emitiremos un nuevo comunicado de valoración de los hechos y de líneas de actuación y defensa.
También queremos destacar que pasa a un segundo término el que sea la CGT el objeto de ataques fascistas en Mallorca. El importante es el hecho en sí mismo, que afecta a toda la convivencia democrática y al sistema y ejercicio de las libertades públicas y privadas. Como dijimos en el primer comunicado, todas las personas y entidades que se consideren demócratas deben sentirse aludides y agredidas por cualquier ataque fascista, y éste lo es.
La mejor manera de conservar las libertades es hacer frente al fascismo. En la CGT tenemos memoria histórica y lo tenemos muy claro : estos terroristas cobardes no alterarán nuestra manera de pensar y hacer. Hacemos un llamamiento solidario a todas las asociaciones, sindicatos, partidos y personas que se consideren defensores de la libertad, a hacer piña contra la intolerancia fascista.
Fuente: Secretariat Permanent de CGT-BALEARS