El referéndum vinculante, una de las grandes demandas populares de octubre de 2003, dejó al desnudo varias evidencias.
La suposición que éste, era un referéndum amañado, hizo sonreír a un compañero indígena, que en son de burla se preguntaba : “¿y qué elección no es amañada ?”.
El referéndum vinculante, una de las grandes demandas populares de octubre de 2003, dejó al desnudo varias evidencias.
La primera de ellas es que los autodenominados “dirigentes” sociales tienen sus días contados : a la sumatoria de fracasos de sus convocatorias desde octubre pasado, se agregan ahora las amenazas no cumplidas de desatar “la madre de todas las batallas” y “bicotear” el referéndum “quemando las urnas” y hasta “comiéndose vivo a un uniformado”.
Está claro que estos dirigentes son aún más amañados que cualquier elección o referéndum y demasiados caducos para sintonizar con los movimientos sociales de Bolivia. Envueltos en las viejas prácticas prebendalistas de dar
y recibir dinero, son percibidos como verdaderos corruptos por el grueso de las bases y, peor aún, se cuestiona y con fuerza el papel que están jugando estos dirigentes, que, en virtud de sus intereses, están dividiendo los
movimientos en varias organizaciones ; muchas de las cuales solo poseen representatividad mediática.
Este hecho, de cara al referéndum deja algo más explicitado : los movimientos sociales habrán de cobrar una nueva dinámica, visto que sus organizaciones verticalistas y sus dirigentes corruptos no pueden canalizar las demandas y
configurar un proyecto social y una estrategia de lucha acorde a sus actuales expectativas.
La segunda cosa que queda al desnudo, es el Super – Estado ó Mega – Estado que han montado las compañías petroleras, ya que no solo participaron de la redacción de las preguntas del referéndum sino que financiaron las encuestas y estudios previos para definir cuáles eran dichas preguntas ; esto, bajo el amparo de la anterior ley de hidrocarburos.
Las corporaciones del gas y del petróleo han querido asegurarse que ninguna decisión sobre la propiedad de los hidrocarburos, iba a salir del referéndum vinculante.
Sin embargo, precisamente esta ausencia de una posibilidad de decidir sobre la forma de recuperación o no de los recursos energéticos, dejó insatisfecha a una parte importante de la población, incluidos vastos sectores de clase
media, lo cual hace presagiar que, el gran combate por el gas se ha comenzado a librar de espaldas al referéndum.
La campaña por el millón de firmas para obligar al parlamento a nacionalizar el energético, se puso en marcha dos semanas antes de este referéndum, impulsada por varios grupos de compañeros que integran la “Coordinadora del
Gas” : y es que hemos definido la nacionalización del gas, no como una “estatización” sino como una socialización : una empresa de gas y petróleo
bajo control social.
Si las corporaciones petroleras han definido las bases y alcances de este Super Estado, es casi obvio, entonces, que la lucha frontal no es contra el gobierno de Carlos Mesa, representante de la derecha ilustrada y siempre proclive a ceder ante presiones sociales legítimas y de larga data (demandas de tierra y territorio de los indígenas y otras) ; sino, lisa y llanamente,
la lucha es contra las corporaciones petroleras que manejan el aparato estatal.
Lo tercero que ha quedado evidenciado, tras correrse el telón de las bambalinas y dejar a vista de todo el mundo cómo las corporaciones del petróleo compran voluntades (incluso la de “dirigentes” sociales) y cargos del Estado ; es que recuperar el control social de los recursos estratégicos, está cerca si se cuenta con el apoyo y la lucha solidaria de otros afectados por las petroleras en el continente : Argentina (los piqueteros ya han realizado algunos escarches a la REPSOL), Chile, Uruguay y Brasil, todos ellos bajo el tutelaje energético de REPSOL ; BG – BP ; TOTAL ; SEMPRA y PAN
AMERICAN ENERGY, los Gerentes de la Crisis Energética que afectó (y afecta aún) a esta parte de América del Sur.
Sin embargo esta lucha NO PUEDE ser llevada adelante con las viejas armas del bloqueo que afecta, invariablemente y sobre todo, la canasta familiar de los sectores más pobres sino, como en octubre, logrando el amplio consenso
de todos los sectores, incluida la clase media.
Recolectar un millón de firmas, iniciar vigilias en el Parlamento y en los campos gasíferos, que son territorios indígenas (la amenaza más seria que tuvo el referéndum, fue la acción directa de los guaraníes – indígenas del oriente boliviano – quienes cerraron las válvulas de los ductos hasta que no se atendieran sus reclamos de titular legalmente sus territorios), PRACTICAR
DE HECHO la vigilancia social ; realizar veladas culturales en pro de la socialización ; exigir la revisión de cada uno de los contratos firmados por las corporaciones petroleras ; exigir transparencia en cada uno de sus actos,
Planes de Desarrollo Indígena ; respeto a los derechos indígenas, etc., son algunas de las formas que esta lucha debe tomar.
Hay que contemplar que si bien existe un rechazo generalizado a estas corporaciones del gas y petróleo y sus prácticas ; y otro tanto con la
estatización del gas (que para la mayoría es sinónimo de “nacionalizar”), ello no significa que todos coincidan en el concepto de “socializar”. Por el contrario, existe una gran desorientación, todavía. De aquí que todo este tipo de acciones : de concientización, de presión social, etc., sean válidas.
El referéndum tuvo la virtud de sacar los trapos al sol del gobierno, de los aprendices de caudillos y de las petroleras.
La abstención, votos en blanco y nulos (casi el 45%) es una cifra que deja poco margen para un análisis serio : pensemos simplemente que con un padrón depurado para las elecciones presidenciales de hace 2 años, hubo un ausentismo de casi el 48%, lo cual significa que hubo menos ausentismo en el referéndum que en las presidenciales del 2002.
A este padrón habría que depurarlo con los que han emigrado del país en busca de días mejores (se estima en 500.000 a 1.000.000 de bolivianos en los últimos 2 años), para tener una idea real del ausentismo.
Por otra parte, al ausentismo, boicot, voto en blanco y nulo, han llamado varias fuerzas de la derecha política y empresarial, amén de los conocidos COB – NFR(1) (quienes mantienen un pacto para derrocar a Mesa y dar la
presidencia al ex – capitán Reyes Villa), a partir de lo cual es muy difícil entender a qué sector atribuir el ausentismo y votos nulos.
Los “vencedores” de este referéndum, el gobierno y las corporaciones petroleras, según las izquierdas recicladas del país ; podrían en verdad ser los vencidos ya que en Bolivia, los procesos sociales no quieren respetar tiempos lógicos ni acumulación de fuerzas y los diferentes sectores ya hemos perfilado la estrategia de “nacionalizar es socializar”, mientras los dirigentes juraban que iban a quemar las ánforas.
Por su parte, los otros “vencedores” en este referéndum (las dirigencias sociales, según sus propios cálculos en base al ausentismo, etc.) podrían transformarse en los primeros derrotados, si, como se vislumbra, las bases
de estos movimientos deciden finalmente expulsarlos de su seno.
Desde esta perspectiva, el Referéndum tuvo un ganador impensado : la gente, que ahora tiene elementos en su mano para reconfigurar sus organizaciones, estableciendo formas de auto – organización y un proyecto social y político
claro : autogestión comunitaria.
El “SÍ”, que pareciera marcar la pírrica victoria del presidente Mesa, no puede leerse de otra forma como no sea un explícito apoyo de la gente a la democracia, frente a la alternativa de un escenario autoritario (golpe militar, cívico militar, enfrentamiento civil, etc.).
En Bolivia, más que nunca, las ideas sociales más avanzadas, están siendo tomadas por los sectores indígenas del Oriente, mismo frente a la potencia de otras fuerzas sociales que aún no logran extirpar las sanguijuelas que le
están chupando la sangre, dividiendo el poder de sus organizaciones y tergiversando sus demandas, aspiraciones y sueños.
(1) : Central Obrera Boliviana, (liderizada por el torturador de la última dictadura, Solares) – Nueva Fuerza Republicana, partido de derecha
nacionalista, liderizado por el ex – golpista Manfred Reyes Villa.
Quilombo Libertario
Abraham Ender
Par : rr.ii.