Hace unos años leía conmocionado el pequeño, pero gran libro ; enorme, gigante, de Pere Foix, “Los Archivos del Terrorismo Blanco. El Fichero Lasarte. 1910-1930”, donde nos ilustra sobre las acciones oscuras y ocultas que desde el poder de aquellos tiempos se produjeron.
Eran años duros. Donde la democracia era un sueño inalcanzable, pues todo se debatía socialmente en sobrevivir y sólo unos valientes que arriesgaron sus vidas porque aquella terrible situación cambiara. Que plantaron cara a la realidad que los estrangulaba. Según Foix, más de cuatrocientos de estos hombres y mujeres, fueron liquidados, suprimidos, borrados de este mundo por salirse del guión y por pensar que era necesario que imperase la justicia (la verdadera, no la escrita) y combatir en una lucha desigual lucha su impuesto destino, como están haciendo en estos momentos los saharauis.
Los más representativos de este ejército de desheredados fueron abatidos principalmente en Barcelona, donde se centraron estos hechos que les comento. El Fichero Lasarte, donde figuran los nombres de estos seres que menciono ; por señalar alguno que les suene, a Salvador Seguí, “El noi del Sucre” al quien consideraban más peligroso por su credo, que a otros más extremos en sus acciones por empuñar las armas. Él, también fue víctima más de aquella Guerra Sucia y asesina que se originó desde el Estado porque hombres como el ex presidente socialdemócrata (como optó por cambiar de chaqueta de socialista a su llegada a la Moncloa, señor González) deciden quien es un peligro y quien no lo es para ordenar su exterminio (o su salvación) a sus sicarios legales.
No es una casualidad, ni que esto haya sido una coincidencia con las memorias del ex presidente norteamericano Busch en el capítulo que le dedica con fingida aflicción que no se cree ni su madre, a su ocupación militar en Irak con las de nuestro ex presidente González. Todo este traje parece cortado por el mismo sastre. Las justificaciones del ex presidente inglés Blair sobre el conflicto y el silencio cobarde del ex presidente “Ansar”. Si reflexionamos un poco (no se trata de auto producirse un derrame cerebral) el lector observará, si es también un poco sagaz, que se sigue actuando de la misma manera. Y lo más grave es tener que presenciar los aplausos de algunos de sus cómplices que ya pasaron por cárceles y encubrieron con lealtad sombría al Señor X (Felipe González) en su implicación, ahora manifiesta en el GAL, y que, asesorado seguramente por duchos en leyes, ahora, se ha atrevido a revelar. Ahora que nadie le tose para encerrarle ya que el Pueblo está anestesiado por el miedo. ¿Cómo van a imputarle, si han rechazado la diligencia abierta y cerrada inmediatamente al juez Garzón cuando se ha atrevido a sugerir abrir causas por los crímenes del franquismo siete décadas después ? Es posible que ese poder que no figura en las listas de los partidos, pero que los financia y absuelve cuando es preciso, sea quien haya maquinado este alarde de valentía del señor González…
Lo peor es saber, que, quien sea el rostro que nos muestran como líderes gobernantes cada cuatro años los carteles electorales, no son más que los dibujos publicitarios de unos privilegiados que desde la sombra de esta colmena, son los que realmente tienen el timón de nuestras vidas y de nuestras muertes.
Benjamín Lajo Cosido (memorialista)