¡Así que Bill Clinton quiere que Obama nos hable con optimismo sobre la economía
estadounidense ! No nos sorprende saliendo de la boca del promotor de un sistema
frívolo y desastroso de globalización que ha puesto a este país, que él lideró por
ocho años, de rodillas en cuanto a su economía. No obstante los millones de
trabajos de poco pelo que ayudara a crear, y que su partido tanto cacarea, también
presidió en el éxodo de millones de puestos bien remunerados en la industria.
puestos que en su día hicieran de este país una potencia industrial, sus ciudadanos
orgullosos como productores. y no un enjambre de prestatarios y descerebrados
consumidores.
Como bien dijera nuestra legendaria Molly Ivins (q. e. p. d.) refiriéndose a Bill
Clinton, «Tan solo un idiota o un Republicano puede toparle de liberal». Ahora el
sequito del ex presidente se ha convertido en el cuerpo de consejeros de Obama, el
engranaje de ese famoso «cambio» que para un viejo progresista como yo constituye
uno de los más graves chistes de mal gusto que se le haya perpetrado al electorado
norteamericano.
Ha terminado siendo una corta luna de miel en cuanto a expectaciones, un rápido
eclipse de esperanza ; y apenas un mes después de su inauguración como
esperanza-en-jefe para todos, no solo estadounidenses sino también otros ciudadanos
del planeta, que me resigno al hecho que tras ocho años de lucha contra la idiotez y
maldad de un genocida como Bush, ahora los progresistas debemos confrontar cuatro
años de «menor maldad» bajo el liderazgo de Obama.
Mi desilusión ha ido creciendo en este corto periodo de un mes comenzando por una
política exterior sin cambios sobre el Oriente Medio, y una posición absurda al
escalar una guerra-de-perder en Afganistán – o su falta de voluntad en ayudar a
procesar a los criminales del gobierno previo empezando con el propio George W.
Bush. Ahora Obama nos trae una receta para la crisis económica que no es otra cosa
sino una reenvoltura de un capitalismo infectado y cansado para un pueblo con el
cerebro lavado que hasta la fecha no se le ha dicho la verdad : que ha estado
viviendo por mucho tiempo por encima de sus medios productivos.
Es de esperar que estas fechorías económicas descubiertas este pasado año sean
suficientes para poner fin a esta democracia grotesca que ensalza las virtudes del
capitalismo en esta catedral global donde se rinde tributo a la Todopoderosa
Avaricia.
Ladrones, timadores, empresarios del engaño y manipulación financiera así como los
falsificadores prepotentes que han circulado por Wall Street, han probado una vez
mas que al final de cuentas son los maneja-dineros los que rigen nuestras vidas ; y
que estos sacerdotes y diáconos del Templo Capitalista son peores, sin conciencia o
humanidad, que los cambistas de moneda que hace dos milenios Jesucristo arrojara del
Segundo Templo de Salomón.
Lo que estamos viendo no son excesos o criminalidad de unos pocos en Wall Street,
mas bien es la corrupción de un total sistema económico permitido regirse a si
mismo ; un sistema económico con un sentido acelerado de supervivencia darvinista.
No solo es ese 1 por ciento que representa a la elite, sino ese otro 9 por ciento de
escuderos empresariales que soporta a esa elite y en el proceso recogen sus migajas.
A diario veo muestras de su éxito en mis salidas matinales de footing al pasar
frente a sus mansiones con vista al Río Columbia. muchas de estas opulentas
residencias pagadas con comisiones de transacciones ilícitas y vergonzosas en bienes
raíces. No es milagro que esa quimérica «propiedad de vivienda», estos días con
hipotecas muy superiores a su valor real para un tercio de los «propietarios», haya
sido hasta ahora considerado por el capitalismo estadounidense como su pilar. hoy
desmoronándose.
Y ahora nos encomendamos a políticos-gobernantes para que nos saquen de esta gran
crisis económica, crisis que esos mismos políticos crearan con su insuficiencia, no
importa que su adherencia política fuese con uno de los dos partidos que se alternan
en el poder : la derecha. o la ultra-derecha ; una crisis económica que ha reemplazado
las prioridades existentes sobre guerras y genocidio.
Aquí estamos con un nuevo director de orquesta, Barack Obama, moviendo su batuta al
compás de una música que no ha sido escrita con sonidos frescos sino plagiados, pero
con el imprimátur de la América Corporativa para su nuevo director. Y como tontos,
en noviembre creíamos ser nosotros, el pueblo, quien estaba contratando a un
fascinante director con nuevas partituras. y todo lo que logramos no ha sido otra
cosa que el poder escuchar la misma música de antes, aunque con un nuevo tempo.
A decir verdad, todo lo que nuestros gobernantes están haciendo es apuntalar un
sistema capitalista repugnante que ha fracasado de la forma más miserable. A una
economía no la estimulas con resultados positivos a largo plazo simplemente por
medio de los sempiternos gastos, mas aun cuando tales gastos se hacen con dinero
prestado, creando otro nivel artificial más que eventualmente traerá consecuencias
mucho peores. Al norteamericano se le pide que contribuya con lo que tiene, o lo
que sus hijos/nietos tendrán en el futuro, para de esta forma poder salvar el honor
del capitalismo no importa que en ese proceso los políticos y elite adinerada, los
caballeros y escuderos de hoy día, le dejen sodomizado. Una vez mas las ovejas
serán trasquiladas y por enésima vez las arcas de los ricos se volverán a llenar. y
nuestra progenie esclavizada terminará pagando el pato.
© 2009 Ben Tanosborn
Bailouts and stimuli : A repackaging of America’s capitalism
So Bill Clinton wants President Obama to talk optimistically about the US economy !
Little surprise coming from a promoter and cheerleader of a frivolous and disastrous
system of economic globalization that has helped bring the nation he led for eight
years to its economic knees. For all the millions of penny ante jobs he helped
create, still touted by his party as a «great feat,» he also presided over the
exodus of millions of high-paying, manufacturing blue collar jobs. the jobs that
made the United States the industrial power it once was, and its people a proud
nation of producers, and not just a swarm of borrowing, brainless consumers.
How well the late Molly Ivins, journalist-extraordinaire, had this articulate Bill
Clinton character pegged when she said, «No one but a fool or a Republican ever took
him for a liberal.» Now the former president’s old political entourage has become
the advisory group for Obama, the cadre with greased gears for «change,» which for
an old progressive like me represents one of the greatest deceptive jokes ever
perpetrated on the American electorate.
It has been a short honeymoon of expectations, a quickly eclipsing hope ; and barely
a month after his inauguration as hope-in-chief for us all – Americans at least, and
many would include other citizens of the world – I am resigned to the fact that
after eight years of duking it out with pure idiocy and evil, the genocidal Bush,
there are now four years of «lesser evil» waiting for progressives of my ilk under
the leadership of Barack Obama.
Just as my disappointment grew at the prospect of an unchanging foreign policy
toward the Middle East, and a current absurd position escalating a no-win war in
Afghanistan – or his unwillingness to help prosecute criminals in the past
administration, starting with George W. Bush – this president’s economic
prescription for the ongoing crisis is nothing short of an unfair repackaging of an
infected, tired capitalism for a brainwashed people that to date have not been told
the truth : that they have been living beyond their productive means for way too
long.
One would expect that economic misdeeds discovered during the past year would be
enough to put an end to a farcical democracy that chants all the virtues of
capitalism in this global cathedral where tribute is paid to Almighty Greed.
Thieves, Ponzi-artists, MLM entrepreneurs, Wall Street currency counterfeiters
masked as conservative bankers, and business crooks of all sorts, have proven once
again that at the end of the day it is the money changers who rule our lives ; and
that these priests and deacons of Capitalism’s temple are worse, far more
conscienceless and inhumane, than those merchants of two millennia ago that Jesus
Christ would throw out of Solomon’s Second Temple.
What we are seeing is not the excesses or criminality of a few in Wall Street, but
the corruption of an entire economic system left to police itself ; an economic
system with an accelerated sense of Darwinian survival. Not just the 1 percent
power elite, but that other 9 percent of «enterprising» squires who carried their
bid and benefited in the ugly process. I get to see the squires’ outward sign of
success as I jog in the morning past their mansions overlooking the Columbia River.
a good many of these opulent homes built from illicit commissions made on real
estate. that had more of imaginary thievery than real worth. Little wonder that
home ownership – even if negative as it’s the case today – is the crumbling pillar
that capitalism has always used in the United States.
And now our ruling politicians (whether elected, selected or crammed down our
throats), have been entrusted with fixing the economic crisis that their inadequacy
helped create ; an economic crisis that has replaced all prior urgency in dealing
with war and genocide. What a fiasco this is turning out to be !
So here we are with a brand new orchestra leader, Barack Obama, moving a baton to
the music written not by a composer of fresh sounds, but the plagiarist of same
musical excerpts picked by Corporate America as their new conductor. Here we were
last November thinking that we were hiring an enthralling conductor with a new
score. and all we have for our aspiration is the replay of the same old notes with a
new tempo.
In truth, all our politicians are doing is propping up an abhorrent capitalist
system that has failed in the most miserable way. You do not properly stimulate an
economy through spending alone and definitely not by political payoffs ; not by
creating one more artificial level from which to fall with ever more dire
consequences. American taxpayers are being asked to honor this capitalism while in
the process they are being sodomized by politicians and elite of moneychangers, the
same knights and squires of old. Once again the sheep will be fleeced and for the
nth time the coffers of the wealthy will be replenished. and our enslaved progeny
will have to pay the price.
© 2009 Ben Tanosborn
Fuente: ben@tanosborn.com | www.tanosborn.com