El que un político sea elocuente e inteligente, y que diga lo que amigos y hasta enemigos quieran oír, no implica la existencia de sabiduría, ni tampoco liderazgo. Acabamos de “instalar” un tal político-virtuoso en la Casa Blanca para llevar las riendas de esta nación, y desde el primer día tras los votos haber sido contados, todas y cada una de las decisiones que Obama ha tomado aparentan tener como fin un resultado positivo en la circunscripción electoral ; al diablo que la credibilidad se ponga en duda… o el regirse por lo que es apropiado y moral.
Obama se esta transformando en un centrista consumado dentro de nuestra política. Si el Papa predica desde el centro, Obama demostrará a los norteamericanos que él es más papista que el papa. No necesariamente centrista en ideología o moderación, mas bien centrista con respecto al voto… la opinión norteamericana, buena o mala, moral o amoral. Y le está dando resultado, como ocurrió con Bill Clinton ; después de todo, es la misma camarilla de susurradores que tuviera su predecesor Demócrata. Sin duda alguna, Obama se está convirtiendo en un político indiscutiblemente realizado.
El tan anticipado proveedor de cambio para EEUU, Obama aparenta llevarnos no por el sendero de cambio para el país sino el cambio desagradable por el que personalmente está pasando. Sus apologistas, y son muchos de mis amigos progresistas los que están en ese grupo, nos indican que Obama tiene un plan maestro que transciende a esas capitulaciones en cuestiones progresistas y/o morales ; pero eso no es sino una mezcolanza de simple esperanza y racionalización cuantiosa de su parte. Tras tres meses de esa misma consagrada mierda, me he cansado de disculparle una y otra vez… sintiendo que en muchos aspectos poco difiere de lo que hubiera hecho George W. Bush, y que lo único que está haciendo es refrescando el cuarto con una capa de pintura cuando éste requiere una total redecoración.
¡Así que Obama tuvo que botar al general David McKiernan de su puesto ! Bueno, ¿y que ? Eso y cosas muchos mas desagradables se requieren de quien gobierna a esta Republica monárquica para que el espectro de nuestras legiones continúe en vigor por el planeta. El que un nuevo general asuma el mando en la tierra de los pasthunes no creo cambie el curso, o el resultado, de la guerra en Afganistán, pero si le da un paso mas a Obama en demostrar que no es antimilitarista.
Un paso que ha sido seguido por una carrerilla tras que el presidente capitulara a los deseos del Pentágono de que se negase permiso para publicar las fotos “abuso-tortura” de la fuerza militar norteamericana en Irak, algo que los tribunales habían concedido al ACLU (Unión de Libertades Civiles Estadounidenses). Nadie se atreverá acusar ahora a Barack Obama de ser un Cesar “menor”, un pobre comandante-en-jefe, con respecto a sus predecesores. O por lo menos eso es lo que Obama cree. El permitir que la suerte de Irak y Afganistán estén de hecho en las manos de los militares terminará siendo uno de los errores mayores de su presidencia.
Seamos realistas, los políticos clave, sean Republicanos o Demócratas (digamos la Presidenta de la Cámara de los Diputados Pelosi), no fueron engañados por Bush en lo que es waterboarding (submarino) y otras formas de tortura. Ellos, como la inmensa mayoría de sus constituyentes, dos-tercios de acuerdo con las ultimas encuestas, no les importa un pito el denunciar tal tortura o el salvaguardar los derechos humanos de los no-estadounidenses, particularmente aquellos cuya etnicidad no tiene un buen reflejo en nuestro espejo nacional. Esta cuestión ha sido tan divisiva en EEUU hasta el punto que ese tercio minoritario que está en contra de la tortura – y pro derechos humanos – ha tenido que recurrir a la base lógica de que la tortura no debe usarse por no ser eficaz… en vez de decir que la tortura no se puede usar por ser algo inhumano. No hace falta que digamos que el argumento de ser internacionalmente ilegal sirve de poco para un pueblo que no acata leyes que se adopten mas allá de sus fronteras.
Nuestro aparente desdén por los derechos humanos, cuando estos aparentan estar en conflicto con nuestra forma de vida, es atroz ; pero aun mas aborrecible es la forma prejuiciosa en que damos un valor tangible a la vida humana, “nuestras vidas, y las de ellos”. Al número de victimas civiles afganas que recientemente han pasado a ser daño colateral en el conflicto se las ha asignado un valor de $2.000 por muerto y $1.000 por herido grave – Karzai asignando esa cifra a petición nuestra. Compara esas cifras con la media de $3.100.000 por victima de la tragedia del 9/11. Ahora puedes mirarte en el espejo y hacerte la cuenta que estás viendo a 1.500 afganis. Un recordatorio de mal gusto de lo que ha llegado a ser una nación belicista con una sociedad consumista.
En cuanto a Obama, su manejo de la economía nos demuestra que el presidente no es enemigo del capital corporativo… gracias a una camarilla de políticos y economistas mas concernidos con mantener el capitalismo en su forma actual que con rescatar a nuestra economía violada por un capitalismo rapaz, o el futuro de nuestros progenies.
¡Como quisiera tener que tragarme estas palabras ! Que al final de cuentas este presidente nos probase que estoy en total error, demostrando que nos trae el cambio que este país necesita, y llevando a juicio a ese gobierno anterior que con su orgullo y criminalidad trajo vergüenza y ruina a esta nación.
No, Señor Presidente, no podemos seguir adelante sin mirar para atrás, como Vd. sugiere ; no podemos seguir adelante hasta que reconozcamos, aceptemos y reparemos el daño criminal que se ha incurrido en nuestro nombre durante estos últimos años. Todos esos viajes al comienzo de vuestra presidencia, o la entrevista inicial dada en al-Arabiya TV, serán vistos por el mundo simplemente como palabrería.
© 2009 Ben Tanosborn
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Obama becoming a consummate politician
For a politician, being articulate and intelligent, even when saying the “right things” to please friends’, foes’ and fence-sitters’ ears, does not imply existence of wisdom or, for that matter, leadership. We have just placed such a politician in the White House to take on the reins of this nation, and from day one after the votes had been counted, each and every decision Obama has made seems as if done solely with the aim of achieving a net positive result in overall political constituencies ; credibility… or “doing the right thing”… be damned.
Obama is quickly becoming the consummate centrist in American politics. If the Pope stands in the center, Obama is going to show Americans that he is more papist than the pope. Not necessarily centrist in ideology or moderation, but centrist with respect as to where the vote is… where Americans stand, right or wrong. And he is succeeding, just like Bill Clinton did ; for, after all, Obama chose to have the same group of whisperers as his Democratic predecessor. He is becoming the supremely accomplished politician.
A presumed purveyor of change for America, Obama is showing us not so much the road to change for the nation but how he is personally accepting unsavory change. His apologists, many of my progressive friends among them, may say that there is a master plan behind the president’s surrendering on many progressive and moral issues, but that is only hope mixed with tons of rationalization in their part. I, for one, have had it apologizing for Obama’s decisions time and again… and feel that he is proving to be, in many respects, little better than George W. Bush was, trying to satisfy us with a fresh coat of paint in a room that cries for complete redecoration.
So Obama had to sack Gen. David McKiernan ! Heck, that’s just but one of the many unpleasant things the ruler of this monarchist Republic must do to keep the specter of our legions alive throughout the world. A new general assuming command in Pashtun-land is unlikely to change at all the outcome of the war there, but it does go a needed step farther in proving that Obama is not an anti-militarist.
A step which has now been followed by a short run as the president capitulated to the wishes of the Pentagon by denying permission to the publishing of those “abuse-torture” pictures of the American military in Iraq that the courts had conceded to the ACLU (American Civil Liberties Union). No one now will dare accuse Barack Obama of being less of a Cesar, a less worthy commander-in-chief, than any of his predecessors. Or so poor Obama thinks ! Keeping the fate of Iraq and Afghanistan de facto in the hands of the military will turn out to be a major mistake in his presidency.
Let’s face it, key politicians whether Republicans or Democrats (read, House Speaker Pelosi) were not misled by former president Bush on waterboarding and other forms of torture. They, like the overwhelming majority of their constituents, two-thirds on the basis of recent polls, don’t very much care about denouncing torture or safeguarding the rights of non-Americans, particularly those whose ethnicities don’t reflect well in our national mirror. The issue has been so divisive in the United States that the one-third minority which stands against torture – and for human rights – has had to resort to a rationale which states that torture shouldn’t be used because it doesn’t work… rather than say, torture must not be used because it is inhumane and wrong. Needless to say, the argument that it is illegal by international law is of little consequence for people who accept no laws adopted beyond their own frontiers.
Our apparent disdain for human rights, where they appear in conflict with our desires and our way of life, is appalling ; but even more abhorrent is the prejudicial way in which we place a tangible value in a human life, “ours versus theirs.” The number of Afghan civilian casualties which are recently becoming collateral damage in our killing sprees, mostly women and children, are being assigned a value of $2,000 per death and $1,000 per major injury – Karzai no doubt placing such value at our request ! Try and compare those figures with the $3.1 million average per victim of the 9/11 tragedy. Now you can look in the mirror and see yourself as being worth 1,500 Afghans. A very sick reminder of what our warmongering, consumerist society has become.
As for Obama, his handling of the economy should have already shown that he is far from being anti-business… anti big-business, that is… thanks to a cadre of status-quo politicians and economists far more concerned with saving capitalism in its present form than with rescuing our raped economy and the future of our progenies.
Oh how I wish I would have to eat my words ; that at the end of the day, this president would prove me wrong ; truly change the course of this nation, and help bring to justice those criminals in the past administration that brought this nation to shame and ruin.
No, Mr. President, we cannot move on, as you keep suggesting ; not until we recognize, accept and make amends for all the criminality incurred in our name during the recent past. All those trips you made overseas at the onset of your presidency, or the interview at al-Arabiya TV, will be seen by the world as nothing but empty palaver.
© 2009 Ben Tanosborn
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