Hace dos semanas recibí la publicación trimestral Assets de UCLA Anderson School of Management. Me asombró y desconcertó leer allí que la recesion, que lleva casi un año en el país, no se daba por comenzada. Sentí ganas de devolver el diploma (MBA) que hace cuatro décadas me diera esta prestigiosa universidad, firmado por Ronald Reagan, el entonces gobernador de California ; pero recapacité y, mas calmado, desistí.
Se nos viene diciendo que este es un simple ciclo económico que debemos acatar ; lo cual es la mentira padre. Lo que nos espera es retraimiento y periodo de rehabilitación seria por años debido a la avaricia extrema y el consumismo obsceno motivado por un capitalismo predatorio que ha llegado a su cenit durante el gobierno de Bush.
Quizás el orgullo cívico norteamericanos llega a su apogeo al recitarse la ultima frase del discurso de Lincoln en Gettysburg : “y que este gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, jamás perecerá de la tierra”. Excepto que nuestro gobierno ni es del pueblo, ciertamente no por el pueblo y definitivamente no para el pueblo. Por lo menos a nivel federal las tres ramas gubernamentales – ejecutiva, legislativa y judicial – en la mayoría de las ocasiones atestiguan la existencia de tiranía por una pequeña elite.
No es confianza lo que la economía y sus instituciones requieren. Eso viene de por si a una sociedad donde unos nos preocupamos y cuidamos del bienestar de los demás como si fuera un deber. Es honestidad, y no pseudo-confianza, lo que se debe pedir ; y exigir, si es necesario a punta de pistola… la pistola siendo la verdad. Sin honestidad en el gobierno y la prensa, que es nuestra enfermedad estos días, el capitalismo nos ha trasformado en una sociedad de rapiña. Nuestro propio Ronald Reagan hubiera estado muy orgulloso de todos al poner a la avaricia en el más elevado pedestal.
Nadie quiere que el pánico reine ni aquí ni en cualquier otro lugar del mundo ; pero tampoco queremos continuar viviendo en el engaño sobre las realidades que nos confrontan hoy día. El capitalismo bajo el que hemos estado viviendo por mas de dos décadas en EEUU como ha infectado heridas en todos los tentáculos de la economía, los cuales han llegado al estado de gangrena ; así que o cortamos esos tentáculos y dolorosamente crecemos otros con determinación y gran esfuerzo, o enterramos a ese capitalismo de una vez para siempre y le reemplazamos con un sistema menos propenso a esa enfermedad-avaricia ; un sistema con garantías que regulen y prevengan el que cuatro quintos de la sociedad sea timada por el otro quinto. Pongamos fin a ese “caveat emptor” (cuídese el comprador) que se ha adoptado como mantra por aquellos que insisten el timar al prójimo es su undécimo mandamiento, todo bajo la mascara de individualismo fuerte ; echando la culpa al pobre por su carencia de responsabilidad personal… cuando es el ladronicio la raíz de todo el mal.
Como posmortem al último acto del congreso, delictivo y carente de previsión, y con una factura de casi un billón de dólares… para empezar, un intento de rescate que de poco servirá al ciudadano poco próspero, queremos postular el porqué no ayudará a nuestra economía, ni nos pondrá en buen camino de recuperación económica :
- Esos $700.000 millones aplicados a “la cima” harán poco o nada para abrir surcos de crédito adicionales a los sectores productivos (eficientes) de la economía, o dará ayuda alguna para mejorar la infraestructura de la nación. Servirá tan solo en sostener estructuras financieras sumamente débiles o ya desmoronándose. Además aun quedan mas de $6 billones de riqueza “fantasía” que mas tarde o mas temprano tendrán que desaparecer – por lo menos $2 billones mas en la vivienda ; $1 billón en propiedades comerciales ; y $3-4 billones en los mercados financieros – y eso tan solo en EEUU.
- A los norteamericanos se les ha estado haciendo creer que existe cierta magia en ser propietario de bienes raíces, algo así como una clave abracadabra para abrir el cofre donde la riqueza se multiplica por si sola. Aun personas de lo más razonable a quienes les resbala el timo, se dejan llevar por su avaricia. Cuando el valor sube en la vivienda, no importa el motivo, la elasticidad tiende a ser alta ; sin embargo, el precio de la vivienda al existir una desvalorización general tiende a ser bastante inelástico siempre y cuando el propietario no se vea forzado a vender. Eso hace que la desaparición de esa riqueza “fantasía” sea lenta y psicológicamente más aceptable si se liga esa bajada de valor a la subida en inflación, aunque el resultado económico termine siendo el mismo o aun peor.
- El deterioro en valor de bienes raíces comerciales se llevará con mayor rapidez que el de la vivienda dado el enfoque más racional, o menos emocional, del propietario comercial en cuanto a la imparcialidad en la valorización. Una vez que el consumo se reduzca a un nivel apropiado que será determinado por la productividad y no una riqueza ilusoria, o un crédito irresponsable, nos veremos con un uso efectivo de esas propiedades comerciales de todo tipo que apenas pasará del 60 por ciento ; lo que forzará una parada en seco con muy poca oportunidad de un desarrollo significativo en el sector de construcción por varios años.
- Con utilidades diezmadas y dada su naturaleza de país económicamente maduro, como lo son los otros países del primer mundo, y con los múltiples también en decline dado un crecimiento mas modesto en el producto bruto, la capitalización de los mercados estadounidenses indicará valores realistas y sobrios, que harán que los índices financieros bajen en un 30 por ciento o mas en EEUU durante el próximo año. Eso implicaría el despojarse de unos $3 billones más de inversiones “fantasía”.
Legisladores en el congreso que optaron por malgastar esos $700.000 millones, tirarlos a un pozo sin fondo, bien fuera por ignorancia bien intencionada o, mas probable fuese, por su deseo de servir a quienes hacen posible el que tengan esos puestos, merecen el desdén del pueblo, y el que se les niegue su reelección. Tristemente entre ellos hay dos senadores (McCain y Obama) los cuales aspiran ser elegidos en cuatro semanas al puesto de comandante-en-jefe, tanto en lo militar como en lo financiero.
El gobierno de Bush, el Banco Central y Wall Street llevan años riéndose del pueblo y tratándolo de estúpido. Con suerte, Wall Street pueda convertir esta estupidez en un nuevo instrumento financiero, digamos un CEP (Certificado de Estupidez Popular) y crear unos cuantos billones de dólares más en esa riqueza de idiotas.
A veces creo que insistimos en no querer saber lo que está pasando. El índice Dow Industrials rompió ese numero psicológicamente critico de 10.000… y luego vendrá el 9.000 y después el 8.000 ; y a todo esto los predadores económicos continúan rampantes entre nosotros sin que nadie les eche mano.
© 2008 Ben Tanosborn
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It’s our unregulated capitalism, stupid !
Two weeks ago I received a copy of Assets, a quarterly publication by UCLA Anderson School of Management. To my amazement and disbelief, I read in it that we have yet to enter recession, the same one that we’ve been experiencing for almost a year. I felt like calling Fed-Ex to quickly return to this prestigious institution an MBA diploma awarded to me four decades ago, one signed by Ronald Reagan, then Governor of California.
So you’ve been told that this is just another economic cycle you must endure, eh ? Don’t you believe it ; not for a minute ! Years of consumerism withdrawal and very serious economic rehabilitation await us thanks to past extreme greed and a predatory capitalism that reached its zenith during Bush-Son’s occupancy of the White House.
Perhaps the greatest sense of civic pride that Americans have always had is the belief in Lincoln’s dictum stating in the final sentence of his Gettysburg Address : “—and that government of the people, by the people, for the people, shall not perish from the earth.” Except that ours is neither a government of the people, certainly not by the people and most definitely not for the people. At the federal level at least, our executive, legislative and judicial branches attest, for the most part, to the existing tyranny of an elite few.
It’s not more confidence that we need in our economy and its institutions. That comes effortlessly to a society where neighbor takes care of neighbor, and the well-being of any one individual becomes unquestionable duty for the rest of us. It is honesty, not pseudo-confidence, which needs to be promoted ; mandated if need be, at gun point – where gun is truth. Without honesty in government and the mainstream media, which is our nation’s malady these days, capitalism has transformed us into a predatory society. Our very own Ronald Reagan would be proud of us, for we have won one for Greed… and that for him would’ve been even better than winning one for the Gipper.
Nobody wants a state of economic panic, not here in the US or anywhere else in the world ; but neither do we want to continue living in deceit to the realities that we face today. The capitalism we have lived under for well over two decades both in America and in “let’s-imitate-America” elsewhere, has had an infected wound in each tentacle of the economy, all of which have finally reached the gangrenous stage ; so we either cut those tentacles off, and painfully grow new ones with determination and a strong effort, or bury capitalism once and for all and replace it with a system less prone to this greed-disease – one with regulatory safeguards to prevent four fifths of society from being ripped off by the other fifth. Let’s put an end to that “caveat emptor” (let the buyer beware) which has been the adopted mantra for those who insist in economically screwing their neighbor, all under the mask of “rugged individualism” and an excuse in blaming the poor for lack of personal responsibility… when thievery is at the root.
So as a post-mortem to another act by Congress of improvident malfeasance, almost a trillion dollar’s worth… “for openers,” a worthless rescue effort for non-affluent America, we want to postulate why it won’t work… in getting the economies of this nation, as well as others infected by ours, to improve at all ; much less to march on the right course :
- Those $700 billion applied at “the top” will do little or nothing to open additional credit channels to the productive (efficient) sectors of the economy, or the much-needed help required in upgrading the nation’s infrastructure. Much of it will only serve to prop up financial structures that are already weak and collapsible, and little positive help will filter down. After all, there are still upwards of $6 trillion in “make believe wealth” that somehow, rapidly or slowly, needs to decompose or disappear – at least $2 trillion in housing ; $1 trillion in commercial properties ; and $3-4 trillion in the financial markets – and that’s just in the United States !
- For years Americans have been led to believe that there’s economic magic in owning real estate, an abracadabra code to open the vaults to self-multiplying wealth. Even people rational enough not to believe such Ponzi scheme, were also sufficiently greedy to go along playing musical chairs. Thus a belief in an ever increasing value for their homes became very elastic on the way up ; but now, accepting the fact of that value disappearing has become very inelastic and most people are unwilling to “sacrifice” selling their homes at that intersection of supply, demand and its resulting price. That is likely to tie the disappearance of “make believe wealth,” a good portion of it, to inflation ; for that is, psychologically, far more acceptable even if it bears the same or worse end-results.
- Deterioration in the value of commercial real estate will take hold at a much faster pace than with residential given a more rational approach in business to the reality of what value is. And soon, as consumption shrinks to its proper level, one determined by productivity and not illusory wealth or irresponsible credit, we’ll see ourselves with an effective use of our buildings (malls, restaurants and myriad other structures) probably at not much beyond 60 percent which brings overall new development almost to a screeching halt with little chance for resumption of meaningful construction in this sector for some years to come.
- As profits are decimated for an economically mature America, and much of the industrialized world, and earnings multiples also decline because of slower GDP growth, the capitalization of our markets will show sober, realistic values which are likely to bring financial indices down 30 percent or more in the next year. In the US, that would mean shedding another $3 trillion in investments.
Legislators in Congress, who voted to throw $700 billion of taxpayers’ children’s added debt into a bottomless well, whether because of well-meaning ignorance or, more likely, their servitude to those who purchase their jobs at Capitol Hill, deserve the scorn of the people and should not be reelected. Sadly for us, among them are two senators who aspire to become in four weeks commander-in-chief of both military and financial affairs.
The Bush administration, the Fed and Wall Street, accompanied by the Bullish-on-America Choir of financially-challenged boys and girls at CNBC, have been laughing at Jane and Joe Citizen for years ; now they rub it in calling us all, in mentis, stupid. Only thing left for Wall Street to do now is bundle our stupidity in new financial instrument paper, CSS (Credit Stupidity Swaps), thus creating trillions of dollars in fools’ wealth.
We still don’t get it ; don’t really get it. The Dow Industrials just broke the 10,000 mark ; and we’ll see it break 9,000 ; 8,000 ; this, while predators continue rampant amongst us.
© 2008 Ben Tanosborn
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Fuente: Ben Tanosborn