Bush y el "Estado de la Nación"
¡Por qué que siempre queremos aferrarnos a ese último salvavidas de familiaridad en común, como si todos estuviésemos unidos. un pueblo con el mismo destino ! ¡Ya está bien de distorsión de lo que es una triste realidad ! Si nos miramos al espejo debemos darnos cuenta como somos : un pueblo desunido, separado por nuestros propios intereses, falta de compasión y discordia. Viéndonos de cualquier otra forma es mentirnos a nosotros mismos, admitir nuestra hipocresía hasta el final.
Bush y el «Estado de la Nación»

¡Por qué que siempre queremos aferrarnos a ese último salvavidas de familiaridad en
común, como si todos estuviésemos unidos. un pueblo con el mismo destino ! ¡Ya está
bien de distorsión de lo que es una triste realidad ! Si nos miramos al espejo
debemos darnos cuenta como somos : un pueblo desunido, separado por nuestros propios
intereses, falta de compasión y discordia. Viéndonos de cualquier otra forma es
mentirnos a nosotros mismos, admitir nuestra hipocresía hasta el final.

Olvidémonos de lo que esos predicadores nos dicen desde el púlpito, que somos la
tierra agraciada por Dios por honrar sus diez mandamientos. Creo que en nuestra
forma puritana hemos reemplazado las tablas de Moisés con un mandamiento nuestro, un
mandamiento que tiene nuestra lealtad, el undécimo : «Joderás a tu prójimo». Este es
un mandamiento que parece pocos rompen, algo que se observa en este obsceno
consumismo nuestro y la forma en que la gente toma ventaja de otra gente, como es el
caso con la vivienda y economía en general. sin una gota de compasión o restricción.

Ayer, 28 de enero, debió haber sido la fecha para el séptimo y final discurso de
Bush al congreso y a la nación sobre el «estado de la unión» (estado de la nación),
pero fue el octavo. Si recordáis, tuvimos un discurso «extra» dado el 20 de
septiembre, 2001, 9 días después del 9/11 ; algo que preparó el escenario para una
presidencia de pesadilla y repleta de mentiras para el pueblo norteamericano, y un
punto focal de incredulidad para el resto del mundo.

El domingo releí los siete discursos que George W. Bush diera en sus «estado de la
nación», comenzando con el que diera una semana después de que fuese inaugurado en
el 2001. El 27 de enero, 2001, el presidente que subiese al trono gracias al
Tribunal Supremo, nos dijo en ese su primer discurso a la nación que su nueva visión
de gobernante era que el gobierno fuese activo, pero limitado ; dedicado, pero no
dominante ; eso, al mismo tiempo que repetía el compromiso que diera días antes de
hacer honor a la constitución y las leyes de la nación. Y entre las promesas que
hizo estaba la de cancelar 2 billones de dólares de la deuda nacional.

Han pasado siete años desde ese primer discurso. La constitución y las leyes han
sido deshonradas, y el gobierno ha sido ilimitado y dominante, no en proteger a
ciudadanos, sino más bien en subyugarlos política y económicamente. Un gobierno que
ha hecho que ciudadanos se enfrenten entre si, agravando una sociedad ya de por si
dividida ; un gobierno que ha extendido su poder – su engranaje lubricado con ese
aceite mágico que trae el engaño : temor. Y todo esto mientras enriquecía mas a los
ya ricos, y desmantelaba lo que quedaba de la clase media después de la demolición
creada por los tres presidentes anteriores : Reagan, Bush Padre y el
seudo-progresista Clinton. Y esa promesa hecha en su primer discurso de pagar 2
billones de la deuda en diez años, se ha convertido en añadir 4 billones más a la
deuda. o sea, un viraje de nada menos que 6 billones. Esta administración
simplemente intercambió responsabilidad fiscal con robo a la vista y desenfrenado.

Y los ocho discursos, que incluyen el de anoche, han tenido un ingrediente en común :
la mentira. No mentirijillas políticas en un sentido retórico ; mas bien mentiras
simples, sin adulterar ; mentiras que solo el ocupante de la Casa Blanca puede
asestar imperturbable, con cara seria y corazón fosilizado. Eso comprende entre
otras cosas la destrucción de países soberanos, como Irak, que nos recuerda de los
hunos de hace mas de un milenio y de los hunos modernos del blitzkrieg ; además del
sacrificio de las vidas de millones de seres humanos bien sea debido a armamento o a
las sanciones forzadas por el mandato influyente que EEUU tiene sobre el mundo.
Ocho discursos que suman una gran mentira y una agenda de belicismo junto con un
desvergonzado y continuo ajuste de esa balanza de justicia social.

Barack Obama, en su euforia tras su victoria primaria en Carolina del Sur. y el
apenas recibido respaldo de los Kennedy, ha dado entonaciones en C-alto declarando
que tanto esta nación como las próximas elecciones no tienen nada que ver con raza ;
ni oposición entre rico y pobre ; ni inmigración ilegal ; u otras muchas cosas mas que
todos sabemos muy bien, aunque solo sea por dentro, forman parte de nuestra
desunión. Una nación de intereses corporativos, así como de intereses egoístas
personales, eso es lo que somos, Obama. Esa historia tuya de mojigatos es
simplemente una tontería.

Quizás Obama sea más astuto de lo que yo piense, tratando de esta manera de cosechar
votos como sea – lo cual dudo. De todas formas, hasta ahora no hay nada que haya
dicho, o hecho, que me convenza que de ser elegido vaya a ser lo suficientemente
progresista y justo en su política domestica ; o que en su búsqueda de paz promueva
cambios drásticos en la política exterior actual. Continuo viendo todas las
candidaturas del partido Demócrata, la suya entre ellas, como Menor Maldad ; pero me
pondré muy contento si termino equivocado y, de ser así, pediré perdón y me
arrepentiré.

Entretanto todavía nos queda un año para lidiar con la administración mas mentirosa
que esta nación haya conocido. Esperemos que no nos den otra «razón» para otro
«estado de la unión» por Bush. que no seria otra cosa sino para hablarnos sobre un
asalto a Irán, y el cierre de su criminal locura con ese «eje de la maldad».

© 2008 Ben Tanosborn

www.tanosborn.com

Calling it by its proper name : «State of Disunion»

Why is it that we all want to grab that last life vest of commonality and act as if
we are all in this together.one people with the same destiny ! Enough ; enough
distortion of a sad reality ! Looking in the mirror we need to see ourselves for
what we are : a disunited people, separated by our personal interests, lack of
compassion and discord. Seeing ourselves in any other light is only lying to
ourselves, being hypocrites to the bitter end.

Never mind to what all those preachers are saying from their pulpits. that we are
the land favored by God because we honor the Ten Commandments. It seems to me that
in our puritan ways we have replaced Moses’ tables with a commandment of our own,
one that we give unquestionable allegiance to – the eleventh : «Thou Shalt Screw Thy
Neighbor.» A commandment that few people seem to brake, one easily observed in our
obscene consumerism and the way people seem to take economic advantage of other
people (i.e. in real estate). without an ounce of either compassion or restraint.

Yesterday, January 28th, should have been the date for Bush’s seventh, and final,
«state of the union» message to Congress and the nation, but it was the eighth.
Remember ? There was that extra message delivered to a «terrorized» nation back on
September 20, 2001 ; the one that set the stage for a presidency that has been a
nightmarish lie for the people of this United States, and a focal point of disbelief
for the entire world.

On Sunday I re-read the seven speeches that George W. Bush had delivered to both
Congress and the nation, starting with the one he gave a week after his inauguration
in 2001. On January 27, 2001, the Supreme Court’s enthroned president told us in
his first address that his new governing vision was for government to be active, but
limited ; engaged but not overbearing ; that, while reiterating his pledge at the
inauguration to honor both the Constitution and the laws of the nation. And among
the promises he made, there was one for paying down the national debt to the tune of
2 trillion dollars.

Seven years have gone by since that speech. The Constitution and laws of the land
have been dishonored, and the government has been both unlimited and overbearing,
not in working for the people, but in subjugating them, politically and
economically. A government that has pitted people against people, exacerbating an
already existing dual society ; a government that has enlarged its power – its
machinery lubricated with that magical oil of deceit : fear. All the while enriching
the already rich and dismantling much of what was left of the middle-class after the
demolition derby created by the prior three presidents : Reagan, Bush Senior and
«pseudo-progressive» Clinton. And the promise made on that first address of paying
down 2 trillion of the national debt in ten years did instead add 4 trillion of debt
in seven years : a 6 trillion dollar turnaround. This White House simply exchanged
fiscal responsibility with rampant, in your face, thievery.

And all eight messages, which include last night’s, have had one common ingredient :
lies. Not lies in a political, rhetorical sense ; but just plain unadulterated lies ;
lies that only the current occupant of the White House can deliver with a straight
face and a fossilized heart. That includes the destruction of sovereign nations,
such as Iraq, which reminds us of the Huns of old, or the blitzkrieg of the newer
Huns ; and the sacrificing of human life in the millions whether via weaponry or
sanctions forced by the US influential mandate on the world. Eight messages adding
up to one big lie and an agenda of both warmongering and a shameless continuous
adjustment of that balance which measures social justice.

Barack Obama, in his euphoria after his primary victory in South Carolina. coupled
with the two Kennedy endorsements, has added high-C preaching intonations stating
that this nation, or the coming election, are not about racial issues ; or the rich
versus the poor ; or illegal immigration ; or any of the other things that all of us
know, deep inside, are the basis for our disunity. A nation of corporate interests,
as well as selfish personal interests, that’s what we are, Obama. The rest of the
«goody story» is pure hogwash.

Perhaps Obama is playing the astute politician by trying to garner votes any way he
can – more power to him if he succeeds – however, up to this moment, there isn’t a
thing he has said – or done – that convinces me he will be sufficiently progressive
and just in his domestic policies ; or that, in search for peace, he will advocate a
needed drastic change in America’s foreign policy. I still view all Democratic
candidacies, his included, as the lesser evil ; but I will be happy to be proven
wrong. and, if so, apologize and repent !

In the meantime, we still have one more year of the «lying-est» administration this
nation has ever had. Hopefully, there won’t a «reason» for another state of the
union address by Bush. which by all expectations would be an assault on Iran : a
closing statement on the «axis of evil.»

© 2008 Ben Tanosborn

www.tanosborn.com


Fuente: Ben Tanosborn