Fue hace cuatro elecciones presidenciales que el carnívoro-político James Carville sacó la frasecita, “¡es la economía, estúpido !” cuando el Viejo Bush no abordó de forma adecuada el problema de la recesión de 1992. Entonces fue Bush Padre, el idiota… pero ahora somos todos nosotros, los norteamericanos, los idiotas. Es mas, en vez de recesión debiéramos estar preparándonos para una depresión, como aquella de los 30.

Fue hace cuatro elecciones presidenciales que el carnívoro-político James Carville sacó la frasecita, “¡es la economía, estúpido !” cuando el Viejo Bush no abordó de forma adecuada el problema de la recesión de 1992. Entonces fue Bush Padre, el idiota… pero ahora somos todos nosotros, los norteamericanos, los idiotas. Es mas, en vez de recesión debiéramos estar preparándonos para una depresión, como aquella de los 30.

Es un instinto natural humano el reducir las cosas, simplificarlas. Y aun personas con un alto nivel de educación o profesión sucumben a respuestas superficiales no importa lo difícil o complejo de las preguntas. Hoy día en EEUU parece ser que tenemos gran dificultad aceptando esta recesión en flor cuando debiéramos estar preocupándonos por el peligro de una posible depresión. No, la economía no simplemente ha reducido su marcha… mas bien parece indicar que lleva las de frenar.

En el ultimo año he asistido a mas de media docena de presentaciones bancarias para sus clientes sobre el estado de la economía – internacional, nacional, regional y local. Hace mucho que llegué a la conclusión que estos economistas que trabajan para los bancos no son sino una simple fachada ; y después de estas ultimas experiencias, ahora estoy totalmente convencido de ello.

En estos desayunos tempraneros sobre la economía, durante el periodo de cierre con “preguntas y respuestas” llevo planteando por tres años las mismas preguntas sobre el “mercado falso” y fuera de control de la vivienda y el mercado de valores que se iba inflando sobre algo insostenible, como es el crecimiento en consumo totalmente basado en crédito adicional. Preguntas a las que siempre recibí idénticas respuestas, todas salidas de una tesis sin fundamento, algo simplemente promulgado sin ton ni son por Wall Street por charlatanes y estafadores al acecho. Por ejemplo, en lo que atañe al costo de la vivienda, su respuesta “ha sido” que los precios con un múltiple de 4 a 5 veces las entradas anuales de una familia no es tan alto… comparables, y hasta mas bajos en proporción, con los precios europeos, que llegan a ser hasta 7 veces dichas entradas. Y en cuanto a la sobre evaluación de los mercados mundiales, quizás de hasta 5 a 10 billones de dólares, descartan que tenga importancia cuando los mercados mundiales suman esa alta cifra de 60 billones de dólares en valores.

¿Acaso no podemos darnos cuenta de la racionalización grotesca de nuestros no muy competentes economistas, los optimistas “porque-sí” de Wall Street, y los políticos que sirven sus propios intereses ? Nuestro sistema socio-político, a diferencia del de Canadá, Japón y una buena parte de Europa, no lleva como lema el bienestar del pueblo – solo en un grado muy inferior al de otras naciones donde le educación universitaria y el cuidado medico son gratis, el trasporte publico es eficiente, junto con muchos otros beneficios mas – así que esa comparación en la vivienda es algo absurdo e irrelevante ; y si los europeos ponen el 40 por ciento de sus ingresos en la vivienda, nosotros no debiéramos hacerlo por mas del 25 al 30 por ciento.

Y no es la criminalidad de las hipotecas con intereses sub-preferenciales lo que nos ha traído aquí, sino la subida de precios galopante que tenia que ver poco con un mercado libre de oferta y demanda, y mucho mas con una avaricia egoísta promovida en parte por la misma industria inmobiliaria. Así que aquí estamos con 2 o 3 billones de dólares en sobre valorización, parte de ello ya gastado en un consumo que inflaba el producto domestico de la nación, y el resto en los bolsillos de ladrones, especuladores y agentes inmobiliarios. Una tasa de impuestos agresivos a estas ganancias especulativas y obscenas a corto plazo hubiera prevenido este oneroso festival de tulipanes ; algo que políticamente es imposible en EEUU por considerarse socialista, o anticapitalista.

En cuanto a la presente valorización de 60 billones de dólares en el mercado mundial de valores… ¿que valor tendría si existe una disminución en los beneficios corporativos de un 25, 50 o 75 por ciento (algo que ocurriría con rapidez con una depresión)… 45, 30 o 15 billones de dólares (usando el mismo ratio de precio a beneficios ? ¿Y si a esto añadimos el haber llegado ya en EEUU al final del camino de viabilidad económica al consumir bastante mas de lo que producimos ? La realidad es que nuestros nietos ya no pueden avalarnos, y es dudoso que China continúe queriendo ser un banco para nuestro disminuyente dólar.

Los norteamericanos han llevado el poder de “pensar positivo” de Norman Vincent Peal varios grados mas allá de la racionalidad. El síndrome norteamericano de obtener “algo por nada”, que históricamente ha dado rienda suelta a esas confabulaciones de hacerte rico con rapidez a costa de ingenuos ; así como el marketing a niveles múltiples, y otros mas… ya han tenido su día de fama, mejor dicho de infamia, pronto terminará todo para ellos… así como para las llamadas mega-iglesias cristianas que fomentan el Evangelio de la Avaricia en vez de promulgar la doctrina de Amor al Prójimo.

Practicas corporativas depredadoras y faltas de control, avaricia individual “justificada” y consumismo glotón, juntos, han forzado a que la economía se arrodille. Ahora el gobierno, socio todo este tiempo en este crimen, dice querer que se establezcan ciertos controles en el mercado. ¡A buenas horas mangas verdes… esto después de haber abogado por una carencia total de controles, y el apoyo total al poderoso en posición de abusar ! En unos cuantos meses la auto-designada clase media norteamericana se dará cuenta que de media nada, su “creída riqueza” ha sido desplumada gracias a un gobierno que cree en la redistribución de riqueza… pero de abajo para arriba.

Claro que pudiéramos preguntarle a Dick Cheney que resuma el estado de esta economia rapaz. De hacerlo, sospecho que nos saldría con su perverso e insultante comentario… y mirándote a los ojos, y desvergonzadamente, te diría : “¿Y ?”

© 2008 Ben Tanosborn

ben@tanosborn.com

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It’s the (predatory) economy, stupid !

Four presidential elections ago Democratic political-carnivore James Carville coined the phrase, “it’s the economy, stupid,” to denote Papa Bush’s failure to properly address the 1992 recession. The senior Bush was the idiot then… but all of us, Americans, may be jointly the idiot now. And maybe we shouldn’t be talking about a recession, but a true depression. You know, like back in the 30’s, with our McMansions but without apples.

It’s a natural human instinct : to narrow things down, to simplify things. And even people with extensive education and high professional stature succumb to any facile answers to the most difficult and intricate questions. Right now in this United States we seem to have major trouble accepting the “R” word when it is really the “D” word that should be worrying us. No, the economy is not just simply slowing down ; it is tanking !

In the past year I’ve attended more than half dozen banks-sponsored presentations for their business customers (my clients) about the state of the economy – international, national and regional/local. A long time ago I reached the conclusion that most bank economists are but meaningless window dressing with no other value ; after my latter experiences, I am now totally convinced.

At these state-of-the-economy breakfasts, during the closing “questions and answers” set aside period, I have been posing for all of three years the same questions dealing with the out-of-control real estate “fake market” and the parallel “bubblicious” stock market based on a totally unsustainable consumption-through-credit rate of growth. Questions to which I have been receiving the same idiotic stock answers ; answers that you get to hear monotonously and often from the blokes and broads at CNBC : “Heck, our real estate prices aren’t really that high, only 4 or 5 times the annual household income ; and that’s really comparable or even lower than the ratios in most European nations, where they can get as high as 7 times.” Also, they dismiss an overvaluation in world stock markets, perhaps of 5 to 10 trillion dollars, by saying that it isn’t much when measured against a combined world markets’ valuation of around 60 trillion dollars.

Aren’t we able to see that grotesque rationalization by our cadre of not very bright economists, Wall Street bulls-on-steroids, and don’t-give-a-damn politicians ? Our socio-political system, unlike that of Canada, Europe or Japan, does not cater to the well-being of people – or at least not as much, as we see other nations with free higher education, universal healthcare, great public transportation systems and many other perks we don’t have – so a housing ratio comparison is totally out of place, absurd. If the Europeans are putting 40 percent of their income into housing, we probably should be aiming at nothing higher than 25 to 30 percent.

And it isn’t the crookedness of the sub-prime fiasco that got us here, but a runaway upsurge in values that had less to do with the workings of a free economy – the forces of supply and demand – and much more to do with greed… in great part selfishly promoted by the real estate industry itself. So here we are 2 or 3 trillion dollars in overvalued housing, some of it already spent in past consumption (equity loans), the rest in the pockets of crooks, house-flippers and agents who benefited from unnecessary, unwarranted commissions. A properly structured capital gains tax on short term real estate profits would have prevented this second onerous tulip festival.

As for that present valuation of 60 trillion dollars for the world stock markets… what would that value be if earnings decline by 25, 50 or 75 percent (something which a depression would bring about in short order) ; 45, 30, 15 trillion dollars (using same price/earnings ratio)… what then ? Haven’t we in the US come to the end of the road as we consume more than we produce ? Our grandkids can no longer collateralize our borrowing, and China is not likely to go along banking our diminishing-value dollars.

Americans have taken Norman Vincent Peal’s power of positive thinking several degrees beyond rationality. The made in America “something for nothing” syndrome, which has given us multi-level marketing and other get-rich-quick schemes have seen their day… even with the spiritual backing of those Christian mega churches that promote the Gospel of Greed instead of espousing a Love Thy Neighbor doctrine.

Uncontrolled predatory corporate practices, untaxed individual greed, and unrestrained consumer gluttony, together, are bringing this economy to its knees. Now, after the fact, the partner-in-crime government wants to bring about the establishment of some market controls… overhaul the system, they say ; that after lower- and middle-class America have been fleeced – although the final realization of “poverty” is a few months away.

Well, we could all ask Dick Cheney to summarize the state of this predatory economy. Of course, we should expect another of his customary in-your-face responses : “so” ?

© 2008 Ben Tanosborn
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Fuente: ben@tanosborn.com