“¿Y si tu vida estuviese de por medio, no preferirías tener a tu lado a esos tipos de Blackwater para permanecer a salvo ?” Esa parece terminar siendo “la madre” de todas las preguntas que últimamente terminan cerrando la conversación del día sobre los llamados ejércitos privados de Estados Unidos.

“¿Y si tu vida estuviese de por medio, no preferirías tener a tu lado a esos tipos de Blackwater para permanecer a salvo ?” Esa parece terminar siendo “la madre” de todas las preguntas que últimamente terminan cerrando la conversación del día sobre los llamados ejércitos privados de Estados Unidos.

Tan desagradable como pueda ser para muchos estadounidenses el escuchar o leer acerca de los vergonzosos e imperdonables actos en Abú Ghraib, Faluya, Haditha e innumerables otros lugares – cada uno de ellos bien saneado antes de permitírsele salir a la penumbra de lo que es “revelación publica” – una amplia mayoría continua encogiéndose de hombros a las realidades que ocurren en Irak, o en Afganistán ; algunos prefiriendo cambiar de tema, otros mostrando una carencia total de humanidad sin muestras de dar su brazo a torcer, defendiendo lo indefendible.

El defender los llamados “intereses norteamericanos” ha sido muy a menudo una barricada de ultimo recurso para canallas y criminales, en ruta a su fortificado refugio : el patriotismo ; sinvergüenzas y criminales que pelean bajo cubierta de una bandera honorable, o hasta la bandera pirata sin huesos ni calavera… pero con un simbolismo chillón ; representando un logotipo junto a una noble declaración de misión, producto todo ello de lo que hemos llegado a ser : una nación de marionetas a merced de relaciones publicas. ¡Si tan solo alguien nos dijese de una vez para siempre cuales son esos intereses que tratamos de proteger desesperadamente y con suma diligencia !

¿Acaso son intereses económicos que deben ser defendidos ; y de ser así, de quien son exactamente esos intereses ? ¿Es quizás la necesidad de poseer un poderío militar sin rival… y exhibirlo ; y de ser así, es para que EEUU esté a salvo de ataques no provocados, o es acaso lo que muchos temen sea “la codicia imperial” de nuestros gobernantes ? ¿Es acaso el terrorismo, y sus causas-raíz, lo que tratamos de erradicar ; o les conviene a nuestros dirigentes que el terrorismo sobreviva y se multiplique ?

Cuando alguien habla acerca de “intereses norteamericanos” en términos universales… ¿se refieren acaso a nosotros, los norteamericanos : los ciudadanos, el populacho, la siempre anticipada y esperada clase sin-clase ? ¿O son esos intereses simplemente los de un cliente, patrón o hasta un grupo de empresas ; o lo que muchos sospechan, una elite poderosa ? Todas estas preguntas requieren respuesta si es que el pueblo estadounidense ha de mantenerse libre, tanto individuos como nación ; libertad definida principalmente como falta de temor a la represalia, y no solo a los peligros que vengan de fuera sino también los que se originan dentro.

Este reciente episodio que ha envuelto a Blackwater debe servirnos como una señal de alarma a la realidad que nuestra auto-censurada prensa corporativa no quiere tocar, o que los políticos no están dispuestos a abordar y algo que nuestro gobierno se siente impotente para investigar, ya que él ha sido el arquitecto y constructor de esta casa de horrores en que ha trasformado el Oriente Medio.

No importa que los ejércitos privados que nuestro gobierno haya contratado para servir en Irak sumen 20.000, 30.000 o 40.000 mercenarios, eso no viene al caso. Lo que si viene es el simple hecho de usar mercenarios, llámalos vigilantes de la paz, guardaespaldas o lo que te de la gana para que suene mejor, en vez de Rambos mercenarios, y eso lo dice todo. Las guerras son en su esencia algo improbable de justificar… y ninguna entre ellas recibirá un mínimo de legitimidad hasta que toda persona capacitada en una nación esté lista a tomar armas para defender su sociedad, su nación. Ningún ejercito-de-alquiler debe ser respuesta a una acción ética que una sociedad tome, y en cuanto a matones-de-alquiler, tal acción sería inherentemente obscena.

Pero os voy a decir cual es el aspecto que encuentro más increíble entre todos. Y es que estos Rambo-mercenarios no solo tienen capellán sino hasta su propio aposento religioso (en su sede de Carolina del Norte), nada elaborado o barroco con tan solo una cruz… de eso estoy casi seguro. Ahora ya no tenemos porqué asustarnos cuando nos digan que hasta el diablo tiene un ángel de la guarda : ¡un guardaespaldas de Blackwater sin duda alguna !

Guardianes de la paz, imponedores de orden, protección privada… una forma simple, un nombre, una licencia que se les expide a estos matones de carrera no solo para “jodan a su modo” sino también para poder determinar quien vive y quien muere. Soldados de fortuna, mercenarios, legionarios, corsarios… todos parecen encontrar su valor en una cosa en común : la muerte ; bien sea tomando tu vida y/o arriesgando la suya.

En Estados Unidos hemos llegado a un punto donde nos es fácil ver la poca diferencia que existe entre la misión de lo que llamamos “nuestras tropas” y la misión de ejércitos privados cuyos miembros en casi su totalidad fueron antes parte de esas tropas ; única diferencia es que ahora ganan por lo menos cinco veces más. ¿Acaso no hemos olvidado ya como el ejército de EEUU arrasó una gran ciudad, Faluya, en respuesta a la muerte sangrienta de cuatro miembros de Blackwater ? ¿Necesitamos que algo más sea dicho ?

En cuanto a la pregunta que hice al inicio de este articulo… y aunque entienda muy bien lo agradecido que debe estar el General Edward Pietrzyk, embajador de Polonia en Irak, a los corsarios del multi-multimillonario Erik Prince (Comandante en Jefe de Blackwater) por haberle sacado vivito de un atentado a su persona hace unos días, paso de largo la “oportunidad” de tener que dar las gracias a estos matones por otorgarme protección a cualquier peligro inminente. No, muchísimas gracias, no los quisiera jamás a mi lado, y para ir un poco mas allá, tampoco daría la bienvenida a su capellán-párroco.

© 2007 Ben Tanosborn
www.tanosborn.com

Are thugs who defend “American interests” lesser thugs ?

“Yeah, but if your life depended on it, wouldn’t you rather have those Blackwater guys by your side to make sure you stay safe ?” That seems to be the mother of all questions that usually ends up closing the conversation du jour : America’s private armies.

As unsavory as it may be for many Americans to hear or read about the shameful and unforgiving acts at Abu Ghraib, Fallujah, Haditha, and countless other places – each and every account highly sanitized before being allowed to reach the current penumbra of public disclosure – a clear majority continues to shrug their shoulders to the realities happening in Iraq, or Afghanistan for that matter ; some much preferring to change the conversation to a different topic, others showing a total lack of humanity by remaining bent on defending the indefensible.

Defending so-called “American interests” has often been the barricade of last resort for scoundrels and downright criminals, en route to their highly fortified refuge of patriotism : scoundrels and criminals fighting under the cover and propriety of an honorable flag, or even the redesigned Jolly Roger sans the skull-and-bones… but an equally strident symbolism ; representing a corporate logo together with a lofty mission… all byproducts of what we’ve become : a nation of PR-managed people. If only someone would tell us once and for all just what those interests are that we’re so diligently and desperately trying to safeguard !

Is it economic interests that must be defended ; and if so, exactly whose ? Is it a military position of unrivaled strength that we must possess… and constantly show off ; and if such is the case, is it to keep America safe from unprovoked harm, or is it in pursuit of what many feel is nothing but our leaders’ “empire lust” ? Is it terrorism, and its root causes, we are trying to eradicate ; or could it be that it’s in our leaders’ best interest to make sure terrorism not only survives but metastasizes ?

When anyone talks about “American interests” in such universal terms, are they talking about interests for the American many, most of us : the citizenry ; the hoi polloi ; the once hoped-for classless class ? Or, are they the interests of an American client, employer, or even a menagerie of corporate entities ; or an often suspected elite class ? All of these questions require answers if the people of these United States are to survive as free citizens, and the country is to remain a free nation ; freedom defined principally as lack of fear from reprisal, and not just from dangers coming from without but from within.

This recent stir up involving Blackwater should serve as a wake up call to a reality our self-censured corporate media won’t dare touch, most politicians are unwilling to tackle and our government feels helpless trying to investigate being itself the architect and builder of this house of horrors that they’ve made of the Middle East.

Whether America’s contracted private armies serving in Iraq provide 20,000 or 30,000 or 40,000 mercenaries is not the issue. Numbers mean very little. But the sheer use of mercenary forces, call them peace keepers or body guards if that tones down these Rambo’s to a measure of acceptability, says everything. Wars are in most cases, by their essence, improbableble to justify… and none can be afforded minimal legitimacy until every able-bodied person in a nation is ready to take up arms to defend their society, their nation. No armies-for-hire can ever be deemed an ethical undertaking by any society, and when it comes to bullies-for-hire, such undertaking is downright obscene.

But I’ll tell you what I find the most incredible aspect of it all. And that is, these Rambo-luminary mercenaries with a capital M – for big money – not only have a staff chaplain, but a place of worship to boot ! Now we shouldn’t be shocked when we are told that even the devil has a guardian angel : a Blackwater peace enforcer to be sure !

Peace keeping, peace enforcing, private protection… just a way, a name, a license which is issued to career bullies not just to unrestrainedly “kick ass” but to determine who is to live and who is to die. Soldiers of fortune, mercenaries, legionnaires, corsairs… they all seem to find common valor in one thing : death ; whether it involves taking yours (life) or risking and losing theirs.

We, in the United States, are getting to the point where we are confronted with little differentiation in mission between those we call “our troops” and the private armies made up of “former troops.” Have we already forgotten how America’s military leveled a major Iraqi city, Fallujah, in angry response to the killing of four Blackwater military private contractors ? Does anything else need to be said ?

As to the question that was asked at the beginning of this piece… although I understand how thankful Gen. Edward Pietrzyk, Poland’s ambassador to Iraq, must be to Billionaire Erik Prince’s privateers for whisking him away to safety during an attempt on his life a few days ago, I pass on the “opportunity” to ever have to thank these bullies for giving me protection against imminent danger. No, thanks, I wouldn’t care to have them by my side, and for that matter, nor would I welcome their chaplain.

© 2007 Ben Tanosborn
www.tanosborn.com


Fuente: Ben Tanosborn