Elógiale, ponle por todo lo alto, dime el genio intelectual y lo entrañablemente querido que era William F. Buckley, Jr. Repítelo una y otra vez… antes de, durante y después de mi tratamiento en “waterboard” ; dilo en prosa o dilo en verso ; dilo en el elocuente y clásico latín de Ovidio o el latinajo de la Vulgata de Jerónimo ; haz que se diga antes de todas mis comidas en Guantanamo como tu huésped ; anunciadlo si es necesario a los cuatro vientos como edicto imperial para retirar todas esas maldiciones liberales con ese spray de jazmín patrióticamente bendito ; y hazlo pasar como un simple rumor a todos esos quintacolumnistas que aun pueblan esta diezmada y apaleada izquierda.
Ya veo, no puedes disimular tu enfado, mientras yo lo niego todo con mi cabeza sin alcurnia alguna… totalmente plebeya. Bueno, inteligente, culto, erudito, aun afable con reservas… me lo compro a granel – con la estipulación de tener derecho a devolución total durante un periodo de 30 días. Pero si empiezas a ponerte serio, y entras en la esfera académica-erudita, me fuerzas a que cuestione esos otros atributos de genio, pensador, y hasta intelectual ; lo que significa que hoy no habrá venta, aunque trates de ablandarlo con un par de botellas de escogidísimo cabernet y otra de jerez-seco de Domeq La Ina… las tres certificadas de su bodega de Stamford. Lo siento, de veras.
Claro que nadie te quita que vayas diciendo por ahí que Buckley sea el padre del conservatismo moderno en Norteamérica ; después de todo, la prueba de ADN es fiel, y apenas está una distancia de primo-hermano de ese otro engendro de la Escuela de Chicago (neoconservadores). No me pidáis que adivine como llegó la paternidad, si fue violación-sin-invitación, o simple consentimiento meretricio ; eso es algo que no me corresponde a mí decir. Debe ser algo que académicos doctos tendrán que investigar acerca de este malencarado bastardo. Y documentación hay, mas de medio siglo de artículos de “National Review” archivados entre pañales sucios que revivirán y esclarecerán el material biográfico de esta monstruosidad malparida. Solo tendrás que pedirle permiso al joven Rich Lowry, quien condescendientemente y a tono de su mentor, entornando sus ojos hacia el cielo, os dejará pasar.
Si queréis asignarle a Buckley cualquier superlativo, o crear algún titulo para él, sugiero que lo hagáis sin dejaros cegar por esa devoción muy típica estadounidense a todo lo que provenga de celebridades o castas. Le podéis poner en su propio pináculo, ya que después de todo ha sido el único miembro de la nobleza norteamericana a quien se le haya permitido beber del cáliz papal de la verdad, ese que está en el sanctasanctórum junto a esa formula alquímica secreta que permite intercambiar el bien con el mal… lo derecho con lo torcido. ¿Cómo es posible, por todos los cielos católicos, que se le haya podido dar tal gracia vaticana a este Buckley que le permita acceso a esa nunca hablada formula de alquimia ? ¿Cómo es posible que se le haya permitido su uso y así trasformar el apoyo de la Derecha a todo lo que ha terminado siendo veneno para casi toda Norteamérica ? ¿Se le permitirá a algún otro noble estadounidense esa magia de infalibilidad-falible otorgada por el Vaticano ?
Sus breves desafíos con el mundo académico nunca fueron lejos, tan solo un punto de exclamación en su egocentrismo. El Caballero de los Espejos y Ecos, como le hubiera llamado Don Quijote al incorporado al mundo de la caballería y ese “alto orden de cosas”, era un individuo con una compulsión total hacia el egocentrismo, y el placer orgásmico incomparable de este personaje según se veía y escuchaba a si mismo.
Definitivamente este barón de Nueva Inglaterra en su búsqueda de encontrar al bien para convertirlo en mal, enmendó o des-enmendó todo lo que hubiera hecho el gran señor de La Mancha, motivado no por su falta de cordura sino por su egocentrismo y un corazón congelado. Y pudieras decir que tuvo éxito en ello… aunque en términos humanos lo llamemos fracaso.
Buckley llevó el apoyo de la Derecha, desgraciadamente, a la causa conservadora (y “busca-brujas”) del patriotero Joseph McCarthy, y las intimidaciones antidemocráticas de esos años negros en politica en los 50… muy similares al “patrioterismo” de Bush.
Buckley llevó el apoyo de la Derecha, y desagració a la humanidad con ello, insistiendo que se invadiese Cuba, aun después del acuerdo entre Rusia y EEUU después de la crisis de misiles, y sin pensar en las consecuencias.
Buckley llevó el apoyo de la Derecha, pisando a la democracia, en su lealtad al gobierno del duunvirato Franco-Santa Madre Iglesia en España, algo que duró hasta el último momento (1975). Por más que tiñese su conservatismo con los colores Rojo, Blanco y Azul, siempre se pudieron ver las raíces de una España católica y opresiva.
Buckley llevó el apoyo de la Derecha, contra el infortunio del pobre negro de EEUU, cuando se unió a esa cruzada conservadora del Sur que se oponía a las leyes de integración ya aprobadas, no solo en sofistería sino algo mucho peor : un corazón de racista.
Buckley llevó el apoyo de la Derecha, echando a un lado todo lo que trajese paz o mejores relaciones internacionales, a la guerra convirtiéndose en la “cara erudita” en TV que defendía la encrucijada en Vietnam ; una guerra que solo tenia sentido para los beneficiados del complejo militar-industrial y los que fueran planificadores y promotores del entonces emergente imperio.
Buckley llevó el apoyo de la Derecha, y en términos personales el enriquecimiento de su propia clase socio-económica, a la elite del país, negando lo que siempre fuese la cola social que uniese al país : prosperidad y una cada vez mas cercana igualdad económica entre su gente. Desvergonzadamente, desde que Reagan tomó las riendas del país hace poco más de un cuarto de siglo, la desigualdad, el distanciamiento económico de clases, se ha triplicado.
A raíz de su muerte, presentadores de noticias con rango nacional, celebridades de por si, se han estado refiriendo a Buckley como un “clásico, original…” o toda una serie de estupideces que demuestran a fondo lo que típicamente es la prensa estadounidense. El señor merece el respeto de toda persona que ha muerto… con o sin notariedad, y no elogios que no vienen al caso… a menos que creas ser parte de ese grupo elitista en EEUU que ni siquiera comprende 1 entre mil de nosotros.
© 2008 Ben Tanosborn
www.tanosborn.com
America’s Right Knight of the Wrong : William F. Buckley, Jr. (1925-2008)
Go ahead ; tell me what an incredible intellectual genius and fabulously well-liked person William F. Buckley, Jr., was. Repeat it time and again… before, during and after you waterboard me ; say it in prose or say it in verse ; say in Ovidius’ classical Latin or in low brow Jerome’s Vulgate ; force it as invocation before every meal while I’m your guest at Guantanamo ; herald it, if you must, as the empire’s political and literary edict to cleanse any liberal curses with patriotically god-blessed jasmine spray ; and do it, while you pass it on as a rumor among all fifth columnists that still populate America’s decimated Left.
Ok, so you are turning blue with anger, and I keep shaking a less-than-patrician head ! Well…intelligent, learned, erudite, even conditionally affable, I will buy most of it in bulk – with the stipulation that I’d be allowed an opportunity to return it all within 30 days for a full refund. But if you start getting serious, and into the realm of the scholarly, you are then forcing me to challenge those other attributes of genius, thinker, even intellectual ; that means I’d have to pass on the sale, even if you throw in a couple of top cabernets, and a Domeq La Ina dry sherry from his Stamford wine cellar in the purchase price.
You are certainly welcome to say that he is the father of modern conservative America ; after all, DNA proof does hold water with the same impermeability as good Irish whisky. And Buckley’s conservative DNA is just a cousinship removed from that other neocon monstrosity of the Chicago School. Now, please don’t ask me to venture a guess as to how that fatherhood came about… whether it was uninvited rape or sluttish consent ; that’s just not for me to say. It’s really up to serious academics to do the research on the overgrown bastard. And there is over one-half century of “National Review” articles archived amongst soiled diapers that will revive and clarify all biographical material on the little monster. Just ask the brain-indigent young man at the archives’ door, Rich Lowry, to let you in. Condescendingly, eyes looking up, like his mentor, he’ll let you in.
If you wish to assign Buckley any form of a superlative, or give him a title of any sort, you should do so without being blinded by our unique-in-the-world fanatical devotion to celebrities and castes. You can certainly put him on a pinnacle of his very own, for he well deserves it, being the only member of America’s nobility to drink from the papal calyx of truth kept in that sanctum sanctorum right next the alchemic secret formula that allows to turn Right into Wrong. Just how in catholic heavens did Buckley command such Vatican grace that would allow him access to the alchemic secret formula ? I mean taking a stand on behalf of the Right for every single issue/thing that ultimately proved wrong ? Wow, will any other American noble be gifted such infallible-fallibility again ?
His Ivy fights, be it with Yale or with Harvard – as a first time voter or as a mayoralty candidate for the City of New York – say little or nothing about where he stood as the Jouster for the Right in this nation. The Knight of Mirrors and Echoes, as he might have been found to be by Don Quixote, only to enter the books of chivalry and higher order of things as the knight with total compulsion for egotism, and the incomparable orgasmic pleasure he appeared to derive in watching and listening to himself.
Yep, this baron of New England in his quest to turn Right into Wrong, undid the Man from La Mancha at every turn, his excuse not one of insanity but egocentricity and an unloving heart. And he succeeded… in human terms, a success that we call failure.
Buckley succeeded for the Right, but failed for other Americans, as he stood in the 50’s championing McCarthyism as a conservative cause ; staying firm and “bush-patriotic” to the bitter end, as Americans started to recognize Joseph McCarthy’s repugnant ways.
Buckley succeeded for the Right, but failed humankind, as he rallied a no-matter-what invasion of Cuba, even after the understanding reached with Russia during the missile crisis.
Buckley succeeded for the Right, but failed for democracy, as he remained loyal to Franco and his duumvirate with the Holy Mother Church in Spain to the very end (1975). As much as he tinted his conservatism in Red, White and Blue, its roots always stayed clearly visible as belonging to oppressive Catholic Spain.
Buckley succeeded for the Right, but failed for his fellow black Americans, as he stood side by side in the 60’s defending an unholy and villainous conservative crusade : the South’s opposition to integration after it had been adopted as the law of the land… not just with sophistry, but what’s even worse : a racist cold heart.
Buckley succeeded for the Right, but failed for peace and international relations, as he became the “erudite” face to a Vietnam War that only made sense to the beneficiaries of the military-industrial-complex and planners/drafters of an emerging empire.
Buckley succeeded for the Right, and in no small way for his own socio-economic class, but failed America in everything it had once stood for : prosperity and ever closer economic equality amongst its people. Shamefully, since he ushered Reagan in 27 years ago, economic inequality has more than tripled.
An American “classic” and an American “original” were two among many equally abhorrent descriptions rendered by news anchors, celebrities themselves, describing this political character deserving respect at death, but certainly no accolades… not unless you belong to that elitist group in America who comprise fewer than 1 per thousand of us.
© 2008 Ben Tanosborn
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Fuente: Ben Tanosborn www.tanosborn.com