Así como el Norte de África y Medio Oriente estallan en agitación y descontento del pueblo, lo mismo está ocurriendo en tono más suave y pacifista en EEUU.

Ni es la democracia, ni la libertad, ni la rebelión contra la tiranía... ni el deseo de más empleos y mejores condiciones de vida por lo que nuestros hermanos y hermanas árabes están batallando.  Es, en la mayoría de los casos, todas esas cosas juntas.

Es el deseo de equidad social y económica, respeto a los derechos humanos y dignidad; y no ser parte de sociedades donde los pocos con poder político y/o económico abusan de los muchos no importa quien esté a cargo del gobierno.

Es el deseo de equidad social y económica, respeto a los derechos humanos y dignidad; y no ser parte de sociedades donde los pocos con poder político y/o económico abusan de los muchos no importa quien esté a cargo del gobierno.

Y eso es lo que está empezando a ocurrir en EEUU. Los norteamericanos, casi todos, es posible piensen que la confrontación en Wisconsin es algo que solo tiene que ver con el desmantelamiento del sistema sindical de maestros y empleados por el sector publico, pero la protesta va mucho mas allá. Es el comienzo, el darnos cuenta, que los caballeros y escuderos del capitalismo al enfrentarse un grupo contra otro, siempre terminan ganando, desviando la riqueza lograda por las clases media y humildes a sus arcas. Y eso es algo que ha sido mucho mas evidente en las tres ultimas décadas que durante cualquier otra época en la nación.

Gobernadores y alcaldes han sido elegidos para lidiar con la realidad económica creada por una cultura social bicéfala de avaricia e ignorancia. EEUU ha estado guiado por un gobierno, tanto en el ejecutivo como la legislatura, corrupto por grupos de presión, que lo ha alejado de esa democracia de la cual este país equivocadamente se jacta. Así que ahora, tras los excesos y estupidez de un pasado reciente, no queda otro remedio sino el lidiar con el problema y los limites del presupuesto, lo que hace que muchos de esos políticos que han sido elegidos para imponer el mandato fiscal tiendan a tomar medidas draconianas en ciertos casos, mientras que en otros tan solo usan tiritas. En cualquiera de los casos el verdadero problema nunca se resuelve.

¿Y como es que no se resuelve? Desafortunadamente, nos han educado bajo un sistema que se le tiene como sacrosanto. Se nos ha inculcado que para zanjar todas las disputas el mejor acuerdo casi siempre reside en el centro… por la mitad, pero no se nos ocurre que lo más justo pueda estar fuera de los limites que estas facciones ponen en la mesa, algo que sea justo no solo para ellos, sino también justo para los demás, el resto de la sociedad. Vemos la reyerta entre dos grupos sin considerar a la tercera parte afectada, al resto de la sociedad.

Así que aquí estamos lidiando con las repercusiones de decisiones que funcionarios, no importa si elegidos o seleccionados, tomaran años atrás, decisiones convenientes o cómodas para salir del momento, pero injustas o mal pensadas, creando capa sobre capa de injusticia para los que vienen después. No tienes que ir mas allá que el sistema militar de pensiones, algo que por el momento nadie se atreve a discutir. Y lo mismo ocurre con las pensiones de policías, bomberos, y otras profesiones que en el pasado se las ha considerado con favor popular.

El nivel de este lavado de cerebros que se ha ejercido con el pueblo, algo que continua, tiene su mejor ejemplo en la batalla increíble que se libró últimamente por Obama y la mayoría Democrática en el congreso para aprobar legislación que apenas ha logrado una pizca de mejora en nuestro sistema de salud, que vergonzosamente continua siendo de segunda categoría entre los países desarrollados.

Ni el gobierno ni las voces progresistas en el país quisieron hablar del problema en su totalidad – donde el porcentaje del producto nacional bruto dedicado a salubridad es del 50 al 100 por ciento superior al de otras naciones industrializadas – metiéndose tan solo con las compañías aseguradoras. El otro “monstruo” – la Asociación Medica de EEUU, AMA – a la que se permite el control del número de médicos, que determina no sólo los ingresos de estos sino también del resto de profesiones relacionadas, chitón. Hablar de esto, dado el poder de esta profesión sobre el pueblo, era tabú… aunque esto contribuya tanto o mas que las compañías aseguradoras a los gastos excesivos que a la marcha que siguen pronto llegaran a una quinta parta del producto bruto de esta nación (ahora un 17 por ciento).

Lo que está pasando en Wisconsin y otras partes del país en ese desfile interminable no sólo de cortar gastos sino también derechos de los productores de riqueza en la nación – los que viven del trabajo y no el capital – terminará dándonos un escenario donde podremos ver al emperador (el capitalismo) vistiendo su desnudez. Y entonces, no importa quien resida en la Casa Blanca, se le verá de igual forma que a autócratas ahora depuestos, como Zine El Abidine Ben Ali (Túnez), Hosni Mubarak (Egipto); en camino a ser depuestos, Abdelaziz Bouteflika (Argelia), el Caudillo Hermano Muammar al-Gaddafi (Libia) y Ali Abdullah Saleh (Yemen)… y, claro está, las majestades que reinan sobre Baréin, Jordania, Marruecos y la Arabia Saudita.

Quizás se nos haga difícil el poder ver a los norteamericanos por las calles en protesta como sus hermanos árabes. Pero no los excluyas. Según pasan los días y ese nivel de vida continua deteriorándose para el 60 al 70 por ciento de la población, esa opción no tardará en ser ejercida. Y cuando esto ocurra, la afirmación no será como en el pasado: ¡Es la economía, estúpido! Esta vez será: ¡Es el sistema (el capitalismo), estúpido!

Lo he dicho antes y lo diré una vez más: el capitalismo, por lo menos en la forma rapaz como funciona en esta nación, tiene poco que ver con el sistema de libre empresa, más bien como el de empresa cautiva. Y eso es algo que está en desacuerdo con lo que definimos como justicia social.

© 2011 Ben Tanosborn – www.tanosborn.com