Podemos estar seguros de que el nombramiento por Obama este 17 de septiembre de Elizabeth Warren como su consejera en el establecimiento de la Agencia de Protección Financiera del Consumidor para mediados del 2011 no causará por el momento cambio alguno en el país. Pero si estamos con suerte, es posible que se establezca un clima que pueda iluminar a las masas ahora esclavizadas por un capitalismo rapaz. Y ese puede ser un buen comienzo.
Nuestra esperanza se basa en que esta dama sobre rocín blanco y lista para la batalla pueda superar a un enemigo que no la dará cuartel, una industria financiera que hoy día tiene indiscutible hegemonía sobre la distribución de riqueza en EEUU. Y eso puede terminar luciendo como demasiado optimista.
Como en los cuentos… érase una vez cuando a EEUU se le consideraba el país de la oportunidad ; el lugar donde la libertad y el buen vivir podía lograrse con puente tendido entre la posibilidad y la probabilidad. Poco importaba que esa oportunidad no proviniera de la mítica estadounidense – tal como el excepcionalismo de su gente – y que solo tuviera que ver con el tamaño de su mercado económico. En el mundo de la economía, EEUU poseía un vigoroso y extenso mercado con una enorme ventaja sobre los otros mercados del mundo ; una ventaja que poco a poco fue perdiéndose según otros grandes mercados surgían… la ventaja finalmente desapareciendo cuando los grandes poseedores de capital se convirtieron a esa religión que les permitía maximizar la acumulación de riqueza : la globalización.
Elizabeth Warren, su bien documentado apoyo al consumidor interponiéndose a que el senado la apruebe como directora de esa agencia, tiene ahora la oportunidad de ofrecer al presidente remedios curativos de que siempre habló tanto ex cátedra como en el foro de la televisión. Quizás lo mas conocido de ella ha sido uno de sus libros, coautora con su hija, Amelia Warren Tyagi, “La Trampa de los Dos Sueldos : Porqué Madres y Padres de la Clase Media Se Están Arruinando”. En él, reitera lo que muchos de nosotros llevamos diciendo por varios años : que el empleado de plantilla de hace 30 años ganaba bastante mas que el de hoy, después del ajuste por inflación. Y que aunque la América Corporativa constantemente nos recuerda que la ropa, aparatos electrodomésticos y algunas otras cosas son mas baratas hoy, los grandes gastos en nuestras vidas (cuidado medico, hipotecas, transportes y educación) nos están forzando a huir del ahorro hacia la deuda. Esa es tan solo una realidad oculta a las clases media y baja – si, aunque no lo reconozcamos, la clase baja en EEUU está representada por una cuarta parte de la población, mas de la mitad de ella subsistiendo a nivel de pobreza.
Una y otra vez los norteamericanos de las clases media y baja oyen decir a las voces progresistas que la riqueza en Estados Unidos está concentrada en un grupo pequeño. Y casi siempre, la culpa de nuestros males económicos se la echamos a ese singular y evasivo número, esa elite que se supone solo representa menos del 1 por ciento de la población. Aun las voces más progresistas siguen la bola nombrando a ese 1 por ciento como la raíz de todos nuestros males. De esta forma el capitalismo no parece tan represivo y peligroso… cuando los villanos son superados en número 99 a 1.
Sin embargo la realidad es bastante diferente. No son los Caballeros de Riqueza, ese 1 por ciento que posee el 35 por ciento del patrimonio neto del país y el 43 por ciento del patrimonio financiero, los que solo debe preocuparnos, sino también del 19 por ciento de Escuderos que les siguen… y que poseen el 50 por ciento del patrimonio neto y el 50 por ciento del patrimonio financiero. [Fuente : datos del economista Edward N. Wolf de la Universidad de Nueva York, del año 2007.]
El resto de los norteamericanos, ese 80 por ciento de la población rozando la esclavitud económica, apenas poseía en el 2007 el 7 por ciento del patrimonio financiero y el 15 por ciento del patrimonio neto, la mayoría del cual está representado por propiedades supervaloradas. Esos míseros porcentajes serán mucho más bajos en el 2010.
Y lo que es aun peor, las clases media y baja no supera en número de 99 a 1, tan solo superando a la elite (caballeros) y sub-elite (escuderos) por 4 a 1. Y esa minoría de solo el 20 por ciento, tiene en su totalidad todo el poder e influencia en el país. En ese ambiente socio-económico, es irrisorio que nos enorgullezca “nuestra democracia”.
Elizabeth Warren tiene por delante un trabajo a su medida no solo aconsejando sobre como remediar el abuso corporativo, sino también en educar a los estadounidenses sobre la realidad de sus vidas económicas ; ofreciendo no solo remedios atenuantes, cosa que en varias ocasiones ha hecho por televisión, sino ahora proporcionando soluciones, o curas, al abuso corporativo que inunda la industria financiera del país.
Nos debemos preguntar… si la persona a quien aconsejará, Obama, ha sido mantenida en contención por el Pentágono y América Corporativa, como cualquier otro inquilino de la Casa Blanca… ¿cómo es posible que esperemos grandes zancadas hacia esa protección del consumidor ? Aunque la pregunta es valida, la verdad es que si alguien en el país es capaz de tal hazaña, sin recurrir a una revolución armada, pongo mi apuesta en esta “hija de un conserje”… como nos la presenta nuestro presidente, Barack Obama.
© 2010 Ben Tanosborn
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