Aunque siempre haya insistido en mis escritos el hacer amplio uso de referencias para respaldar alguna tesis, nunca se me ocurrió u opté por hacer crítica literaria, no importa cuanto me identificara con, o repudiara, lo que se hubiera escrito en un libro. Y aunque mi opinión sobre el respecto no haya cambiado, es posible que este artículo termine siendo, no simplemente el casi-plagio del titulo de un libro, sino una adaptación crítico- literaria del libro, específicamente : "Pedagogía y Praxis en la Época de Imperio : Hacia un Nuevo Humanismo" escrito por dos eruditos del mundo académico, Peter McLaren (de UCLA) y Nathalia Jaramillo (de la Universidad de Purdue), publicado (en inglés) en el 2006 por Sense Publishers (Rótterdam, Países Bajos) - www.sensepublishers.com .

Aunque siempre haya insistido en mis escritos el hacer amplio uso de referencias
para respaldar alguna tesis, nunca se me ocurrió u opté por hacer crítica literaria,
no importa cuanto me identificara con, o repudiara, lo que se hubiera escrito en un
libro. Y aunque mi opinión sobre el respecto no haya cambiado, es posible que este
artículo termine siendo, no simplemente el casi-plagio del titulo de un libro, sino
una adaptación crítico- literaria del libro, específicamente : «Pedagogía y Praxis en
la Época de Imperio : Hacia un Nuevo Humanismo» escrito por dos eruditos del mundo
académico, Peter McLaren (de UCLA) y Nathalia Jaramillo (de la Universidad de
Purdue), publicado (en inglés) en el 2006 por Sense Publishers (Rótterdam, Países
Bajos) – www.sensepublishers.com .

Estas dos últimas semanas han probado ser intensamente instructivas no solo para los
que residimos en Estados Unidos sino para todo habitante del planeta. Tuvimos «en
pantalla» la versión 2007 de «El Ladrón de Bagdad» esta vez sin Sabú, pero con un
gran elenco representándose a si mismo : Bush-Hijo, Greenspan, Petraeus y Crocker,
además de miles de extras entre los que se encontraban nuestros bufonicos y egoístas
congresistas y un cuerpo de prensa no solo inepto sino vergonzosamente carente de
profesionalidad. Una película en Vericolor y con Monosonido Amortiguado que
simultáneamente se estrenó en todas las pantallas del mundo.

Lo que transcurrió durante este periodo quizás no tenga grandes revelaciones para
algunos, pero si para otros. Por lo pronto, la bipolaridad de Bush se hizo ver
frente a nosotros. En el pasado Bush siempre se ha enfrentado al mundo con un
desdeño sin disfraz y suma arrogancia, para disgusto del norteamericano considerado,
pero si el deleite y consentimiento de muchísimos conciudadanos. Sin embargo en los
últimos días se nos hizo saber a los estadounidenses – y de forma insolente – en
lenguaje que pudiera decirse fue vocalmente subrayado e invocado cara a cara, que el
Tío Samuel es el verdadero ladrón de Irak, manejando un último modelo Imperio – un
traga-gas que solo camina y se lubrica con petróleo. Hasta nuestro propio
economista-Nostradamus, Alan Greenspan, acaba de decirnos que esa encrucijada a Irak
fue motivada por el petróleo. Y en cuanto a nuestros militares, que continuaran
allí hasta que se agoten las reservas de petróleo, o los iraquíes encuentren causa
común y reúnan la fuerza necesaria para echarnos.

La bipolaridad de nuestro presidente ha sido diagnosticada de forma inequívoca : una
arrogancia total hacia el mundo, y una insolencia hacia sus compatriotas. Ya no hay
lugar a duda, o temor a equivocarte.

Y al mismo tiempo que el telón se levantaba y mostraba esas realidades que nadie
quería ver, el racismo nos vino por añadidura mediante dos eventos : el juicio de
«los 6 de Jena» que tomo lugar en la Luisiana Central ; y las actuaciones de los
ejércitos mercenarios (privados), esta vez lo que es visto por el gobierno iraquí
como un hecho sin sentido en la matanza de ocho civiles a manos de «guardaespaldas»
Blackwater – mercenarios que semejan mas la GESTAPO, aunque estén infinitamente
mejor pagados, la creme de la creme en «guerrillerismo» tipo Rambo, emprendedores en
toda regla, típico engendro del mercado capitalista. Estos son dos eventos que
aunque exhiben diferentes tipos de racismo, ambos responden a una relación : la
relación entre amo y esclavo, no importa el nombre que le des. Esta relación entre
amo y esclavo nos trae de nuevo al libro que mencioné al comienzo de este artículo.

Demos entrada a McLaren y Jaramillo, y su última colaboración a lo que podemos
llamar una marcha hacia un humanismo iluminado dentro de la esfera pedagógica. Un
intento, según ellos, en hacer que lo pedagógico esté mejor informado en lo
político, y lo político sea mas pedagógicamente critico. Una tarea nada fácil en
cualquier circunstancia y dificilísima para autores ideológicamente vinculados con
la siempre denigrante Izquierda (en EEUU). ¡donde la verdad radique parece ser lo de
menos !

No importa lo pertinente que encontrase este libro en mi comprensión a la lucha que
gentes y naciones deben librar para atener un nivel razonable de equidad, para de
esta forma obtener ese estado que nos ofrece el respeto, autoestima y la nobleza
inherente – lo que llamamos dignidad humana – fue la introducción al libro por los
autores lo que dio palpabilidad a la realidad de hoy día en Estados Unidos en
términos sociales, políticos y económicos. En gran parte una narrativa graduada de
eventos que tomaron lugar antes de, durante y en las secuelas del huracán Katrina
que dejó entrever lo que es la sociedad estadounidense hoy ; no solamente definiendo
a un gobierno corrupto e inepto, sino también, por inferencia u omisión, lo que
somos el resto de la ciudadanía. como espectadores de un drama que dijo todo lo que
se tenia que decir.

McLaren lleva acarreando la antorcha por más de una década para alumbrar un poco más

  •  en su esfera académica – a un esfuerzo conjunto en la lucha contra el mundo
    unipolar que existe hoy día y donde EEUU es su «monoteo». El capitalismo global y
    los espejismos de democracia que trae el neoliberalismo deben ser por lo menos
    cuestionados, y extractos de ensayos en el libro apoyan que esto ocurra. Quizás
    este libro sea algo mas que un aviso simbólico, desde que lo que ha trascurrido
    durante la ultima década, posiblemente por mas tiempo, es una inversión de tendencia
    a una verdadera justicia social, a menudo acompañada por descaradas denegaciones a
    los hijos de los dioses menores, en su mayoría pobladores del llamado «Tercer Mundo»

  •  que los autores llamarían de otra forma. posiblemente «Mundo Expoliado» – de lo
    que se requiere para obtener dignidad humana.

    Es esta advertencia, el llamamiento a las armas que penetra tanto la mente de uno,
    como el corazón, al leer este libro ; y se tiene la esperanza que éste no sea el
    último lamento, el anuncio por la «bean chaointe» (la llorona en las desgracias
    irlandesas) de que la humanidad ha dejado de existir, de que el mundo se ha
    autodestruido.

    Y en forma acelerada, el Bipolar Bush, en su arrogancia e insolencia, parece como si
    nos llevara de la mano a un auto inmolación.

    © 2007 Ben Tanosborn

    www.tanosborn.com

    Arrogance and Insolence in the Age of Empire

    Just like some rather assertive domestic servants of old, or today’s proud Mac
    users, «I don’t do Windows.» Metaphorically speaking, that is ! What I really mean
    to say is that for all the references I may rely on to support a given thesis, it’s
    my preference to stay away from that genre. But if my extended treatment of a book
    I’ve just read appears front and center in this column, as it’s likely to be the
    case today, it may turn out that this piece is de facto a book review ; or, at the
    very least, more than my quasi-plagiarization of its title : «Pedagogy and Praxis in
    the Age of Empire : Towards a New Humanism» co-authored by two scholars, Peter
    McLaren (UCLA) and Nathalia Jaramillo (Purdue), and published in 2006 by Sense
    Publishers (The Netherlands) – www.sensepublishers.com.

    These last two weeks have proved to be intensively instructive not just for those of
    us living in the United States but for people around the globe. We had the 2007 DVD
    version (Deceit-Venality-Depravity) of «The Thief of Baghdad,» starring Bush-Filio,
    Greenspan, Petraeus and Crocker in self-portrayed roles, together with a cast of
    thousands – which included from self-serving buffoonish congressional legislators to
    a totally inept and unprofessional mainstream press corps – shown in Truecolor and
    Muffledsound on screens not just in our nation’s capital but throughout the world.

    What transpired during this period may not seem revelatory to some, but to many it
    was. For once, Bush’s bipolarity became real and stood in front of us. In the past
    Bush has always treated the world with unmasked disdain and arrogance to the chagrin
    of some thoughtful Americans but, unfortunately, also the sonorous applause and
    consent of too many of his countrymen. In the last few days, however, Americans
    were finally – and insolently – told in bold, underlined and in-your-face language
    that Uncle Sam is the real thief in Iraq, driving a late model Empire – a
    gas-guzzler solely ran and lubricated with oil. Even our own economic Nostradamus,
    Alan Greenspan, just told us that the trek to Iraq was about oil. And as for our
    military’s stay in that nation. how about until Iraq’s oil reserves run out or
    Iraqis find common cause and muster the strength to kick us out ?

    Our president’s bipolarity has now been unequivocally diagnosed : arrogance towards
    the world, and insolence towards his own countrymen. No second-guessing any more.

    And just as the curtain was being lifted on those realities no one wanted to see,
    racism was added for good measure via two other timely events : the trial of «the
    Jena 6» in Central Louisiana ; and the private mercenary armies’ deeds, this time
    what is seen by the Iraqi government as the wanton killing of eight Iraqi civilians
    by the for-profit elite SS Corps : the great Blackwater warriors, la crème de la
    crème of America’s military (Thug- Rambo-tic terms) turned entrepreneurial. an
    engendering of capitalism’s marketplace. These are two events exhibiting different
    types of racism, both answering to one type of relationship : that between master and
    slave, call it by whatever name. That master-slave relationship brings us back to
    the book mentioned at the outset of this column.

    Enter McLaren and Jaramillo, and their latest contribution to what must be referred
    to as a march towards an enlightened humanism within the realm of pedagogy. An
    attempt, as they put it, to make the pedagogical more politically informed and the
    political more pedagogical critical. Not an easy task under any circumstance, and a
    most difficult one for authors ideologically pegged to the always denigrated Left.
    truth be damned !

    As relevant as I did find the book to my own understanding of peoples’ and nations’
    struggle to achieve a reasonable level of equity, and thus help open the door to the
    all important state that gives each and everyone the respect, self-worth and
    inherent nobility – a.k.a. human dignity – it was the introduction to the book that
    gave palpability to today’s reality in the United States in social, economic and
    political terms. Mostly a graded narrative of events that took place just prior to,
    during and at the aftermath of Katrina, it was plain telling of American society
    today ; not just defining a corrupt and inept administration but, if only by
    inference or default, the rest of us as well. as observers to a drama that said
    everything that needed to be said.

    McLaren has been carrying the torch for well over a decade to bring additional light

  •  in his academic arena – to a concerted effort in the fight against a unipolar, and
    univocal, world that exists today with the United States as its «monotheo.» Global
    capitalism and the mirages of democracy brought about by Neoliberalism certainly
    should at least be questioned, and excerpts from essays in this book reinforce that.
    Perhaps this book is more than just a symbolic warning, since what has transpired
    during the past decade, perhaps longer, is a reversal in true social justice, often
    accompanied by blatant denial to the children of the lesser gods of everything that
    makes up human dignity.

    It is the warning, the calling to arms that pierces one’s mind, and heart, when
    reading the book ; and one hope that it doesn’t end up being the last lament, the
    announcement by the bean chaointe (keening woman) that humanity is no longer, that
    the world has self-destructed.

    And, in an accelerated fashion, Bipolar Bush, in his arrogance and insolence,
    appears to be taking us to that self-immolation.

    © 2007 Ben Tanosborn

    www.tanosborn.com


    Fuente: Ben Tanosborn