Un megaescándalo mucho más viejo que los de Enron o WorldCom está por golpear al establishment financiero británico. A más de una década del espectacular colapso del Banco de Crédito y Comercio Internacional, sus acreedores finalmente van a poner al Banco de Inglaterra en el banquillo.
El riesgo es grande para el Banco emisor. Era el regulador financiero en 1991 cuando la entidad se derrumbó con deudas no declaradas por 7.000 millones de libras, y se lo acusa de haber hecho la vista gorda ante el fraude.
Ahora el Banco de Inglaterra se enfrenta con un juicio gigantesco planteado en Londres por víctimas del BCCI, que lo acusan de negligencia culpable o inconducta premeditada. El Banco rechaza la acusación y ha hecho lo imposible para detener la acción legal.
Y no es de extrañar. Los acreedores le reclaman mil millones de libras por daños, además de desafiar la inmunidad legal del Banco ante demandas.
Los temores del gobierno no terminan aquí. Deberá contestar preguntas embarazosas sobre qué sabían los ministros, los funcionarios públicos y el regulador sobre el BCCI. Autoridades del Banco de Inglaterra, actuales y anteriores, seguramente declararán como testigos, y el tribunal también tomará declaración al ex primer ministro John Major, y a ex ministros de Finanzas.
Además, aflora también la cuestión del papel desempeñado por los servicios de inteligencia británicos, cuya relación con el BCCI ha sido largamente cuestionada. ¿El MI6 usó cuentas de este reservado banco para pagar fuentes y operativos en el mundo ? ¿Acaso el BCCI transfirió fondos de Occidente a los mujaidines en los años 80 o incluso -como algunos expertos en temas conspirativos sostienen-, al mismísimo Osama bin Laden ?
Estos interrogantes se develarán -o no- cuando empiece el juicio en octubre. Por ahora ambas partes están en tironeos legales previos, por el tema de los documentos del servicio secreto.
El caso BBCI sigue siendo la mayor estafa bancaria, y sus entretelones y complejidad son impresionantes.
En su momento, la atención de la prensa tendió a concentrarse en clientes deshonrosos como el líder militar panameño Manuel Noriega, así como en los espectaculares estilos de vida de los ejecutivos del banco, muchos de ellos hoy prófugos. El BCCI lavó dinero del narcotráfico, de coimas y de dictadores. Fue fundado en 1972 por Agha Hasan Abedi, un banquero de Paquistán. Creció rápidamente y llegó a tener oficinas en 70 países y 14.000 empleados. El banco de Abedi era el preferido de los expatriados de Asia y Oriente Medio.
Fuente: www.clarín.com