Las últimas investigaciones cifran entre 12.000 y 13.000 los fusilados, según el historiador Julián Chaves La Uex y varias asociaciones trabajan desde hace año y medio en el proyecto Recuperación de la Memoria Histórica

Las últimas investigaciones cifran entre 12.000 y 13.000 los fusilados, según el historiador Julián Chaves La Uex y varias asociaciones trabajan desde hace año y medio en el proyecto Recuperación de la Memoria Histórica

Los registros oficiales conocidos indican que, durante la Guerra Civil y hasta los años cuarenta, cerca de 7.000 personas murieron en la provincia de Badajoz a causa de la represión franquista. Pero esta es una cifra que ahora ponen en entredicho los investigadores del Programa para la Recuperación de la Memoria Histórica en Extremadura, que están llevando a cabo desde hace año y medio profesores y alumnos de la Uex, en colaboración con otros colectivos y asociaciones.

« Estamos convencidos de que fueron al menos entre 12.000 y 13.000, según los últimos datos y testimonios de los que disponemos ». Así lo aseguró ayer el director del proyecto, el historiador Julián Chaves, durante el transcurso de las II Jornadas sobre la Represión en Extremadura que se están desarrollando en la Facultad de Filosofía y Letras de Cáceres. De confirmarse esta cifra, y parece que así será, Badajoz se convertiría en la provincia española con más muertos por la represión franquista ya que, según Chaves, « ni siquiera se puede comparar con otras provincias especialmente castigadas, como fue el caso de Córdoba ».

De todos esos muertos, tan sólo 1.100 fueron ejecutados tras un consejo de guerra, mientras que el resto fueron víctimas de lo que los historiadores llaman « fusilamientos irregulares », y de ellos una gran parte acabaron en fosas comunes, muchas de las cuales aún hoy, más de 60 años después, no han podido ser localizadas.

En la provincia de Cáceres las cosas están más claras, y Julián Chaves apuntó como prácticamente definitiva la cifra de 1.600 republicanos fusilados, sobre todo en el Campo Arañuelo, Las Villuercas y Trujillo.

Represión republicana

También se conoce con exactitud la cifra de represaliados de derechas por parte de los republicanos en Extremadura, pues este dato ya fue publicado en los años cuarenta por el régimen franquista en la llamada Causa General. Fueron 130 en la provincia de Cáceres, medio centenar de ellos en Alía, mientras que en Badajoz el bando republicano fusiló a 1.411 personas, de ellas 447 en La Serena, 261 en Llerena y 278 en la Vegas Altas del Guadiana.

Julián Chaves afirmó que es ahora cuando se están comenzando a conocer los datos reales de represaliados, sobre todo en la provincia de Badajoz, pues « ya hay voluntad para contar las cosas que ocurrieron realmente por parte de las personas mayores que vivieron aquellos hechos, y eso es algo que antes no existía ».

En las jornadas, que terminan hoy, participan gran parte de los investigadores y escritores que han publicado libros sobre la Guerra Civil en Extremadura, y más concretamente sobre la represión.

En opinión de Julián Chaves, una vez que finalice la investigación van quedar rotos muchos de los tópicos que ahora se dan por buenos. « Aquí todo el mundo conocía la represión republicana, pero el temor y el miedo a expresarse, incluso en la transición y el principio de la democracia, han hecho que una parte de la población permanezca callada, por lo que aún no conocemos en toda su magnitud la represión provocada por el bando de Franco », afirmó Chaves.

Próximamente se pondrá en marcha una página web y se habilitará un correo electrónico para que los familiares de los fusilados y desaparecidos puedan solicitar la información disponible y mantenerse al día de las investigaciones que se están llevando a cabo dentro del proyecto.

EDUARDO GONZÁLEZ SOTO HABLÓ A LOS ESTUDIANTES SOBRE LA REPRESIÓN I MEMORIA HISTÓRICA Y GUERRA CIVIL I
« Asesinaron a 80 sin que se hubiera disparado un tiro »

Eduardo González Soto sólo era un niño cuando comenzó la Guerra Civil, pero entre sus recuerdos y los relatos familiares ha reconstruido lo que ocurrió en su pueblo, Alburquerque, tras el golpe de Estado del 18 de julio del 36. Ayer se lo explicó a los cientos de alumnos de la Uex que asistieron a las jornadas sobre la memoria histórica. Así lo contó :

« Unos días antes los ánimos ya estaban caldeados y el alcalde, que era un catalán muy responsable, recluyó en la iglesia a todos los terratenientes y pseudo-terratenientes. Lo hizo para protegerlos, porque sabía que había mucho odio y no quería que los que habían recibido humillaciones por parte de estos señores pudieran aprovechar para vengarse. Gracias a eso, no se les tocó ni un pelo ».

« El 18 de julio el alcalde no estaba en el pueblo y mi padre, que era muy amigo suyo, quiso subir al pueblo a entregarles a las tropas nacionales la vara de mando, pero mi madre se lo quitó de la cabeza, porque había llegado gente de Mérida contando horrores, diciendo que estaban matando a todas las autoridades republicanas. Mi familia se pasó a Portugal ».

« Entonces entraron los nacionales y empezaron a darles fusiles a los de Falange y a detener a gente indiscriminadamente. Los metían en la cárcel, en el salón de baile, y después los sacaban en grupos y les daban el ’paseo’, aunque mi familia se salvó gracias a que teníamos amigos de derechas. Asesinaron aproximadamente a 80, sin que antes se hubiera disparado un solo tiro ni se hubiera matado a nadie. Por parte de la República hacia la derecha no había habido nada más que protección. En otros lugares no lo sé, pero eso fue lo que pasó en mi pueblo ».


Par : Periódico Hoy