Artículo de opinión de Amparo Botella, Secretaria de la Mujer de CGT-PV, publicado en Levante-EMV

Desde diferentes espacios feministas se está movilizando una iniciativa para llevar adelante la «Vaga de Totes», una gran oportunidad para plantearnos qué pasaría si un día las mujeres de esta sociedad fuéramos todas a la huelga.

¿Imaginas un mundo en que todas pudiéramos ser conscientes de lo mucho que nos queda por pelear?

Desde diferentes espacios feministas se está movilizando una iniciativa para llevar adelante la «Vaga de Totes», una gran oportunidad para plantearnos qué pasaría si un día las mujeres de esta sociedad fuéramos todas a la huelga.

¿Imaginas un mundo en que todas pudiéramos ser conscientes de lo mucho que nos queda por pelear?

Un día, una sola jornada, en que las mujeres de todas las clases sociales asumieran un compromiso de lucha ante la repetida vulneración de sus derechos. La poliamorosa, el ama de casa, la mujer profesional, artista, deportista que no verá reconocido su trabajo en las mismas claves que sus compañeros, o aquella que para lograrlo ha realizado toda una vida de sobreesfuerzos, las trabajadoras que se enfrentan a la brecha salarial, a la múltiple jornada laboral (sumando a sus paupérrimas condiciones laborales jornadas intensas en el ámbito de los cuidados). Las que conviven en las intersecciones de las opresiones capitalistas y patriarcales: las bolleras, bisexuales, las migrantes, mujeres con diversidad funcional, las mujeres transexuales, aquellas que pertenecen a minorías religiosas o culturales, las niñas, las mujeres mayores? Todas.

Las mujeres de CGT nos unimos este 8 de marzo bajo el lema «Nuestros derechos no se piden. Se luchan. Se conquistan». Destacamos en nuestra campaña cómo la situación actual en el estado español y en el resto de esta sociedad globalizada, los derechos fundamentales de mujeres y niñas son día a día vulnerados: la desaparición de los recursos sociales produce la sobrecarga de cuidados, la política empresarial de este capitalismo caníbal consume los esfuerzos productivos de las mujeres a cambio de precarizar sus condiciones laborales, las políticas conservadoras y patriarcales incrementan la violencia de género y la privación de nuestros derechos sexuales y reproductivos, etc.

Situaciones que dificultan un desarrollo vital libre y pleno para aquellas personas que nos identificamos como mujeres.

Amparo Botella

Secretaria de la Dona. CGT País Valencià i Murcia


Fuente: Amparo Botella