WASHINGTON, D.C.- Los mandos militares estadounidenses en Irak pidieron disculpas y lamentaron las víctimas mortales del ataque lanzado ayer contra un objetivo equivocado cerca de la ciudad iraquí de Mosul, informan varios medios de comunicación en Estados Unidos.
Tras reconocer que un avión F-16 estadounidense había lanzado una bomba de unos 225 kilogramos que creían que iba dirigida contra un presunto reducto de los insurgentes, fuentes militares admitieron el error y expresaron su pesar por los, al menos, cinco muertos con los que se saldó el ataque, según la cadena de televisión CNN.
Sin embargo, otros medios informan de que en el mismo ataque aéreo, en el que quedó completamente destruida una vivienda de civiles, murieron 14 personas, entre ellas, varias mujeres y niños.
“La casa no era el objetivo del ataque aéreo. El blanco estaba en otro lugar cercano”, señala una declaración de las fuerzas estadounidenses, en la que “lamentan profundamente la pérdida de vidas inocentes”.
La declaración precisa además que se ha abierto una investigación para averiguar todos los detalles del incidente.
Otros hechos
Por otra parte, también ayer, combatientes iraquíes secuestraron a cuatro importantes funcionarios, entre ellos un activista por los derechos humanos, decapitaron a un hombre que trabajaba para el Ejército de Estados Unidos, y asesinaron a otros cuatro, informaron las autoridades el sábado.
Jatan Hamada, vicegobernador de la provincia de Salahudin, encabezaba una delegación de tres miembros que se dirigía a una reunión con el principal clérigo chiíta del país, se informó en Tikrit.
La delegación fue interceptada y secuestrada el viernes, cerca de Latifiya, unos 60 kilómetros al sur de Bagdad, dijo Hamad Humud, gobernador de Salahudin, cuyas oficinas generales están en Tikrit.
La delegación buscaba reunirse con el gran ayatola Alí al Sistani, el líder chiíta, en la ciudad santa de Nayaf, a fin de hablar sobre las elecciones nacionales programadas para el 30 de enero.
El jefe de la Asamblea municipal en Tikrit, Alí al Galib, y el doctor Amir al Yubori, decano asistente de la Facultad de Derecho en la Universidad de Tikrit, fueron los otros secuestrados, según Humud.
También el sábado, pistoleros secuestraron a Mohammed Khodr, representante de la Organización de Derechos Humanos de Irak en Riad, población situada a 45 kilómetros al sudoeste de Kirkuk, dijo la policía.
En Baqouba, insurgentes decapitaron a un traductor que trabajaba con el Ejército de Estados Unidos, luego de ingresar a su vivienda, informó el sábado la policía. Un policía iraquí fue asesinado por hombres enmascarados en Dora, un suburbio de Bagdad.
Un automóvil con una bomba en su interior estalló el sábado en una estación de servicio en Mahaweel, a unos 56 kilómetros al sur de Bagdad. Un hombre murió y otros resultaron heridos, dijo la policía.
En Khadraa, una urbanización del oeste de Bagdad, insurgentes asesinaron a Aboud Khalaf al Lahibi, subsecretario general del grupo político Frente Nacional de Tribus Iraquíes, dijo su asesor, Ibrahim al Farhan. Un guardaespaldas murió y otros tres fueron heridos en el ataque, señaló.
Entre tanto, el teniente general de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, Erv Lessel, subjefe del Estado Mayor Conjunto para comunicaciones estratégicas en Irak, dijo el viernes que se espera un aumento de los ataques de la insurgencia.
“Creo que el peor panorama es el de una serie de horribles ataques que causen gran cantidad de víctimas de alguna forma espectacular en los días previos a las elecciones”, dijo Lessel.
“Si se examinan los últimos seis meses [los insurgentes] han acrecentado de manera persistente la naturaleza salvaje de sus ataques”, señaló el militar. “Hace un año, no se veían ese tipo de cosas horrendas”.