Asociaciones vecinales y profesionales del mundo de la cultura se concentrarán el martes 24 de enero a las puertas del Teatro Real, durante el estreno de la ópera «Arabella», en protesta por lo que consideran una privatización encubierta del centro cultural Daoíz y Velarde.

En un comunicado enviado a este medio, explican que el mencionado espacio de 6.800m2 se ha mantenido cerrado durante el último mandato municipal. También dicen que su coste ha sido de casi 13 millones de euros y que existe gracias a la movilización vecinal que se inició hace más de 30 años. El cierre ha paralizado la actividad que el tejido vecinal y cultural del distrito venía realizando en los últimos años y hasta su cierre en 2019.

El pasado mes de octubre se supo que el Ayuntamiento cedía la nave Daoíz y Velarde a la Fundación Teatro Real para su explotación en exclusiva, incumpliendo el acuerdo del Pleno del Ayuntamiento de 2015 que otorgaba la gestión directa de este espacio cultural a la empresa municipal Madrid Destino, para el disfrute de todos y todas las vecinas de la ciudad de Madrid. Sin embargo, el Consejo de Administración de Madrid Destino, encabezado por Andrea Levy Soler (concejala de Cultura, Turismo y Deportes del Ayuntamiento de Madrid), ha preferido ceder el Centro a la Fundación Teatro Real para su explotación.

Ya en 2018 el Gobierno del PP intentó fusionar el Teatro Real con el Teatro de la Zarzuela, gestionado por el INAEM y financiado con dinero público. En aquella ocasión, la maniobra se vio frustrada mediante una moción de censura y por las numerosas protestas de la ciudadanía.

Entre las demandas de las organizaciones convocantes figuran:

  • La paralización inmediata del llamado “Convenio entre Madrid Destino y la Fundación Teatro Real”, por lo que consideran una privatización encubierta donde se cede un espacio rehabilitado con fondos públicos a una Fundación que será la beneficiaria de su explotación.
  • Evitar el precedente que supone abrir la puerta a las privatizaciones de los espacios culturales del municipio de Madrid.
  • No precarizar a los y las trabajadoras culturales. Si continúa adelante la privatización, el personal será contratado por la Fundación Teatro Real bajo un convenio ínfimo que previsiblemente los convertirá en mileuristas.
  • Que se respete el acuerdo del Pleno que se adoptó en 2015. El PP aprobó la gestión directa a través de la empresa municipal Madrid Destino, creada para gestionar los espacios culturales madrileños, y a la que se encomendó la realización de actividades propias para el Centro Cultural Daoíz y Velarde.
  • Garantizar la participación vecinal. En esta legislatura diferentes espacios vecinales que desarrollaban actividades culturales, como la Casa de la Cultura y la Participación de Chamberí, EVA Arganzuela, la Casa del Cura de Malasaña, La Gasolinera de la Guindalera, La Salamandra de Moratalaz…  han tenido que cerrar porque el Ayuntamiento ha puesto fin a esas cesiones.

Terminan su manifiesto diciendo que la cultura es una construcción colectiva donde todos y todas deberíamos tener espacio para contribuir y disfrutar, e invitando a participar en la concentración que realizarán el día 24 a las 17:30 horas a las puertas del Teatro Real, para mostrar su rechazo ante la privatización de los espacios culturales públicos madrileños.


Fuente: CGT-Teatros