De conflicto salarial a explosión social
El conflicto con los trabajadores pesqueros, el sector más importante de la producción local, se agrava minuto a minuto. Unos 500 trabajadores de la pesca tomaban el 3 de agosto la municipalidad de Puerto Deseado y luego se trasladaban a tres empresas del Parque Industrial Pesquero, incendiándolas, como consecuencia de la falta de respuesta a sus reclamos por mejoras salariales y laborales en una huelga que ya duraba diez días.
De conflicto salarial a explosión social

El conflicto con
los trabajadores pesqueros, el sector más importante de la producción local, se
agrava minuto a minuto.
Unos 500 trabajadores de la pesca tomaban el 3 de agosto la municipalidad de Puerto
Deseado y luego se trasladaban a tres empresas del Parque Industrial Pesquero, incendiándolas, como consecuencia de la falta de respuesta a sus reclamos por
mejoras salariales y laborales en una huelga que ya duraba diez días.

Los manifestantes, varios de ellos encapuchados, ocuparon durante algunas horas
las sedes de la Municipalidad y el Concejo Deliberante de Puerto Deseado, donde
tampoco obtuvieron respuestas porque el intendente Arturo Rodríguez y los
concejales habían viajado a Puerto Santa Cruz para participar de un acto de
adhesión al presidente Néstor Kirchner.

El grupo se dirigió al Parque Industrial de la ciudad donde rompieron vidrios y
luego atacaron a piedrazos e incendiaron instalaciones de las empresas Santa
Elena, Argenova y Vieira.

Fuentes locales dijeron que el grupo estaba integrado por algo más de un
centenar de personas, pero Daniel Medina, delegado hasta hace unos días del
Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (su enfrentamiento con la conducción a
nivel nacional hizo que lo destituyeran), señaló que «Acá hay caos porque no
hubo respuestas de las autoridades a nuestros reclamos. Queremos que nos
escuchen y los marineros están con mucha calentura».

Medina declaraba que cuenta «con el aval de 700 compañeros que piden mi
restitución». Asimismo, relató que cuando el grupo llegó al municipio conversó
con el concejal justicialista Enrique Barría, quien estaba en la intendencia.

Según el dirigente, «Barría no pudo comunicarse con nadie. Los teléfonos estaban
apagados, porque todos fueron a chuparle las medias al presidente Kirchner en
Puerto Santa Cruz».

«La gente está enardecida. Estuvimos toda la mañana tratando de hablar con el
gobernador Daniel Peralta, pero no hubo respuestas», aseguró el dirigente.
Medina admitió que «como conducción fuimos sobrepasados» por los trabajadores y
advirtió : «No sabemos hasta dónde llegará esto».

» Más de 700 personas se fueron hasta el parque industrial para expresar su
bronca contra las empresas», relató Medina.
El dirigente remarcó que «es la primera vez en la historia que esto pasa y
esperemos que no vuelva a ocurrir porque hoy hay mucho manoseo político y
empresarial».

Por su parte, Alfredo Pott, presidente de la Cámara de Armadores Pesqueros
Congeladores Argentina (CAPeCA), repudió los incidentes y dijo que fue «una
actitud de vándalos ir a quemar fuentes de trabajo».

» Prendieron fuego a todo lo que pudieron», dijo a DyN el empresario dueño de la
compañía Santa Elena. Pott aseguró que desde su empresa «vamos a iniciar todas
las acciones legales pertinentes» porque, recordó, «desde hace doce días las
plantas no trabajan y hay una denuncia penal contra esta gente».

Los trabajadores pesqueros realizaron también un paro total de actividades
portuarias en Puerto Deseado y Caleta Olivia, al que se sumaron sus colegas de
Chubut, en los puertos de Comodoro Rivadavia y Madryn. El conflicto en Puerto
Deseado comenzó el 3 de julio luego de que la delegación local que responde a
Medina rechazara un acuerdo de cámaras pesqueras y la dirigencia nacional del
SOMU por un aumento salarial de 25 por ciento.

Los trabajadores iniciaron la huelga y agudizaron sus medidas de fuerza en los
últimos días al no encontrar respuestas por un nuevo convenio laboral y un
pedido para que se eleve el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias.


Fuente: perfil.com