Me dirijo a usted [Director Diario Sur, Málaga] para mostrar mi malestar por el uso inadecuado de términos relacionados con la anarquía o el anarquismo para definir el desbarajuste urbanístico que se está produciendo en la Axarquía y en el resto de la provincia de Málaga y, si me apuran, en todo el país.

Me dirijo a usted [Director Diario Sur, Málaga] para mostrar mi malestar por el uso inadecuado de términos relacionados con la anarquía o el anarquismo para definir el desbarajuste urbanístico que se está produciendo en la Axarquía y en el resto de la provincia de Málaga y, si me apuran, en todo el país.

Es cierto que la Real Academia ha dado entrada en sus páginas a conceptos propios de las clases y grupos dominantes que, precisamente por serlo, imponen su visión al conjunto de la sociedad. Esto es evidente, por ejemplo, en el caso de la definición de conceptos que tienen relación con el hombre y la mujer y también lo es en el del término ’Anarquía’ que, a juicio de muchos de nosotros, no sólo no es sinónimo de caos, sino justamente la única salida racional al auténtico caos : el que se deriva del capitalismo salvaje y del neoliberalismo.

Pero centrándonos en el ámbito del urbanismo, parece claro que lo que ha ocurrido en la Axarquía podría dar para calificar ese territorio de especulativo (por el tipo de prácticas que lo han fomentado) o capitalista (por el sistema económico que favorece ese tipo de prácticas), incluso socialista/popular/gilista (por el color de los ayuntamientos que se han visto implicados en estas tramas) ; pero nunca anarquista, ni anárquico, ni libertario, porque entre otras cosas los fundamentos urbanísticos libertarios se encuentran en las antípodas de este tipo de pelotazos urbanísticos.


Fuente: Antonio Somoza | Diario Sur