Durante estas últimas semanas hemos estado observando nuevos episodios en la vinculación entre inmigración e inseguridad. Paralelamente hemos visto también cómo desde varias instituciones y partidos políticos parlamentarios se ha insistido en la necesidad de aplicar medidas que, bajo la excusa de términos tan ambiguos como ’seguridad’ y ’convivencia’, restringen derechos de las personas y criminalizan a los y las trabajadoras recién llegadas.
Los intentos, hace pocas semanas, de no empadronar personas inmigradas por parte del Ayuntamiento de Vic han sido un ejemplo. Otro lo es la voluntad del Ayuntamiento de Salt de instalar cámaras de videovigilancia en espacios públicos bajo la excusa de un supuesto incremento de la inseguridad asociada a la inmigración y la crispación promovida los últimos días por partidos como CIU o determinadas asociaciones de comerciantes.
Mientras, los grandes medios de comunicación, como quen no quiere la cosa y bajo una aparente neutralidad, se han encargado de asociar palabras como ?inmigración ?, ?delincuencia ?, ?colapso de los servicios públicos ?, ?paro ?, tratando de crear estado de opinión pública que criminalice una parte de la población actual de nuestro país : los y las inmigrantes.
Los trabajadores y trabajadoras no debemos dejar que nos tomen el pelo. El paro, los despidos, los EREs, la precariedad, los desahucios, los problemas para pagar las hipotecas y la masificación de los servicios públicos no los han creado los y las inmigrantes. Todas estas situaciones, que vivimos y sufrimos día a día de manera creciente en el actual contexto de crisis económica, son el resultado de las políticas al servicio del capitalismo que los diferentes gobiernos de turno, estatal, autonómico y municipales, han ido promoviendo.
La ley de extranjería, además, agrava la situación de precariedad económica de muchos trabajadores y trabajadoras inmigrantes al negarles derechos básicos de ciudadanía, condenándolos a la exclusión social y dejándolos todavía más indefensos a los dictados de la patronal en el mercado laboral.
El recorte de derechos del conjunto de la población, el incremento de las medidas represivas y la división de la clase trabajadora han sido medidas que ya otras veces ha utilizado el capitalismo en épocas de crisis y que a menudo han llevado al fascismo. Por esto, desde la Confederación General del Trabajo (CGT) de Catalunya queremos recordar que la causa de los problemas que sufrimos como trabajadores y trabajadoras derivan del sistema económico capitalista y de las políticas que le dan cobertura, y exigimos :
Barcelona, 27 de febrero de 2009.
Secretaria d’Acció Social de la CGT de Catalunya
Fuente: CGT Catalunya