Sinopsis:
6 Millones de personas paradas y no por su voluntad.
Tenemos las mismas personas empleadas que en el año 2002, cuando la población activa eran casi 4 millones menos.
Los jóvenes hasta 24 años tienen una tasa de paro de más del 55% y hay Comunidades donde todos sus jóvenes activos hasta los 19 años tienen tasas de ocupación 0, es decir todos parados/as.
El 2012 ha sido -por medio de leyes de recortes y flexibilizadoras-, un año de destrucción masiva de empleo, 850.000 empleos menos y 691.700 parados más.
3,5 de millones de personas paradas, llevan más de un año “mirando al sol”, es decir paradas y de ellas 1,9 millones más de dos años, son los denominados parados/as de larga duración.
Los jóvenes hasta 24 años tienen una tasa de paro de más del 55% y hay Comunidades donde todos sus jóvenes activos hasta los 19 años tienen tasas de ocupación 0, es decir todos parados/as.
El 2012 ha sido -por medio de leyes de recortes y flexibilizadoras-, un año de destrucción masiva de empleo, 850.000 empleos menos y 691.700 parados más.
3,5 de millones de personas paradas, llevan más de un año “mirando al sol”, es decir paradas y de ellas 1,9 millones más de dos años, son los denominados parados/as de larga duración.
Los hogares, donde todos sus miembros activos se encuentran todos “los lunes al sol”, es decir sin posibilidad alguna de ser “explotados/as”, ya suponen 1,8 millones.
El empleo público ha destruido en el 2012, 218.900 empleos asalariados, con la siguiente distribución: La Administración Central: -15.900, La Administración Local: -47.200 y La Administración Autonómica: -148.000.
El mercado laboral está herido de muerte. El mercado laboral está compuesto por una mercancía muy especial, personas humanas, con edades desde los 16 años hasta + de 65 años (desde el 2007, las personas asalariadas “podemos” permanecer en el mercado de trabajo hasta que el cuerpo aguante…). El mercado laboral desde siempre, ha sido tratado como un mercado especial, pues tanto los compradores como los vendedores, son personas humanas, empresarios y asalariados y, ese tratamiento “especial” es debido a que la relación entre el empresario (capital) y el trabajador/a (trabajo) es muy desigual. Lo que unos venden (fuerza de trabajo) no tiene el mismo peso que lo que otros compran (capital).
¿Cómo es posible que habiendo crecido la población en general y en consecuencia la población activa (personas desde los 16 años a + de 65 años) en más de cuatro millones desde el 2002 al 2012, nos encontremos que el desempleo, es decir, el desaprovechamiento de esta capacidad de crear riqueza social, se haya incrementado en casi 4 millones de personas más?
Pues la explicación resulta simple, aunque venga revestida de una “retórica pseudocientífica”, que hace que el personal no se entere o no quiera enterarse de mucho, y, sencillamente es que quienes son los dueños del capital (empresarios, capitalistas en todos sus pelajes), es decir los compradores de la “mercancía fuerza de trabajo”, no requieren de la misma mano de obra que en el 2002. Hablando con palabras inteligibles: hoy no necesitan de tanta cantidad de trabajo vivo, como hace una década, es más, en esta economía financiarizada, lo que prima es contar con una mano de obra escasa para que devalúe seriamente los costes del trabajo, aumente la productividad del mismo y crezca la tasa de ganancia.
Las personas paradas, la masiva precarización y empobrecimiento de asalariados/as en particular y trabajadores/as en general, es la condición sin la cual la tasa de ganancia del capital no se recuperará. ¿Hasta dónde este incremento de la tasa de ganancia?, pues hasta donde el “mercado” y los “mercaderes” estiman suficiente.
En el mercado laboral español no sucede algo muy diferente que en el resto de países de la UE-27, inclusive con lo que está sucediendo en los países del norte y centro Europa. Aquí la precarización y el empobrecimiento de las clases asalariadas, a través de mecanismos de expulsión del trabajo y bajada de salarios y prestaciones masivas, son los factores de recuperación de la tasa de ganancia del capital, en los países “ricos” del norte y centro Europa, los mecanismos empleados se concentran en el precio de la mano de obra (mini trabajos – minijobs-) a la vez que una reducción importante de las prestaciones sociales.
Lo que nos queda a las personas residentes en el estado español, nos referimos a las personas que tenemos que vender nuestra fuerza de trabajo para “ganar el sustento”, desde la explicación estadística es, si eres joven y no excesivamente formado/a, pues emigras: en el año 2012 en España se dieron de baja como habitantes de este país (es decir, dejaron de residir aquí y por lo tanto emigraron), 30.000 personas entre 16 a 19 años; 100.000 personas entre 20 a 24 años y entre los 25 a 29 años, 150.000.
Además los migrantes “extranjeros”, retornan o bien a sus países de origen o bien migran a otros países con “alguna oportunidad para ganarse la vida. La población “extranjera” disminuyó en 73.700 personas en el último trimestre de 2012.
El resto de personas paradas (hasta 6 Millones) les queda durante dos años una prestación contributiva (media de 865 €) y en ciertas condiciones (mayores de 52 años, sin rentas y otras situaciones similares) durante 1,5 años una prestación no-contributiva (nos 475€) y el resto, los 400 € durante 6 meses del plan prepara…y, por supuesto CARITAS, La Cruz Rojas y los Albergues…
Todo un futuro por delante para situarnos en el ranquin europeo de “campeones de los lunes al sol”…. Por ahora, esta es la situación que no hace sino orientar en sentido estratégico de donde vamos a situarnos en la próxima década: millones de personas desempleadas, millones de personas sub-empleadas, millones de personas precarizadas y empobrecidas y, de reparto de la riqueza y reparto del trabajo nada de nada.
Por ahora, todavía, nos queda la palabra… al tiempo, sino nos enmudecen si no avanzamos en la acción.
DMC
Fuente: Desiderio Martín