Ante el cierre de Moyresa Valencia. Hay que colaborar…
Ante el frio cierre de la Empresa, algunos ¿compañeros ? prefieren arrimarse al fuego que mas calienta.
Ante el cierre de Moyresa Valencia. Hay que colaborar…

Ante el frio cierre de la Empresa, algunos ¿compañeros ? prefieren arrimarse al fuego que mas calienta.

Dice la Ley que el Comité de Empresa es el máximo órgano
representativo de los trabajadores para la defensa de sus derechos e
intereses. Es, por lo tanto, este órgano el que está especialmente
legitimado para alcanzar los acuerdos que sean pertinentes con la
Dirección de la Empresa. A nadie cabal se le ocurre pensar que se pueda
negociar a espaldas del Comité y, mucho menos, cuando se trata de
cuestiones que pueden afectar de manera grave a los trabajadores.
Pues bueno, en realidad SÍ hay a quienes les parece una buena idea
ignorar a los legítimos representantes de los empleados y, abandonando
el foro institucional, llevan ya años recurriendo a la estrategia
negociadora del pasilleo, a las conversaciones sotto voce en los
despachos de la empresa o, simplemente y aprovechando sinergias,
realizando viajes de trabajo a Barcelona.

Tanto les gusta a los colaboracionistas-empleadillos llegar a acuerdos con la
empresa que en su alocado y precipitado frenesí por trepar, atrapar y firmar lo que sea y como sea ni siquiera saben lo que suscriben : si la Dirección lo considera bueno, seguro que lo es. El sigilo y secretismo con el que perpetran sus compromisos les conducen al escarnio de acordar hoy con la empresa lo
que ésta, probablemente, violará mañana.

Eso sí, las formas se cuidan con exquisita pulcritud. Primero se llega a
un preacuerdo de franco diálogo que permita alcanzar “un clima de
entendimiento y concordia”. Luego se alcanza el tan ansiado acuerdo
sobre la cuestión de turno ; rápidamente se lanzan lisonjas alabando las grandes ventajas que tiene el mismo para este o aquel colectivo de trabajadores, y como viene siendo habitual, se oculta todo a la gente de fuera y al Comité de Empresa.
A continuación la Empresa, simple y cínicamente, hace lo que le da la
real gana… Se puede protestar por el atropello, manifestar que no se cejará hasta que la empresa se avenga a razones pero, finalmente, y a espaldas de todos, estos personajillos-empleados volverán a llegar a más acuerdos… y otra vuelta a empezar en esa espiral de pérdida de derechos.

Desde aquí queremos decir que no queremos COLABORAR en la pérdida continuada de nuestros derechos, y tampoco queremos ENTENDERNOS con la Empresa llegando a acuerdos secretos a espaldas del Comité de Empresa y los trabajadores. Éstos últimos tenemos derecho a participar en la empresa a través de los órganos de representación (tal y como establece la Ley), y las negociaciones deberían ser siempre públicas.

Porque no es lo mismo que te liquiden así por las buenas a que lo
hagan como Dios manda : después de una negociación en base – a unos
mecanismos de diálogo constructivo que permitan facilitar las
diferentes actuaciones y medidas sociolaborales a implementar-.

El comportamiento de algunos adeptos-colaboracionistas, del «chivato, delator, soplón, malsín cizañero, chismoso, alcahuete, azuzador, chirlero, parlero, acusica, hombre-araña, denunciante, oreja, orejeta, trepa, trepamuros, pelota, corredor de oreja, noticiero, gacetilla, chismero, chismógrafo, chinchorrero, alparcero, cotilla, correveidile…» y otros sinónimos siniestros es, a todas luces, una estrategia con mala fe y eso YA se empieza a saber….está permitiendo a la Empresa que se salga siempre con la suya, mientras que por lo bajíni tararea con comprensible alegría….

NO ME LLAMES ILUSA PORQUE TENGA UNA ILUSIÓN…

con empleados-colaboracionistas así, les toca el cuponazo todos las semanas.

Otro trabajador turbado..


Par : currito cabreado



Fuente: currito cabreado