En este triste aniversario nos solidarizamos con quienes padecerán toda su vida las secuelas de aquel gravísimo error humano y con aquellas generaciones venideras que heredarán un territorio contaminado.

En este triste aniversario nos solidarizamos con quienes padecerán toda su vida las secuelas de aquel gravísimo error humano y con aquellas generaciones venideras que heredarán un territorio contaminado.

El 26 de abril se cumplirán 21 años del peor incidente de la historia nuclear, el accidente de Chernóbil. Esta dolorosa catástrofe ha costado decenas de miles de muertes de personas, centenares de miles afectadas gravemente en su salud, millones de hectáreas contaminadas, y miles de años por delante para descontaminar. Aunque aparentemente el desastre afectó principalmente a Bielorrusia, Ucrania y Rusia, donde hay millones de personas afectadas, la nube radioactiva de Chernóbil contaminó drásticamente también otras áreas del mundo, especialmente en Europa. Todo el territorio europeo, en un grado u otro, sufre hoy niveles de contaminación radioactiva provenientes de aquella catástrofe.

Chernóbil nos muestran claramente el lado más oscuro de la energía nuclear y la invalida como alternativa energética. Conviene que nadie olvide Chernóbil, ahora que el lobby pronuclear quiere resucitarla, con argumentos tan falsos como oportunistas.

La única alternativa energética sostenible es la apuesta por una estrategia basaba en la diversificación, el ahorro, la eficiencia energética y el fomento del inmenso potencial de las energías renovables.


Par : Alberto