El 26 de abril de 1986 tuvo lugar una catástrofe sin precedente en la historia de la industrialización : el reactor nº 4 de la central nuclear de Chernóbil, en Ucrania, sufría un grave accidente con fusión del núcleo que provocó la liberación de toneladas de material altamente radiactivo a la atmósfera. La cantidad de radiactividad liberada al medioambiente fue unas 200 veces mayor que la desprendida conjuntamente por las bombas atómicas lanzadas en 1945 por Estados Unidos en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki.
Iniciativa ciudadana por el cierre de Garoña recuerda pide en el 18 aniversario del accidente de Chernobil el cierre de la central nuclear de Santa Maria de Garoña
El 26 de abril de 1986 tuvo lugar una catástrofe sin precedente en la historia de la industrialización : el reactor nº 4 de la central nuclear de Chernóbil, en Ucrania, sufría un grave accidente con fusión del núcleo que provocó la liberación de toneladas de material altamente radiactivo a la atmósfera. La cantidad de radiactividad liberada al medioambiente fue unas 200 veces mayor que la desprendida conjuntamente por las bombas atómicas lanzadas en 1945 por Estados Unidos en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki.
Iniciativa ciudadana por el cierre de Garoña recuerda pide en el 18 aniversario del accidente de Chernobil el cierre de la central nuclear de Santa Maria de Garoña
ANIVERSARIO DEL ACCIDENTE DE CHERNOBIL
El 26 de abril de 1986 tuvo lugar una catástrofe sin precedente en la historia de la industrialización : el reactor nº 4 de la central nuclear de Chernóbil, en Ucrania, sufría un grave accidente con fusión del núcleo que provocó la liberación de toneladas de material altamente radiactivo a la atmósfera. La cantidad de radiactividad liberada al medioambiente fue unas 200 veces mayor que la desprendida conjuntamente por las bombas atómicas lanzadas en 1945 por Estados Unidos en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki.
Los elementos radiactivos expulsados a la atmósfera (entre otros : iodo 131, cesio 137 y 134, estroncio 90 y plutonio 239) crearon masas de aire contaminado : la nube radiactiva. Esta, arrastrada por el viento, no sólo afectó a la zona próxima a la central sino que viajó miles de kilómetros contaminando grandes áreas de Bielorrusia, Ucrania, Rusia, amplias zonas de Asia y la mayor parte de Europa. La nube radiactiva alcanzó incluso a España, especialmente Cataluña y Baleares.
Una parte importante de las emisiones de radiactividad (un 25%) se produjo en las 24 horas que siguieron a la explosión que tuvo lugar en el reactor ; el resto fue emitido en el transcurso de los nueve días siguientes que duró el intenso incendio que se declaró. En la extinción del fuego y otras tareas de urgencia en los días inmediatos al accidente, intervinieron cerca de 800.000 personas (los llamados «liquidadores»). Estos, trabajaron apenas sin protección y sin que se controlara las elevadas dosis de radiación que recibían. Como confirman los datos proporcionados por los Gobiernos bielorruso, ucranio y ruso, el accidente de Chernóbil está ya cobrándose decenas de miles de víctimas entre los liquidadores.
Según datos oficiales, más de 400.000 personas se vieron forzadas a dejar sus hogares. Otros muchos centenares de miles no han sido evacuados por falta de presupuesto. En general, la evacuación se realizó de forma ineficaz y con gran retraso. Así, la totalidad de la población en una franja de 30 km. alrededor de la central (la Zona de Exclusión) no fue evacuada por completo hasta el 21 de mayo de 1986.
El peligro no ha pasado. Más de 100 toneladas de combustible nuclear y más de 400 kilos de plutonio (material altamente radiactivo) continúan en el interior de las ruinas del reactor accidentado. Para confinarlo y evitar la liberación de más radiactividad se tuvo que realizar una construcción de acero y hormigón de 50 metros de altura : el sarcófago. Construido apresuradamente, en condiciones muy difíciles, el sarcófago sufre de una gran debilidad estructural y está ya en condiciones lamentables. Deja escapar radiactividad de forma continuada por más de 200 m2 de grietas, pero este problema es insignificante si lo comparamos con la radiactividad que se liberaría si algunas secciones del sarcófago se derrumbaran.
Chernóbil no sólo fue un desastre para la vida y la salud de millones de personas. Fue, también, un gran desastre económico, y muchos creen que fue una de las causas determinantes de la caída del régimen soviético en la antigua URSS. Sólo las tareas de limpieza en los tres primeros años alcanzaron los 19.000 millones de dólares.
POR EL CIERRE DE GAROÑA
Cuando se cumple el 18 aniversario de este gravísimo accidente, Iniciativa Ciudadana por el Cierre de Garoña, entidad que agrupa a más de treinta colectivos sociales, sindicales y políticos de nuestra provincia reclama una vez más el cierre inmediato de la Central Nuclear de Santa María de Garoña, la segunda central nuclear más vieja y obsoleta del Estado español. No esta de más recordar que la central nuclear de Chernobil fue construida casi una década después de la de Garoña y que esta última se planteo para una vida útil de 25 años y que lleva ya funcionando 33.
Iniciativa Ciudadana por el Cierre de Garoña sostiene que por cada fracción de tiempo en el que Garoña sigue en funcionamiento se multiplican las posibilidades de que se produzca una catástrofe radiactiva como la ocurrida en Chernobil. Pero por cada fracción de ese mismo tiempo en el que se incrementa el riesgo, se incrementan los beneficios económicos de sus propietarios que para nada tienen en cuenta en la columna del «debe» el coste de ese riesgo, de la posible catástrofe con la que juegan al máximo riesgo, ni tan siquiera el coste que supondrá mantener los restos de la central en el caso de que se cierre de forma inmediata.
Con los datos de producción de la energía eléctrica en la mano, Iniciativa Ciudadana por el Cierre de Garoña, mantiene que la central que explotan Iberdrola y Endesa a través de Nuclenor no es imprescindible para el abastecimiento eléctrico. Pero aunque lo fuera, ICCG se pregunta si ¿alguien se montaría en un vehículo sin frenos ? ¿Alguien seguiría transportándose en un vehículo que pierde gasolina ? Garoña plantea unos riesgos que multiplican por miles estos que se apuntan a modo de ejemplo. El abastecimiento eléctrico está perfectamente garantizado sin Garoña pero su coste supone reducir los beneficios de quienes explotan este riesgo como negocio, 20 millones de euros en 2003, verdadera razón por la que se pone en riesgo la salud de las personas que habitan en los alrededores de la central.
Iniciativa Ciudadana por el Cierre de Garoña reclama además la realización de un estudio epidemiológico para evaluar el impacto de la central en su entorno más próximo, incidencia de canceres y otras patologías relacionadas y la elaboración de un Plan de Desarrollo Económico para la zona circundante.
ACTIVIDADES PARALELEAS DE ICCG
Iniciativa Ciudadana por el Cierre de Garoña dedicará el aniversario del accidente de Chernobil para reunirse en Vitoria con el Consejero de Medio Ambiente del Gobierno Vasco, Sabin Intxaurraga, con el fin de informarle de las distintas actividades que se están realizando en La Rioja, País Vasco y Castilla-León para conseguir el cierre inmediato de la central. ICCG decidió reunirse con el representante del gobierno vasco ante las desafortunadas declaraciones de miembros de la Junta de Castilla y León que apostaban por aumentar el plazo de explotación de la central. A esta reunión acudirán Andrés R. Amayuelas y Jon Kepa Iradi en representación de ICCG y Carlos Bravo, coordinador de la campaña antinuclear de Greenpeace. La reunión, que comenzará a las 12 de la mañana, se desarrollará en la sede del Gobierno Vasco en el vitoriano barrio de Lakua.
A fin de concienciar a la ciudadanía burgalesa del peligro que supone mantener abierta durante más tiempo la central de Santa María de Garoña, Iniciativa Ciudadana por el Cierre de Garoña en colaboración con Greenpeace inaugurará una exposición sobre los efectos del accidente de Chernobil. La exposición, denominada _Niños de Chernobil_ se podrá visitar de lunes a sábado en el Espacio Tangente, calle Valentín Jalón nº10, de 18.00 a 21.00 horas. Esta exposición esta también a disposición de colegios, asociaciones y centros culturales que quieran exponerla en sus sedes o locales.
La exposición «Niños de Chernóbil» muestra una serie de imágenes tomadas por el fotógrafo bielorruso Vitaly Barzdyka, de la agencia de prensa Novosti. Esta exposición revela uno de los aspectos más duros de aquella tragedia pues muestra el efecto que la radiactividad liberada en el accidente de Chernobil está produciendo entre la población infantil, en niños y niñas nacidos, muchos de ellos, varios años después del accidente.
Somos conscientes de que la visión de estas fotografías puede herir profundamente la sensibilidad de muchas personas, esa es también nuestra esperanza. Querer olvidar u ocultar que niños como estos existen es la forma más segura de conseguir que haya muchos más como ellos en el futuro… No es nuestra intención recrearnos en la miseria y en el dolor. Nuestro objetivo es conseguir que esto no vuelva a repetirse, que no haya nunca más una exposición de fotografías como éstas. Si tu conciencia se sacude al contemplar estas imágenes, es que sigue habiendo un motivo para continuar con nuestro trabajo.
Más información : Andrés R. Amayuelas 651 377 812
Burgos, 25 de abril de 2004