Ángel Bosqued Tapia, soy nacido en Barcelona en 1957. Padre de una hija ya emancipada, de otra que siempre tendrá cuatro meses y de un hijo de nueve años. Compañero de Maite.
Empecé a trabajar a los 17 años, como meritorio; después fabriqué mantequilla y repartir butano, trabajé en la Bolsa y en un despacho de abogados, siempre como auxiliar. Desde hace 32 años trabajo en una compañía de seguros. No sé contar chistes, pero tengo mucho sentido del humor.
Siempre he creído que «quien pierde los orígenes, pierde identidad» y, por ello, me incorporé a la Fundación Salvador Seguí hace 25 años y creo que la memoria histórica colectiva es vital. Creo en la perseverancia y el esfuerzo de las personas para construir una organización, pero para que ésta sea transformadora hay también formación individual y proyecto colectivo.
¿Cuántos meses llevas de Secretario General de la CGT?
Siempre he creído que «quien pierde los orígenes, pierde identidad» y, por ello, me incorporé a la Fundación Salvador Seguí hace 25 años y creo que la memoria histórica colectiva es vital. Creo en la perseverancia y el esfuerzo de las personas para construir una organización, pero para que ésta sea transformadora hay también formación individual y proyecto colectivo.
¿Cuántos meses llevas de Secretario General de la CGT?
Desde el 30 de junio de 2012, hace casi siete meses.
Haz una valoración de todo este tiempo como Secretario General. ¿Como has encontrado la organización?
La CGT está fuerte en su presencia en las empresas, clara en los métodos de lucha y en los conceptos a defender pero demasiado atareada en el día a día como para poder planificar tareas y plantear reflexiones sobre el trabajo que hace y propuestas teóricas de creación de alternativas.
¿Para cuando una nueva huelga general y huelgas conjuntas con otros sindicatos europeos?
Es algo que debe ser la propia CGT quien decida, yo no tengo la capacidad orgánica para decidir esto. De todos modos, mi opinión es que el sabor que dejaron las convocatorias del 29m, 31O y del 14N determina la necesidad de llegar de una vez a conseguir una Huelga General que realmente provoque un cambio de tendencia en el proceso de pérdida de derechos laborales y sociales que padecemos. No se trata de conseguir la caída de un gobierno, ni pretendemos que la HG permita la instauración de un nuevo proceso constituyente para instaurar un parlamento de izquierdas.
Nuestra meta sería que un número determinante de personas, independientemente de si son trabajadoras o no, salgan un día o más a la calle para dejar claro que ha llegado a un punto de no retorno, que se ha recuperado la confianza en que la acción militante continuada puede cambiar la situación y que la patronal y los políticos entiendan que funcionar únicamente con el criterio de beneficio económico conlleva, al fin, la destrucción del tejido productivo, al igual que los recortes en materia social conllevan la desestructuración y la pérdida de valores morales y éticos. Y que, en este punto, con todo perdido, ni ellos dan miedo ni la policía será suficiente. Es por ello que la CGT tiene que trabajar todos los días, ya mismo para que, cuando vuelva a existir una convocatoria, el trabajo preparatorio, concienciación, logística, consignas, participación, alternativas, … estén preparadas. Cada día es un paso adelante hacia la Huelga General, si es que las cosas no cambian. Definíamos esto como una «Huelga en General».
¿La huelga indefinida es una utopía?
Seguramente sí, pero no me parece un problema que lo sea. En definitiva son las utopías las que nos alimentan cada día para seguir trabajando hacia un mundo libertario. En cualquier caso no debe ser un objetivo inmediato, la lucha de cada día debería hacer innecesaria la convocatoria de Huelga y, si es necesario hacer más, estas deberían ser cada vez más amplias en su duración y en su extensión participativa; si esto no triunfa, será necesaria la huelga indefinida. Pero, ciertamente, llegar aquí significaría que llevamos mucho tiempo en conflicto y que hay demasiada gente trabajando como esclavos o parados como basura.
¿Cómo valoras la pasividad y falta de reacción de los sindicatos institucionales tras la huelga general del 14N?
La valoración del trabajo de estos sindicatos se ha hecho claramente en muchas ocasiones y desde hace demasiado tiempo: colaboración con el sistema. De tanto comer en la mesa de los amos, las cúpulas y los burócratas de estos sindicatos, se han llegado a creer que ellos forman parte de la salvación de los camareros que les ponen el plato en la mesa.
¿La movilización permanente que promueve la CGT, en qué consiste?
Por un lado está lo que llamamos lucha en la calle, la defensa concreta de derechos y contra la represión. Por otro lado está la difusión de ideas, la creación de pensamiento, hacer que la gente crea en sí misma como herramienta de transformación. La primera nos la determina la realidad existente y es la respuesta a la agresión, la segunda es el futuro, la esperanza y el objetivo real. Ambas tienen que caminar siempre y, a veces, una va más rápida que la otra, pero mientras seamos en esta sociedad ninguna de las dos es más importante ni puede existir sola si estamos en una organización anarcosindicalista.
¿Qué movilizaciones y acciones en perspectiva destacarías?
Hemos pasado un otoño y entrada de invierno suficientemente movida como para tener ahora mismo grandes nuevas movilizaciones a la vista. Pero sí es verdad que se están preparando dinámicas de trabajo muy amplias contra la subida del transporte en la ciudad de Barcelona, contra la privatización del agua o la sanidad a nivel de Cataluña como por la recuperación de una escuela y universidad que no sea fábrica de mano de obra sino de individuos con valores colectivos y con espíritu racionalista y creador. O la PAH, o la antifracking, o la antirepresiva…
¿Desde la CGT se promueve que los manifestantes promuevan pancartas propias, expresiones propias, creativas, reivindicativas, festivas, puntos de encuentro y discusión, etc?
No en todas partes, pero sin duda debería hacerlo. Los eslóganes cerrados, fabricados desde el comité ejecutivo, el Soviet o el líder van contra nuestros principios antiautoritarios. Siempre es más placentero manifestarse con música viva, con pancartas con frases nuevas y originales, con gente sonriente y creativa que ir como invitados de piedra a la procesión que otro te ha fabricado. Esto explica en buena medida por qué cada día determinadas convocatorias territoriales o sectoriales tienen poco éxito y tienen que ir a juntare con otros.
¿Hay alternativa a la banca privada y los rescates de los gobiernos a la Banca?
¿Alternativas a este sistema bancario? Sí, hay varias propuestas en todo el mundo: microcréditos, banca ética, banca pública (que no nacional), cooperativas de crédito, bancos mutuales, … son realidades existentes, cada una con una limitación o un «pero» ideológico, a pesar de ello viables económicamente dentro de un sistema no capitalista, moralmente mucho más aceptables y socialmente más justas. La causa final, obviamente, sería la desaparición del dinero como valor supremo.
¿Alternativas a los rescates? Rescatar la Banca es rescatar los «Botines», sus amigos y a quienes, como ellos, tienen millones en acciones bancarias y de empresas. Está claro que la alternativa es rescatar a los parados, las personas desahuciadas, los mileuristas … todo ese dinero, puestos al servicio de las personas ayudarían, sin duda y con un punto de vista meramente economicista, a mejorar la capacidad de compra y a la actividad económica general. Y, bajo un punto de vista de economía social, es más distributivo y equitativo.
El gobierno sigue recortando derechos laborales y sociales a pesar de las movilizaciones y huelgas de los sindicatos. ¿Cómo lo valoras, qué se puede hacer?
El gobierno recorta lo que quien tiene el poder económico le pide. A veces, los gobiernos tienen un cierto carácter social y frenan un poco esas ansias, actualmente la correlación de fuerzas es monstruosamente favorable al capital. Sólo hay un camino: enfrentarse a ellos con una mano a los recortes y con la otra construir tejido sindical, social y alternativo.
¿La CGT y otras organizaciones y movimientos sociales están en el punto de mira de los Mossos? ¿Qué piensas?
De jóvenes gritábamos aquello de «disolución de los cuerpos represivos». Era contra los grises. Más tarde dijimos que tanto daba que la policía hablara en catalán, reprimiría igual defendiendo a quien le paga. Hoy tenemos que volver a decir que el camino no es la represión sino la educación y la justicia social. Los Mossos hacen el trabajo que les encomiendan y, en esta sociedad real y podrida, a veces, no se debe negar que ayudan, pero hay piezas como la BRIMO que sólo pueden tener una función y ésta nunca tira gases a casa de Millet ni dispara balas de goma contra el coche de los evasores fiscales ni tira abajo la puerta del patrón, muy patriota catalán él, que provoca la quiebra de su empresa para montar otra en Marruecos.
¿Hay democracia directa y autogestión a la CGT? ¿Qué se puede mejorar en estos ámbitos fundamentales para el anarcosindicalismo?
Nunca será suficiente, pero sí que hay mucha considerando la realidad que somos. La autogestión real la debemos recuperar y trabajar mucho todavía.
¿Cuáles son los problemas más importantes hoy dentro de la CGT? ¿Y cuáles las alternativas?
El trabajo reivindicativa nos come mucho tiempo, moral y energías y nos quedan pocas fuerzas para ser activos en creación de proyectos o de realidades. Por otro lado, somos una organización de personas y demasiadas veces acabamos reproduciendo en nuestros comportamientos y dinámicas, modelos que criticamos. La alternativa, siempre, está en la formación moral e ideológica, sin adoctrinamiento. Y también, sin duda, en el aumento de militancia derivado de un incremento de afiliación consciente.
¿Cuáles son los puntos fuertes que destacarías de la CGT hoy?
La combatividad, la diversidad de su presencia casi en todas las luchas laborales y sociales y las ganas y confianza que, a pesar de todos los desalientos y fracasos, seguimos teniendo en la transformación social.
¿Crece la afiliación de la CGT? ¿Afilian precarios, inmigrantes, parados, jóvenes?
Sigue la tendencia de crecer lentamente y continuadamente. Estamos satisfechos porque vamos diversificando por sectores de producción, territorios, género y edad. Personalmente, estoy bastante esperanzando con que el grupo de la Juventud Libertaria así como de las mujeres se conviertan en un motor importante.
¿En que estáis trabajando actualmente en el Secretariado Permanente? ¿Como funcionáis?
Somos 10 personas, de las cuales dos no tienen horas sindicales, uno está en paro y otro está prejubilado. El resto compaginamos el trabajo remunerado con el sindical. Hacemos reuniones cada 7 o 15 días, en función de las circunstancias y tratamos de entrar a fondo de los temas cuando no hay unanimidad para llegar a posiciones de consenso. Tenemos claro que somos un órgano de gestión que no ejecutivo. Confiamos en que ir creando grupos de trabajo como género, agua, servicios públicos, economía social, … puede aportar a la CGT el grado de creación de propuestas y proyectos que necesita. Esto, junto con la recuperación de actividad en algunos territorios y procurar una cierta homogeneidad de acción.
¿Cómo ves las divisiones dentro del anarcosindicalismo? ¿Cómo están las relaciones entre CGT y las dos CNT y otros sindicatos anticapitalistas?
Las divisiones nunca son positivas sino es para el enemigo. Entre CGT y CNT el proceso de respeto mutuo es creciente, en general, y la posibilidad de acciones conjuntas cada día más probable y visible. Con los otros sindicatos anticapitalistas las relaciones fluctúan y dependen mucho de los sectores donde coincidimos. Mi voluntad es siempre de colaboración.
¿Cómo están las relaciones con los movimientos sociales y demás grupos libertarios, en un contexto como el actual en el que los recortes nos afectan a todos y hay que ir juntos?
Con los movimientos sociales la relación práctica y casi cotidiana funciona muy correctamente, con los grupos libertarios funciona mejor la afinidad de ideas que no el trabajo práctico conjunto.
¿Qué piensas de la lucha electoral y de confiar luchas a representantes? ¿Es una opción válida hoy o una opción que merma la lucha directa de los trabajadores?
Toda delegación nos hace perder papel como individuos, a veces sin embargo, es inevitable. Entonces esta delegación debe ser del mínimo posible de capacidad de decisión, por el mínimo tiempo posible y con el máximo control. Y no por desconfianza o por creer que todos nos corrompe, sino por convencimiento de que el colectivismo libertario es un excelente modelo de sociedad.
¿Está en crisis el sindicalismo?¿ Y los sindicatos revolucionarios? ¿Sigue teniendo sentido organizarse en un sindicato o es una forma de organización que se ha quedado desfasada ante otras fórmulas organizativas?
Sigue teniendo todo el sentido sindicarse dado que la lucha laboral por un trabajo digno, bien remunerado y ecológicamente y socialmente sostenible sigue viva. De todos modos, es obvio que los actuales sistemas de organización del trabajo, la globalización de la producción y los nuevos sistemas de relaciones laborales hacen necesario que repensemos los métodos de lucha y las alternativas al sistema industrial. También los lazos con la sociedad y con los movimientos sociales obligan a adaptar la estructura interna clásica, pero eso no debe ser problema por la corriente anarcosindicalista que nunca se ha pensado como una parte cerrada en sí misma del proceso revolucionario.
¿Cómo ves las privatizaciones de agua, luz, salud, educación, que generalmente son expolios de los bienes públicos por los corruptos de siempre?
Lo respondes ya perfectamente a tu pregunta. Es inmoral que estos elementos fundamentales para la construcción de una sociedad se conviertan en meros productos mercantiles, más aún cuando el producto original nos lo da la naturaleza de manera, digamos, gratuita. Privatizar la educación hace que la evolución mental sea un objeto de consumo y control social.
¿La biblioteca de la Fundación Salvador Seguí como está? ¿Está dentro de la Red de Bibliotecas Sociales? ¿Qué trabajo estáis haciendo? ¿Donde irá a parar la Biblioteca?
Hace un año decidimos empezar a poner en cajas todo nuestro material, para no ir con prisas cuando se iniciara el entonces inminente traslado de local de la CGT de Barcelona y Cataluña. El tiempo ha pasado y apenas ahora parece que el día se acerca. Demasiado tiempo para un centro de documentación. A pesar de todo, hemos seguido trabajando para atender consultas como hemos podido y mantenemos la esperanza de poder ofrecer una mejor atención a la nueva sede. Estamos, efectivamente, en la Red de Bibliotecas Sociales, habiendo pasado sólo una pequeña parte de nuestro catálogo por cuestiones de técnica informática, pero con la voluntad de estar pronto al 100%. Estamos allí porque nos pareció una muy buena idea y una excelente forma de compartir el conocimiento y la cultura y ponerla al alcance de muchísima gente.
Unos libros y autores que nos recomiendes.
Como autores, me salen ahora Orobón Fernández, Félix Carrasquer o Benguerel entre los del siglo pasado y Michel Onfray, Daniel Pennac o Tomás Ibáñez en la actualidad. Como libros, la Escuela de Rebeldía (Seguí, claro), Las Ruinas de Palmira (Volney) o 10 Tesis sobre el Anarquismo (García Moriyón).
¿Cómo valoras los medios de comunicación de la CGT (Cataluña / Papeles, las diferentes webs, Twitter, Facebook, …). ¿Cómo valoras el trabajo que se está haciendo desde el Equipo de Comunicación, qué se puede mejorar?
Creo que tanto toda la parte digital como la edición del Catalunya en papel son un gran ejemplo de muy buen trabajo, dedicación y entusiasmo. Y los resultados me gustan y la difusión y los lectores lo afianzan. La parte digital ha ayudado muchísimo en tareas de solidaridad y de compartir luchas, más allá de la mera comunicación, el papel ayuda a profundizar en los hechos que han pasado y a mantener el intelecto en funcionamiento por las opiniones o temas que se exponen. En mi opinión al grupo de comunicación le queda una asignatura pendiente: hacer llegar a la prensa escrita de difusión masiva las noticias y los comunicados de la Confederación.
Tu lema de vida
No tengo. Cada día las situaciones son nuevas y hay afrontarlas con planteamientos particulares. Eso sí, pienso a menudo en lo que me decían en la escuela: en el patio sólo se queda quieto quién está enfermo y en clase todos somos sabios.
¿Como te hiciste anarcosindicalista?
Apenas cumplir los 18 años fui a vivir a Nou Barris (Barcelona); allí estaba el Ateneo Popular en plena construcción (gracias a la destrucción vecinal de la planta asfáltica), el bar «los Propios», gente del PCE- ML, la ORT, el PTE, … y la CNT no legal. Estos últimos me animaron.
Si Madrid y los mercados nos hicieran el favor de dejarnos decidir, ¿votarías independencia?
Si votara, sería porque alguien me ofrece un nuevo país sin estado ni políticos profesionales.
Unas palabras a los militantes, afiliadas y simpatizantes de la CGT y los lectores y lectoras del Catalunya / Papers.
Ya he dicho muchas, ¿no? No desfallezcáis en el intento de transformar esta sociedad. Y no seáis perfectos, ni inmaculados, ni sin contradicciones, pero no dejar de ser nunca igualitarios y antiautoritarios.
Un deseo para este año 2013
Igualdad, Libertad, Fraternidad. ¡Y mucha salud!
* Entrevista realizada por Txema Bofill y Joan M. Rosich, publicada en el núm. 146 de la revista Catalunya / Papers.
http://cgtcatalunya.cat/spip.php?article8579
Fuente: Ángel Bosqued Tapia