La violencia contra la mujer en Irak es mucho más acusada que antes de la guerra. A los abusos del régimen de Sadam Husein se suman ahora la miseria y el caos causados por el conflicto bélico, según ha denunciado Amnistía Internacional (AI).

La violencia contra la mujer en Irak es mucho más acusada que antes de la guerra. A los abusos del régimen de Sadam Husein se suman ahora la miseria y el caos causados por el conflicto bélico, según ha denunciado Amnistía Internacional (AI).

Antes del 20 de marzo de 2003, en pleno régimen de Sadam, las mujeres iraquíes sufrían todo tipo de agresiones, tales como torturas, arrestos o penas de muerte si se sospechaba que ellas, sus maridos o sus parientes habían realizado actividades opuestas al régimen.

Estas circunstancias llevaron a una situación de precariedad a muchas mujeres del país árabe, lo cual se ha agravado tras el conflicto. AI afirma que muchas ciudadanas iraquíes viven bajo la constante amenaza de acoso, palizas, secuestros, violaciones e, incluso, asesinatos. Hoy casi todas van cubiertas por miedo a las represalias de los grupos armados radicales que amenazan a aquellas que no vistan según el código islámico.

Nisreen Mustafa Al-Burwari, único miembro femenino del Consejo de Ministro iraquí, sufrió un intento de asesinato a principios de esta semana. Es el segundo atentado contra una líder política tras el asesinato de Aquila al-Hashimi en septiembre de 2003. En su opinión, estos sucesos evidencian la necesidad urgente de seguridad en el país.

AI denuncia que hasta la fecha no haya habido una movilización por parte de la Autoridad Provisional de la Coalición o el Consejo de Gobierno iraquí para proteger los derechos de la mujer en Irak. Ellos deberían ser los responsables de mantener la seguridad de la población y el orden público según la organización.


Par : EFE