El pasado 19 de abril la asociación por la defensa de los Derechos Humanos Amnistía Internacional (AI) hacía público un comunicado mostrando su “temor por la seguridad” de David Venegas Reyes, miembro del Consejo estatal de la APPO y de Voces Oaxaqueñas Construyendo Autonomía y Libertad (VOCAL). En el escrito, AI hacía referencia igualmente a las “amenazas de muerte” que habría recibido Venegas y la “preocupación jurídica” que provoca la situación del detenido. Preocupaciones que hacía extensivas al abogado de la Liga Mexicana para la Defensa de los Derechos Humanos (LIMEDDH), Isaac Torres Carmona (que acompañaba a Venegas en el momento de su detención) así como a “otros activistas políticos y defensores y defensoras de derechos humanos del estado de Oaxaca”.
En el comunicado, AI declara que “el activista político David Venegas fue detenido arbitrariamente por la policía del estado en el centro de la ciudad de Oaxaca el 13 de abril y, según los informes, fue torturado. Ha sido acusado de graves delitos penales, sobre la base de pruebas que parecen falsificadas. Puede correr peligro de sufrir nuevos malos tratos y de ser sometido a procedimientos judiciales injustos. El abogado de derechos humanos Isaac Torres Carmona se encontraba con él cuando fue detenido, y al parecer la policía lo amenazó.”
Frente a la versión oficial que insiste en que Venegas fue detenido tras haber insultado a los agentes policíacos, AI defiende que en el momento de la detención “ocho policías del estado vestidos de uniforme saltaron de un vehículo sin placas de matrícula, gritando : ‘No te mueves, cabrón’. A punta de pistola, obligaron a David Venegas a tumbarse en el suelo y le propinaron patadas. Según los informes, amenazaron a Isaac Torres Carmona y le dijeron que no interviniera si no quería que se lo llevaran a él también. No mostraron orden de detención alguna y no dieron ningún motivo para detener a David Venegas”.
Mientras ya en la tarde algunos medios tenían acceso a través de Sergio Segreste, titular de la Secretaría de Protección Ciudadana (Seproci), a la información acerca del lugar en el que se encontraba Venegas y los cargos que se le imputaban, AI insiste en que no fue hasta “las tres de la madrugada siguiente, (que) las autoridades por fin facilitaron información sobre el lugar donde se encontraba recluido, y permitieron a David Venegas hablar con su familia. Él les dijo a sus familiares que lo habían llevado a las dependencias de la fiscalía estatal de Oaxaca, donde lo habían golpeado y amenazado en un aparente intento de obligarlo a confesar posesión de cocaína y heroína. Las fotografías tomadas por las autoridades y más tarde publicadas en la prensa lo muestran de pie sosteniendo ante su cara magullada una bolsa de polvo blanco y una copia de la publicación de la APPO Barrikada”.
En oposición a las declaraciones de Sergio Segreste según las cuales Oaxaca no vive una “caza de brujas”, AI “teme que activistas políticos y defensores y defensoras de los derechos humanos que llevan a cabo su labor legítima de promoción de los derechos humanos en Oaxaca y no han sido responsables de delitos puedan enfrentarse a detenciones arbitrarias por motivos políticos, malos tratos y cargos penales falsos, tal como ha sucedido en numerosas ocasiones desde que una huelga de docentes desató una crisis política en el estado en mayo de 2006”.
AI concluye su comunicado “pidiendo que se lleve a cabo una investigación inmediata, exhaustiva, imparcial e independiente sobre la detención arbitraria y los informes de tortura de David Venegas, y que los agentes responsables de violaciones de derechos humanos sean llevados ante la justicia” y que se haga “una evaluación imparcial e independiente de las pruebas contra David Venegas, y que se retiren los cargos contra él si se descubre que son falsos”.
Fuente: Sergio de Castro Sánchez
