Amnistía Internacional denuncia que Estados Unidos viola los derechos en su propio territorio, cierra los ojos ante los abusos que se cometen en el exterior y usa la fuerza militar preventiva "donde y cuando se le antoja"
La organización Amnistía Internacional (AI) arremetió contra la política exterior y de seguridad de Estados Unidos, "ciega y sin principios", y dijo que ese país, con su continuo abuso de los derechos humanos, "ha convertido el mundo en un lugar más peligroso".
Amnistía Internacional denuncia que Estados Unidos viola los derechos en su propio territorio, cierra los ojos ante los abusos que se cometen en el exterior y usa la fuerza militar preventiva «donde y cuando se le antoja»
La organización Amnistía Internacional (AI) arremetió contra la política exterior y de seguridad de Estados Unidos, «ciega y sin principios», y dijo que ese país, con su continuo abuso de los derechos humanos, «ha convertido el mundo en un lugar más peligroso».
En una de sus declaraciones más contundentes, la organización, que hoy presentó en Londres su informe anual, no escatimó críticas a los gobiernos y los grupos armados que, con su desprecio a la ley internacional, «están expandiendo como un cáncer» la violación de los derechos humanos en el mundo. «Asistimos al mayor ataque sostenido contra los derechos humanos y el derecho internacional de los últimos cincuenta años», declaró la secretaria general de AI, Irene Khan, en una rueda de prensa.
Amnistía presentó hoy su volumen «Informe anual 2004», que repasa la situación de los derechos humanos en 157 países del mundo durante 2003 y hace hincapié en las graves consecuencias que ha tenido para los derechos la «guerra contra el terror» promovida por Estados Unidos.
Khan señaló que las actividades de grupos terroristas como Al Qaeda son una amenaza para la seguridad y «están destruyendo los valores mundiales y los derechos de los ciudadanos corrientes». Sin embargo, a este hecho se suma «el número de violaciones cada vez mayor que cometen los gobiernos» en nombre de la seguridad y de supuestos valores democráticos.
«Es aterrador que haya gobiernos poderosos que debilitan, marginan o destruyen los principios del derecho internacional -dijo Khan-, así como las herramientas de acción multilateral que podrían protegernos de esos ataques (terroristas)», en referencia a la ONU. La secretaria general de AI fue más allá al subrayar que «el programa mundial de seguridad que promueve el gobierno de Estados Unidos no tiene visión ni principios».
Denunció que ese país viola los derechos en su propio territorio, cierra los ojos ante los abusos que se cometen en el exterior y usa la fuerza militar preventiva «donde y cuando se le antoja». Khan aludió a las torturas infligidas por tropas estadounidenses a presos iraquíes, «una consecuencia lógica de la política de EE.UU. desde el 11-S». Esas torturas ponen de manifiesto «la vulnerabilidad de cientos de presos» en Iraq, la bahía cubana de Guantánamo y en Afganistán, entre otros países, añadió.
Preguntada por los periodistas, declinó opinar sobre el repliegue de las tropas españolas en el país árabe, pero pidió al Gobierno español que «muestre ahora su compromiso con Iraq en la ONU», asegurándose de que se aprueba una resolución que «garantice la seguridad de los iraquíes».
Los abusos derivados de la «guerra contra el terror» han desviado la atención de otras violaciones de los derechos humanos, que aún se dan en muchos países, como demuestra el informe de Amnistía. Khan recordó los enconados conflictos internos que tienen lugar en Chechenia, Colombia, Congo, Sudán y Nepal, así como la continua violencia que afecta a Oriente Medio, donde Israel sigue «negando derechos básicos a los palestinos».
También criticó a los gobiernos por ignorar «las verdaderas armas de destrucción masiva», problemas como la injusticia, la pobreza, la impunidad, discriminación, racismo, la violencia contra las mujeres, el abuso de menores y el comercio incontrolado de armas pequeñas.
Pese a la contundencia de su informe, Amnistía Internacional cree que existen razones para el optimismo. No sólo ha habido cambios en la política de derechos humanos de algunos países, sobre todo en América Latina, donde hay ahora menos impunidad, sino que también «hay signos inequívocos de un movimiento por la justicia mundial». «Este valor mundial de justicia es el camino más eficaz hacia la seguridad y la paz», concluyó Khan.