El informe de Amnistía Internacional denuncia la brutalidad de la Guardia Civil con los inmigrantes
La organización humanitaria detecta "graves irregularidades" en la devolución de subsaharianos a Marruecos
Amnistía Internacional ha denunciado hoy graves violaciones de los derechos humanos en el perímetro de la valla fronteriza que separa Ceuta y Melilla de Marruecos y que en las últimas fechas ha sido escenario de multitudinarias avalanchas de inmigrantes clandestinos. "Existen violaciones sistemáticas de la integridad física y los derechos humanos de estas personas tanto por parte de las autoridades españolas como de las marroquíes", ha dicho Javier Zúñiga, uno de los responsables de esta organización.
El informe de Amnistía Internacional denuncia la brutalidad de la Guardia Civil con los inmigrantes

La organización humanitaria detecta «graves irregularidades» en la devolución de subsaharianos a Marruecos

Amnistía Internacional ha denunciado hoy graves violaciones de los derechos humanos en el perímetro de la valla fronteriza que separa Ceuta y Melilla de Marruecos y que en las últimas fechas ha sido escenario de multitudinarias avalanchas de inmigrantes clandestinos. «Existen violaciones sistemáticas de la integridad física y los derechos humanos de estas personas tanto por parte de las autoridades españolas como de las marroquíes», ha dicho Javier Zúñiga, uno de los responsables de esta organización.

El informe presentado hoy en Madrid por AI recoge «pruebas fehacientes» de reiteradas violaciones de la integridad física de los inmigrantes así como una impunidad total en la actuación de los cuerpos y fuerzas de seguridad tanto españoles como marroquíes. A estas conclusiones ha llegado Amnistía tras una investigación sobre el terreno, de diez días de duración, a cargo de una misión encabezada por Javier Zúñiga y en la que la organización ha contabilizado un total de once muertos y centenares de heridos. Por ello, ha reclamado la constitución de una comisión internacional e independiente para investigar a fondo estos hechos. «Tiene que pararse ya el trágico, ilegal, cruel e inhumano juego de ping pong con pelotas humanas por parte de España, Marruecos y también Argelia», ha reclamado Zúñiga.

Actuación de la Guardia Civil

AI, ha asegurado este responsable, tiene «pruebas fehacientes» de que no se ha respetado el derecho de asilo y también de que «muchas de las heridas y fracturas» que presentan los inmigrantes entrevistados en Tánger (Marruecos) son consecuencia de la actuación de «pelotazos y culatazos» de agentes de la Guardia Civil, que «derriban de forma brutal» las escaleras artesanales con las que los subsaharianos intentan saltar la valla.

Para Zúñiga, lo más grave es que muchas de las personas heridas entre las dos verjas han sido enviadas al otro lado sin asistencia. «La valla mata, la valla permite matar», ha dicho antes de denunciar que las autoridades de ambos países no están llevando a cabo investigaciones serias para aclarar estos hechos.

AI también ha constatado «serias irregularidades» en el proceso de devolución a Marruecos de 73 subsaharianos, que «en ningún momento tuvieron constancia de que tenían un abogado» y no conocían sus derechos, porque «se les dijo que se les enviaba a la Península». La responsable de política Internacional de AI-España, Virginia Álvarez, ha señalado que las autoridades españolas dan una respuesta «ambigua» en la aplicación de la Ley de Extranjería. «Se nos dice que entre las dos vallas no se aplica la Ley de Extranjería, pero también tenemos testimonios de personas que han saltado las dos vallas hasta cinco veces y han sido expulsados inmediatamente a Marruecos», ha subrayado. Todo ello supone un grave incumplimiento de la Ley de Extranjería y, al menos, de cinco tratados internacionales ratificados por España.

Reagrupados en Marruecos

La situación en Marruecos ha sido descrita por Philip Luther, investigador de AI para ese país, quien ha asegurado que entre los centenares de subsaharianos detenidos en bases militares, hay más de 80 personas que habían solicitado asilo al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y, al menos, uno que ya tenía estatus de refugiado. No han tenido acceso a un abogado ni a un juez y, «lo más preocupante», ha añadido, es que las autoridades marroquíes no los consideran detenidos, sino «reagrupados», y les han comunicado que, por el momento, no reconocen la documentación de ACNUR. Luther ha denunciado también los «robos, maltratos y palizas» que sufren los subsaharianos a manos de los agentes.


Fuente: Fuente ; Agencias