Los derechos humanos son los mismos para todos
Desde el 23 de diciembre de 2006, más de 400 personas, originarias de países situados al Sur del Sahara, han sido victimas de redadas en Rabat, luego en Nador y Lâayoune, que dispongan o no de un permiso de residencia, que sean o no solicitantes asilo o refugiados, hombres, niños, mujeres y mujeres embarazadas, minusválidos……fueron arrancados de sus camas por la madrugada, luego transportados en la frontera argelina-marroquí cerca de Oujda, después de un breve paso por la comisaría, por su simple color de piel (délit de faciès).
Los derechos humanos son los mismos para todos

Desde el 23 de diciembre de 2006, más de 400 personas, originarias de países situados al Sur del Sahara, han sido victimas de redadas en Rabat, luego en Nador y Lâayoune, que dispongan o no de un permiso de residencia, que sean o no solicitantes asilo o refugiados, hombres, niños, mujeres y mujeres embarazadas, minusválidos……fueron arrancados de sus camas por la madrugada, luego transportados en la frontera argelina-marroquí cerca de Oujda, después de un breve paso por la comisaría, por su simple color de piel (délit de faciès).

Abandonados de noche en una frontera oficialmente cerrada, policías y ejércitos marroquíes/ argelinos se libraron sobre ellos a un siniestro juego de tenis de mesa por una y otra parte de la frontera, no dudando en pegar tiros en el aire para disuadirles de volver hacia uno u otro de los dos países.

Hoy, al precio de mil dificultades y sufrimientos, para algunas mujeres después de varias violaciones, un gran número de estos deportados han conseguido volver a la ciudad fronteriza de Oujda, donde viven – auxiliados mal que bien por algunos militantes asociativos – adosados al recinto del campus universitario, durmiendo allí por temperaturas nocturnas vecinas a cero grados.
Mientras que permanecemos sin noticias de más de un centenar de ellos.

Esta oleada de deportaciones resultan de las dos conferencias ministeriales euro-africanas sobre las migraciones celebradas en Rabat, luego en Trípoli, durante estos últimos meses, que habían destacado la importancia de la «protección de los derechos de todos los migrantes». Pero más allá de las declaraciones de intención, es verdaderamente el enfoque represivo y “securitario” del expediente que precede aún, y Marruecos confirma su disponibilidad a jugar los gendarmes para una Europa igualmente cerrada para sus propios nacionales que para los de los otros países africanos.

Reunidos en la sede de la AMDH el jueves 4 de enero del 2007, nosotros, representantes de asociaciones y simples ciudadanos de distintas nacionalidades, somos unánimes a condenar estas detenciones racistas operadas por las autoridades marroquíes sobre un simple delito de facies y sin ningún respeto ni para la ley marroquí ni para los Convenios y textos internacionales que regulan los derechos humanos en general y los derechos de los migrantes, de los refugiados y solicitantes de asilo en particular.

Nos declaramos chocados por el tratamiento inhumano que sufren estas personas y por las condiciones inaceptables en las cuales están retenidas contra su voluntad en Oujda e impedidas de volver a integrar su domicilio habitual en Marruecos.

Denunciamos las presiones permanentes de la Unión Europea hacia sus vecinos para que subcontraten el control de sus fronteras y su silencio cómplice ante los graves ataques a los derechos humanos perpetrados en nombre de esta subcontratación.

Consideramos como responsables al Gobierno marroquí, y también a los Gobiernos de la Unión Europea de todas las repercusiones que estas vulneraciones pueden tener sobre la salud y la integridad física y moral de las personas expulsadas y denunciamos la incapacidad del ACNUR que debe garantizar la protección de las personas que relevan de su competencia. Una carta abierta irá dirigida en este sentido a la Comisión Europea y al Gobierno marroquí así como a todas las organizaciones e instituciones afectadas por este expediente.

Llamamos a la solidaridad de todos con las víctimas de estas incursiones masivas y exigimos la vuelta inmediata de todos los expulsados a su domicilio habitual y el cese de toda nueva deportación.


Fuente: ABCDS- ALCS- AMDH- ATTAC- AFVIC- ARCOM- AMERM- CRM- Conseil Migrants- Caritas- GADEM- Homme et Environnement- MDM- OMDH- RRIM- RSFMaroc.