La vieja y la nueva tecnología renuevan los graffitis. La bicicleta está equipada con un original sistema de fabricación casera que permite realizar pintadas en el arcén a medida que se pedalea.
Un estudiante neoyorkino armado con una bicicleta, un teléfono móvil, un portátil y unos cuantos sprays de pintura quiere protestar contra George Bush. Su método sorprende.
La vieja y la nueva tecnología renuevan los graffitis. La bicicleta está equipada con un original sistema de fabricación casera que permite realizar pintadas en el arcén a medida que se pedalea.
Funciona como una impresora de tinta donde el suelo hace de folio y unos cuantos esprays sirven de cartucho.
El dispositivo está controlado por un ordenador portátil que maneja los esprays y dibuja las letras teniendo en cuenta la velocidad a la que circula el ciclista. Un estudiante pretende aprovechar la próxima convención republicana que se celebrará en Nueva York el 30 de Agosto, para estrenar a lo grande su invento.
Los newyorkinos podrán elegir las consignas mandando un mensaje corto a un móvil, cada ciclista recibirá los mensajes automáticamente por ordenador e imprimirá las aceras con ellos. Josua pretende fabricar una docena de bicis más para que toda la ciudad se llene de pintadas contra el presidente George Bush.