La dirección de ALSA parece querer competir con la Federación Española de Fútbol.

La línea de autobuses que une Almería con Valencia, concesión del Ministerio de Transportes está gestionada por la empresa Bacoma, grupo ALSA, y la única mujer que trabaja en ella ha sido despedida por detener el vehículo en un área de descanso que no es la habitual, motivado por dolores menstruales y hemorragia, al padecer endometriosis, como la empresa conoce y por garantizar la seguridad de los pasajeros cuando en otra ocasión se detiene en otra área de descanso no habitual por somnolencia sobrevenida, algo que es común entre todos los miembros de la plantilla y que no solo está aconsejado por la Dirección General de Tráfico.

El despido ha sido el culmen a una situación que viene haciendo literalmente imposible el poder trabajar en armonía y centrada en el trabajo, derivado del trato desigual y la presión a la que se viene sometiendo a Encarna Aznar desde un tiempo a esta parte, cuestiones como discriminarla directamente sin descansar ni un sábado o domingo desde enero 2023 a diferencia del resto de sus compañeros, con la excepción de uno en mayo, sancionarla y posteriormente el juzgado de lo social de Almería quitar la sanción por desproporcionada e inverosímil, ser la portavoz de la sección sindical de CGT y exigir el cumplimiento de la legalidad en materia de retribuciones y salud laboral.

Desde CGT Almería queremos dejar claro que Encarna no está sola y que a partir del próximo lunes 28 de agosto, cada mañana, las personas usuarias de la estación intermodal de Almería van a conocer este atropello contra una profesional de la conducción de autobuses que hace bien poco tiempo recibía el reconocimiento de la empresa con una distinción por buena profesional al volante y poco más tarde derivado de dolencias o enfermedades propias por ser mujer, a las que no se les da la consideración o importancia que tienen y que llegan a ser totalmente incapacitantes en muchos casos, por salvaguardar la seguridad propia y del pasaje o exigir el cumplimiento de la legalidad, es acribillada de un modo vil, demostrando que esta empresa gestionada por hombres solo quiere a hombres en Bacoma.

Se hace preciso reseñar que el despido se ha producido además mientras se encuentra en situación de Incapacidad temporal.

La actuación de la dirección de ALSA despidiendo a Encarna sin tener en cuenta todas las explicaciones dadas por la compañera, además de misógina atenta contra sus derechos fundamentales a la igualdad y no discriminación por género, al derecho a la salud, al derecho de Indemnidad, al derecho a la libertad sindical… lo que conllevará que esa abultada plaga de violaciones sistemáticas de sus derechos constitucionales lleve a los tribunales a determinar la nulidad de un despido que nunca debió producirse, porque aun cuando la justicia se pronuncie a su favor dentro de unos meses o años, el daño va a quedar marcado a fuego en su persona.

Alsa, como otras empresas, conocedora de la lentitud de la justicia que incumple claramente la LRJS (Ley Reguladora de la Jurisdicción Social) se puede permitir abusar impunemente de una trabajadora por el hecho de ser mujer, sabedores de que cuando haya sentencia firme, habrá pasado mucho tiempo sin ingresos ni prestación por desempleo y ante la necesidad de comer cada día se habrá visto obligada a mendigar otro puesto de trabajo.

Los «Rubiales» de ALSA deben hacérselo mirar.

El lunes 28 agosto, 11h, puerta estación Intermodal Almería, rueda de prensa en el seno de la primera concentración contra el aberrante despido de Encarna.

 


Fuente: FATyC-CGT