Una persona, al parecer joven se ha encontrado muerta, en las dependencias de una entidad bancaria de Algeciras. Sentimos esta muerte porque no sólo es la suya, es también parte de la nuestra.

Una persona, al parecer joven se ha encontrado muerta, en las dependencias de una entidad bancaria de Algeciras. Sentimos esta muerte porque no sólo es la suya, es también parte de la nuestra.

Una nota revela el alcance del drama que esta persona ha vivido y que le ha llevado a la suprema decisión de quitarse la vida. “Me habéis quitado la casa, mi familia, tomad también mi vida”.

No sabemos ciertamente si esas han sido las palabras pero las gentes en el mercado las recitaban cual jaculatoria con miradas llenas de horror y también desesperanza.

En una sociedad que ha evolucionado hacia lo material de forma tan rápida e intensa, muchas personas estamos expuestas a confundir “el tener con el ser”, de forma que el tradicional refrán “tanto tienes tanto vales”, adopta la majestuosa y terrible forma de acto final para aquellos que en circunstancias complejas optan por la única salida posible para ellos en ese momento y se suicidan. No nos extrañe que a fuerza de ser “abducidos” mediante los códigos publicitarios y el bombardeo mediático que siempre magnifica el tener y empequeñece el ser, nosotros como seres humanos lleguemos al borde de la locura cuando te dejan sin nada. Cuando aquello que has ido consiguiendo, con tesón, esfuerzo, animado por slogans y aprobaciones de quienes nos rodean, se desvanece y te “quitan” el coche, la casa, se destruye tu familia, pierdes a tus hijos, llegas a perder hasta las ganas de vivir.
No es un hecho aislado el que se ha producido lamentablemente esta mañana en Algeciras, es mucho más que eso, es el anuncio de que otro tiempo de lamentos está llegando. Está aquí instalado entre nosotros. Todos tenemos que unir nuestras fuerzas para que como sociedad veamos realidades nuevas y esperanzadoras.

Rafa Fenoy