•  Firman acuerdo para poner en internet papeles del Holocausto
    BERLÍN.- Representantes de Alemania, Israel, Estados Unidos y de otros cinco países firmaron ayer en la capital alemana un trascendental acuerdo que abrirá a los historiadores y periodistas las puertas del llamado "Archivo del Holocausto", un verdadero laberinto de documentos nazis que describen cómo se llevó a cabo el exterminio de la población judía durante la Segunda Guerra Mundial.

  •  Firman acuerdo para poner en internet papeles del Holocausto

    BERLÍN.- Representantes de Alemania, Israel, Estados Unidos y de otros cinco países firmaron ayer en la capital alemana un trascendental acuerdo que abrirá a los historiadores y periodistas las puertas del llamado «Archivo del Holocausto», un verdadero laberinto de documentos nazis que describen cómo se llevó a cabo el exterminio de la población judía durante la Segunda Guerra Mundial.

    El acuerdo ya había sido bendecido en abril por los once países que integran el Servicio Internacional de Rastreo, una dependencia de la Cruz Roja Internacional que supervisa el archivo ubicado en la ciudad de Bad Arolsen. Durante 61 años, los datos del famoso archivo sólo pudieron ser consultados bajo la premisa de «objetivos humanitarios» por los familiares de las víctimas. El gobierno alemán se negó sistemáticamente a abrir las puertas del centro a investigadores, historiadores y periodistas con el argumento de proteger la privacidad de las víctimas y la de sus familiares.

    Pero el tiempo, la presión de la comunidad judía y del influyente periódico The New York Times, que exigieron que toda la información del archivo fuera digitalizada y ofrecida a través de internet, terminaron por romper la resistencia de Berlín. Hace cuatro meses, la ministra de Justicia alemana, Brigitte Zypries, anunció en Nueva York que el gobierno germano había decidido levantar sus objeciones y que estaba dispuesto a abrir las puertas del famoso archivo.

    «La firma del acuerdo es un gran paso que permitirá a los familiares de las víctimas obtener nuevas informaciones», dijo el embajador de Estados Unidos, William R. Timken, durante una breve y simbólica ceremonia realizada en la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores alemán en Berlín. «El acuerdo pone fin a un largo y a veces engorroso proceso, pero que terminó siendo un gran éxito para los investigadores», añadió el vicecanciller alemán, Günter Gloeser.

    El Archivo del Holocausto contiene unos 50 millones de documentos, que llenan unos 25 kilómetros de estanterías, sobre las tragedias individuales que vivieron unos 18 millones de víctimas del régimen nazi. La famosa y eficiente burocracia alemana hizo posible que los aliados lograran reconstruir en parte el capítulo más negro de la historia reciente de Alemania.

    Los nazis consignaron, a lo largo de la guerra, los nombres de las personas que murieron en los campos de concentración, pero también el nombre de los supervivientes y de todos aquellos que fueron obligados a trabajar como «esclavos» en tareas agrícolas y en la industria armamentista.

    El gigantesco archivo de Bad Arolsen también alberga la famosa lista de Schindler, anotaciones sobre experimentos médicos llevados a cabo con los presos, el itinerario de los trenes de la muerte y algunos detalles macabros como el que tuvo lugar el 20 de abril de 1942 en el campo de concertación de Mauthausen.

    Ese día, el comandante del campo ofreció un regalo especial de cumpleaños al Führer. En una acción relámpago, el oficial eligió al azar a 300 prisioneros que fueron eliminados, uno tras otro, de un balazo en la cabeza. Los detalles del macabro regalo de cumpleaños y el nombre de las victimas quedaron registrados en el llamado Das Totenbuch (El libro de la muerte), que gracias al acuerdo firmado ayer en Berlín, podrá ser consultado por historiadores y periodistas interesados en conocer detalles sobre el genocidio puesto en marcha por el régimen nazi : la eliminación de la población judía, y el exterminio de «parásitos sociales» como homosexuales, gitanos y minusválidos.

    Enrique F. Molinero

    El Universal (México)

    Jueves 27 de julio de 2006


    Fuente: Cecilio Gordillo<