Los desfiles de Carnaval en el Sambódromo de Río de Janeiro vuelven a ser motivo de polémica. La famosa escuela Viradouro había preparado una carroza alegórica que representaba el drama del Holocausto judío, con decenas de cuerpos escuálidos y desnudos y la figura de Hitler bailando samba, que ha sido prohibido por orden judicial.
La comunidad judía de Río, presidida por Sérgio Niskier, acudió a la justicia para que prohibiera la alegoría, alegando que el Holocausto fue un drama con seis millones de muertos que no puede mezclarse con los aires jocosos y de desenfreno de los carnavales.
La juez Julia Kalizhsztein aceptó la petición de la comunidad judía y la carroza alegórica ha tenido que ser destruida y no desfilará en el Carnaval. “Un acontecimiento de tal magnitud”, escribió la juez en la sentencia, “no debe ser utilizado como herramienta de culto al odio, a cualquier forma de racismo, además de la clara banalización de los bárbaros e injustificados acontecimientos practicados contra las minorías y liderados por la execrable figura de Hitler”.
Polémica en Internet
En Internet, la polémica se ha convertido en la noticia de los carnavales de este año, con miles de intervenciones en foros y blogs a favor y en contra de la decisión de la juez.
Paulo Barros, de la escuela de samba Viradouro, afirmó que la sentencia “es una clara manifestación de prejuicio. Para ellos el carnaval es sólo juerga y traseros al aire. Si se hubiese tratado de una ópera, una música o una pintura, lo hubiesen permitido”. María Augusta, creadora en una escuela de samba, también ha lamentado que la alegoría haya sido prohibida. “Me estremecen estos tipos de censura. Las escuelas de samba ya sirvieron para difundir temas muy importantes, como los héroes negros en los años 60. La libertad es fundamental en el arte”. Sin embargo, Osias Wurman, ex presidente de la Comunidad Israelí del Estado de Río (FIERJ), comentó ayer que “el Holocausto debe ser enseñado en las escuelas educativas, nunca en las de samba”.
La polémica en el Carnaval de Río no es nueva. Desde el año 2003, una ley municipal prevé la clausura de las escuelas de sambas que “practiquen vilipendio o escarnio de los valores religiosos”. Ese año, la escuela de samba de Beija Flor, una de las más famosas y premiadas, desistió de hacer desfilar a un Jesucristo armado con ametralladora para evitar polémicas con la Iglesia católica.
La de este año es la primera polémica en relación con la influyente comunidad judía. La prohibición de la carroza alegórica sobre el Holocausto fue también aplaudida ayer en ciertos círculos cristianos que mantienen abierto un diálogo ecuménico con el mundo judío.
Fuente: JUAN ARIAS | EL PAIS