Marcos (nombre ficticio), de 19 años, nunca imaginó que evitar una agresión de unos cabezas rapadas a unos inmigrantes él mismo acabaría en un quirófano con el tobillo roto por 10 partes, un amigo suyo con un derrame en el ojo y un susto en el cuerpo que tardará en desaparecer. Le pasó frente al intercambiador de Moncloa, una zona en la que los rapados campan a sus anchas, según Esteban Ibarra, del Movimiento Contra la Intolerancia.
Según recuerda, Marcos, estudiante de FP y jugador de rugby, volvía a su casa con otros tres amigos la madrugada del sábado 30 de diciembre cuando vieron cómo tres chicos, uno con la cabeza rapada, «con pinta de skin», amenazaban con una botella rota a unos chicos latinoamericanos. Intentaron impedirlo. Los rapados increparon a Marcos y sus amigos. A uno de ellos le arrancaron su pañuelo palestino, les llamaron «rojos de mierda» y a otro, David (nombre ficticio), colombiano, le gritaron «¡sudaca, vete a tu país !». Luego aparecieron hasta 12 skins. Uno, con botas de punta de acero, le propinó a Marcos una patada en el tobillo. Le dejó en el suelo con el labio partido. David acabó con un derrame en el ojo y sangrando por la nariz. Al oír las sirenas de la Policía, los agresores huyeron.
Los jóvenes dicen que son frecuentes estas agresiones en Moncloa, donde hace 10 años murió el joven David González a manos de rapados. Esteban Ibarra confirma que ha habido un repunte de las agresiones de skins desde verano. El 24 de diciembre dos neonazis apalearon a un indigente en Coslada y en septiembre la Policía detuvo a cinco rapados por palizas en el barrio del Pilar.
Marcos deberá permanecer cuatro meses con la pierna inmovilizada. Tiene pesadillas y no sabe cuándo se atreverá a salir de nuevo. «Es indignante que después de 40 años luchando para tener democracia, volvemos a estar sin poder decir o llevar lo que queramos», se lamenta su madre.
EL DETALLE
Denuncia en los juzgados
Tanto Marcos como David interpusieron una denuncia contra dos de sus agresores, I. C. E. M. y I. A. N. R., ambos menores de 20 años. «Son habituales de la zona y les hemos visto más veces», dicen.
«LOS SKINS NUNCA ACTÚN SOLOS», Antonio Salas, autos de ’Diario de un skin’
¿ Hay ahora más agresiones de cabezas rapadas que hace unos años ?
Sí y cada vez van a más, a medida que crece en España la presencia de inmigrantes. Hay algunos sectores de la población que sienten rechazo hacia ellos y esto hace que los cabezas rapadas se sientan más valientes.
¿Cómo son los ataques ?
Los skins son muy cobardes, nunca he visto a ninguno que actuara solo, van en grupo y cuando se producen las agresiones siempre van varios. Ver a un grupo de rapados por la calle suele producir miedo en la gente y eso a ellos les da una sensación de poder que es embriagadora, sienten que la ciudad es suya.
¿Cómo ’justifican’ los skins sus agresiones ?
Consideran una provocación cómo va vestido alguien. Por ejemplo, identifica que lleves un pañuelo palestino con personas de izquierdas, o de otras tribus urbanas. Basta también con ser extranjero.
¿Es Moncloa una zona de conflicto ?
En los intercambiadores coinciden tribus y son habituales los altercados.
Fuente: diario adn